Llega tarde la denuncia de Zedillo contra AMLO, de quien ‘parece sentirse traicionado’: Riva Palacio
Asevera el periodista que el expresidente contribuyó en la carrera política nacional de López Obrador, el monstruo que hoy denuncia, pero que él ayudó a crear
CDMX.- Es Ernesto Zedillo quien ha hecho la más dura crítica en contra de Andrés Manuel López Obrador y su reforma electoral, sin embargo, su advertencia hoy llega tarde, asevera Raymundo Riva Palacio, porque el expresidente fue el “facilitador de ese monstruo político que hoy denuncia”.
El periodista y analista político recuerda hoy en su columna “Estrictamente Personal” cómo fue que Zedillo contribuyó en la carrera del hoy presidente de México.
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“Sus palabras tienen mayor peso porque fue gracias a él que López Obrador pudo salir impune de violaciones graves a la ley y que, mediante una ilegalidad, comenzara su carrera política nacional”, expone Riva Palacio en su artículo.
Este domingo, el expresidente emanado de las filas del PRI participó en la Conferencia Anual de la Barra Internacional de Abogados (IBA, por sus siglas en inglés), donde rompió el silencio que mantuvo en un cuarto de siglo de “no hablar de su gestión ni opinar sobre acontecimientos políticos nacionales”.
Lo hizo para opinar sobre la recién aprobada reforma al Poder Judicial impulsada por López Obrador, a quien criticó al calificarlo −sin mencionar su nombre− de oportunista y demagogo.
“No sirve porque esta reforma no cumple con lo que debe existir en toda democracia: igualdad ante la ley, protección de derechos, imparcialidad, acceso a la justicia, capacidad de respuesta, transparencia, debido proceso y proporcionalidad”, expuso Zedillo durante su participación.
El periodista llama a Zedillo el “arquitecto de la democracia” en México porque en 1994, a sólo cuatro días de haber tomado posesión como presidente, envió al Congreso una iniciativa para reformar el Poder Judicial, en donde propuso cambios estructurales en materia de justicia y seguridad pública.
“El expresidente fue el arquitecto de la democracia, con la reforma al Poder Judicial para volverlo independiente del Ejecutivo, las electorales para impedir que el partido de un solo hombre controlara la vida política y se respetara el derecho de las minorías, y que el entonces Instituto Federal Electoral organizara elecciones justas, equilibradas y competitiva”, recuerda en su columna.
Sin embargo, hoy Zedillo ve cómo López Obrador destruye esa democracia cuyo camino abrió en México, motivo por el que “parece sentirse traicionado” por el tabasqueño, expone el analista.
“Confiaba en que cualquier nueva reforma reforzaría nuestra democracia hasta convertirla en una democracia sólida e irreversible, y que bajo cualquier circunstancia se respetarían la legalidad, la competencia y la independencia de las instituciones electorales (y) del Poder Judicial como piedras angulares del sistema.
“Lamentablemente, esta condición clave ha venido siendo transgredida amplia, sistemática y agresivamente por el partido hoy en el gobierno y su jefe, el presidente de México”, manifestó este domingo el expresidente respecto a la actual reforma.
EL PASADO DE ZEDILLO Y AMLO
Aunque Ernesto Zedillo hoy recrimina las acciones de López Obrador, en el pasado no sólo lo salvó en dos ocasiones de pisar la cárcel, sino que también contribuyó en el inicio de la carrera política nacional del tabasqueño, afirma Raymundo Riva Palacio.
La historia de Zedillo y López Obrador inició en 1996, recuerda el editorialista, cuando el ahora mandatario “tomó 51 pozos petroleros en Tabasco alegando afectaciones de Pemex al hábitat de los lugareños, y pedía una indemnización para campesinos y pescadores”.
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En esa ocasión, AMLO puso en peligro al grupo de campesinos a los que movilizó “a un puente que debajo tenía materiales químicos almacenados que podían explotar”, por ello “las autoridades federales decidieron desalojarlos al costo político que fuera”.
En el operativo, narra Riva Palacio, el tabasqueño fue golpeado cabeza y “personas que vivieron ese momento recuerdan cómo quedó pasmado por el miedo, mientras sus cercanos se lo llevaban a un escondite”.
Por esa movilización, Pemex “presentó 14 denuncias por obstrucción a sus centros de trabajo y la PGR obtuvo una orden de aprehensión contra López Obrador”. Fue su esposa, Rocío Beltrán, quien abogó por él.
Recuerda Riva el periodista que su primera esposa fue a hablar con el entonces gobernador de Tabasco, Roberto Madrazo, para que “intercediera por su esposo, pero el expresidente Zedillo, enemistado con el gobernador, lo ignoró”.
“La señora Beltrán logró hablar con otros políticos tabasqueños que pudieron convencer a Zedillo de no actuar penalmente contra López Obrador, con la promesa que lo sacaría de Tabasco. Rocío Beltrán cumplió y Zedillo respetó su palabra”, detalla sobre ese episodio.
Fue entonces cuando Obrador se mudó a la capital del país, donde continuó su carrera política y pudo convertirse en dirigente nacional del PRD, partido al que perteneció hasta el 2012.
En el 2000 AMLO buscó la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, pero había un problema, cita Riva Palacio: “legalmente, no podía aspirar a ese cargo porque no cumplía con el requisito de residencia, por lo que otro perredista, Pablo Gómez, actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), lo denunció”.
Si bien Gómez desistió por presiones del PRD, el PRI retomó la denuncia ante el entonces Instituto Electoral del Distrito Federal. Sin embargo, cuando “las autoridades electorales se perfilaban a declarar la inelegibilidad de su candidatura”, Zedillo intervino.
El entonces presidente de México “le ordenó al PRI que retirara su queja. Así lo hizo y López Obrador se convirtió en jefe de Gobierno, la plataforma que lo llevó a la Presidencia”.
En ese sentido, refiere Riva Palacio, Zedillo podría sentirse traicionado por Obrador, quien está echado abajo la democracia que él ayudó a construir.
