López Obrador ya no está tomando "posiciones tan radicales”, dice Alfonso Romo # Candidatum
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Romo aseguró López Obrador tendrá una buena relación con los empresarios y dijo que eso se puede evaluar revisando cómo gobernó cuando fue jefe de Gobierno de Ciudad de México de 2000 a 2005.
Andrés Manuel López Obrador, favorito para las elecciones del domingo en México, se ha movido hacia el centro y ya no está tomando "posiciones tan radicales", dijo hoy uno de sus principales estrategas.
El empresario Alfonso Romo, encargado de disipar temores del sector privado ante López Obrador, un político nacionalista de centroizquierda, dijo que el ex alcalde de Ciudad de México ha cambiado desde la primera de sus tres postulaciones, en 2006.
"Andrés no estaría con la intención de voto del 45 o 50 por ciento si no se hubiera movido más claramente para el centro", dijo Romo a medios internacionales en la sede de la casa de bolsa Vector, de la que es dueño.
Es así "porque se movió al centro, porque ahora sí nos incluyó a todos", manifestó. El objetivo es "gobernar para 120 millones de mexicanos, no para 20 millones" y "balancear al México moderno y al México olvidado”
Romo aseguró López Obrador tendrá una buena relación con los empresarios y dijo que eso se puede evaluar revisando cómo gobernó cuando fue jefe de Gobierno de Ciudad de México de 2000 a 2005.
"Ese mito de que Andrés Manuel vino y desplazó al sector privado ni en el Distrito Federal lo hizo ni en ninguno de sus libros lo indica", señaló el empresario, a quien López Obrador quiere designar jefe de la Oficina de la Presidencia si gana.
Además, dijo que ya ha dado muestras de flexibilidad en esta campaña. Si al principio hablaba de cancelar las obras de construcción de un nuevo aeropuerto y la reforma que abrió el sector petrolero al capital privado, "ahora dice revisar", afirmó.
En materia de las licitaciones petroleras, "ya no estamos tomando posiciones tan radicales", agregó, aunque "sí hay sectores de Morena -el partido de López Obrador- que son más fundamentalistas”.
Romo ha sido señalado muchas veces como el intérprete moderado de López Obrador frente a otros sectores mucho más radicales de su entorno e incluso en contraposición a las posturas del candidato.
Sin embargo, dijo que no ejerce el papel de garante de certidumbre ni de atemperador de su jefe. "Yo no modero a nadie ni soy garantía", dijo. "Vengo a refrendar lo que él cree y lo que está dispuesto a hacer”.
Sobre la futura relación de López Obrador con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en caso de ganar las elecciones, señaló que "dos abejas no se pican”.
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López Obrador, de 64 años, ha sido asociado muchas veces con Trump por sus propuestas nacionalistas y su temperamento, aunque el ex alcalde rechaza esa comparación.
"Andrés es un profesional de la política, no es un amateur de la política", dijo Romo. "Hay un dicho, en danés, en sueco, en inglés, en francés y en todo que dice: dos abejas no se pican”.
Además, señaló que López Obrador sabe negociar y tiene "una fuerza moral con la base" y con un sector empresarial que hoy "le está dando el beneficio de la duda".
"Este consenso no lo tiene Trump, con todo respeto", indicó. "Nuestra obligación es ser más fuertes que Trump”.
Agregó que López Obrador buscará bajar la dependencia de México de Estados Unidos tanto energética como comercial, ya que le compra la mayor parte de las gasolinas que consume y le vende el 80 por ciento de sus exportaciones.
López Obrador se ha pronunciado por la continuidad del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN/Nafta), que está siendo renegociado bajo presión del Gobierno de Trump.
"El problema de Estados Unidos no es con México, es con el mundo", dijo.
Romo señaló que entre las prioridades de López Obrador está, en primer lugar, reducir la inseguridad, para lo cual ya dijo que quiere convocar hasta al papa Francisco a foros para la pacificación del país. "Yo diría: Hasta a la Virgen de Guadalupe. Todo lo vamos a hacer", dijo Romo.
En materia de lucha anticorrupción, la principal bandera de López Obrador, descartó que se vaya a perseguir al actual presidente, Enrique Peña Nieto.
Ante críticas de que algunas de las políticas de López Obrador serían un retroceso, Romo lo descartó: "Este país va a cambiar para adelante y no para atrás".