Laura Acosta, la aspirante más joven a la Rectoría de la UNAM
Acosta Torres es la más joven de los aspirantes a rector, con 44 años, pero su edad no la amilana porque la Máxima Casa de Estudios ha tenido otros rectores jóvenes
De los 17 aspirantes a la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la directora de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Unidad León, Laura Susana Acosta Torres, considera que ya es momento de que las mujeres tengan en la Universidad el papel protagónico, que la institución está lista para los cambios y que ya es tiempo de romper el techo de cristal.
”Incluso, la mayoría de los integrantes universitarios somos mujeres, entonces, está preparada. Es probable que sea necesario, que sea el momento y bueno, tener una visión diferente de la UNAM, también es muy enriquecedor”, asegura.
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Acosta Torres es la más joven de los aspirantes a rector, con 44 años, pero su edad no la amilana porque la Máxima Casa de Estudios ha tenido otros rectores jóvenes, dice.
”¡Claro que no! Ya ha habido otros rectores jóvenes en nuestra Universidad, menores de 50 años, incluso”, asegura.
Cirujana, dentista y doctora en Ciencias por la Facultad de Odontología de la UNAM, externa, en entrevista con EL UNIVERSAL, que uno de los principales motivos que la llevaron a participar en el proceso de sucesión de la Rectoría fue el conocimiento que posee sobre la Universidad.
”He transitado por esta universidad desde ser alumna en licenciatura, en posgrado, estudiando una estancia postdoctoral, estando en un centro de investigación, posteriormente siendo profesora de asignatura y desde hace seis años siendo directora de un campus de la UNAM en León. Eso me ha dado una experiencia importante en todos los sentidos y me motiva a querer permear las buenas prácticas y los logros que hemos tenido”, comenta.
Acosta Torres lamenta que en este proceso de sucesión en la UNAM sólo hayan participado cinco mujeres porque, afirma, hay mujeres muy capaces para estar al frente de la Máxima Casa de Estudios.
”Sólo somos cinco, pero sin duda hay muchísimas más mujeres talentosas y exitosas en nuestra universidad que están dejando huella y que trascienden en todos los sentidos. No sé por qué no participaron más en este proceso, pero sin duda el talento de las mujeres se refleja en la UNAM todos los días”.
Doctora, ¿cómo se define a usted misma?
—Me defino hoy en día como una líder innovadora, como una persona que tengo una escucha abierta a las propuestas de todas y de todos, que puede ejercer una gestión con libertad para todas las personas de la comunidad universitaria, pero además estoy enfocada, inmersa y comprometida con la igualdad de género y, sobre todo, con el acompañamiento y la generación de sanciones en todos los casos de la violencia de género.
¿Cómo recibió su familia la decisión de participar en este proceso de sucesión?
—Recibió la noticia con mucho entusiasmo, también con este nerviosismo natural por lo que implica todo este proceso, pero son conocedores del esfuerzo, del interés que siempre he tenido por la Universidad. Lo vieron como algo un tanto natural, así que tengo el apoyo total de mi familia.
¿Cuáles son sus pasatiempos? ¿Es usted casada?
—Soy soltera. Tengo un hijo, una pareja y mi pasatiempo es estar justo con mi familia, compartir con ellos, leer, ver películas, caminar, ver la puesta del sol, viajar, conocer otras culturas. Eso es lo que más me gusta.
¿Fue difícil para usted abrirse paso en la UNAM para llegar hasta donde está?
—Sin duda, pues todavía las acciones y las cosas que nuestra sociedad mexicana viene arrastrando implican obstáculos muy importantes para las mujeres. Me pasa a mí, nos pasa a todas en todos los niveles, pero creo que ya es momento también de que las mujeres tengamos este papel protagónico, que las capacidades las tenemos todas las personas, no son específicas de un género y bueno, nuestra universidad está lista para todos los cambios.
¿Sigue permeando en la UNAM una cultura machista?
—Sin duda. Lo que pasa en el interior de la Universidad Nacional es el reflejo de lo que ocurre en nuestra sociedad. Eso es algo sobre lo que la Universidad incluso trabaja, porque la UNAM así lo reconoce y nuestra institución tiene una comunidad que propicia estos espacios de reflexión, de comunicación, de formación de ciudadanía y propicia siempre la igualdad y el respeto por las diversidades. Es una universidad centenaria y vanguardista, pero también ya es tiempo de romper el techo de cristal.
¿Está la UNAM preparada para tener una rectora?
—Sin duda está preparada, incluso la mayoría de los integrantes universitarios somos mujeres, entonces, está preparada, es probable que sea necesario, que sea el momento y bueno, tener una visión diferente de la UNAM también siempre es muy enriquecedor.
La aspirante más joven en el proceso para suceder al rector Enrique Graue Wiechers al frente de esta institución educativa, que actualmente cuenta con más de 350 mil estudiantes, menciona que otro de los objetivos que incluye su proyecto de trabajo tiene que ver con la visibilización de la labor de las mujeres y fomentar el respeto hacia este sector de la población.
Agrega que está comprometida con la trascendencia, tanto a nivel nacional como internacional de todo el conocimiento que se genera en la Universidad Nacional Autónoma de México, “de todas las áreas, de innovación social, del cuidado del ambiente, así como de las áreas científica y tecnológica”, destaca.
También comenta que de llegar a la Rectoría de la institución impulsaría una formación integral con humanismo desde el bachillerato, para después continuar en el nivel licenciatura y en posgrado.
”Esto, para que tengamos un enfoque muy centrado en conocer el estado emocional y sicológico de las personas que integran nuestra comunidad de alumnos, de docentes, de trabajadores, para poder dar información, acompañamiento y atención en estos casos, que logremos esta habilidad emocional para que entonces podamos potenciar el talento de todos y lograr mejores cosas”, expone.
Indica que otro de sus compromisos es que la UNAM “deje una huella de ese compromiso a nivel nacional, con actividades de intervención social y comunitaria, que todas las áreas puedan poner a disposición sus conocimientos para resolver los problemas nacionales y que podamos incidir en la mejoría de la niñez, de la juventud, de las mujeres, de los adultos mayores, permeando todo el conocimiento que tenemos en la UNAM. Creo que dejaríamos una gran semilla muy fructífera en toda la nación”, subraya.