Mafia de taladores acaba con selva Maya
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CDMX.- En medio de la densa selva de la Reserva de la Biosfera Mirador Azul en Petén, en el extremo norte de Guatemala, un grupo élite de guardaparques y militares aguardaba de forma silenciosa y pecho a tierra sobre un hormiguero.
Estaban escondidos para emboscar a un grupo de taladores de granadillo, una madera preciosa en peligro de extinción, que por su belleza y solidez es codiciada para construir muebles, yates y casas de lujo.
A pesar del sueño y del hambre, ahí permanecían enlodados y tirados, dedicados a trabajar en la línea fronteriza entre México y Guatemala.
Esa mañana del 3 de mayo de 2020, los guardaparques habían localizado de manera previa un campamento de taladores al norte de la reserva. El plan era atraparlos en flagrancia. Para eso estaban los militares, de quienes los guardaparques dependen para poder realizar capturas.
Alrededor de las 11 de la mañana divisaron como se acercaban dos taladores con sus motosierras. Cuando tocaron el perímetro que ellos habían tendido, los rodearon, les taparon los ojos y la boca y los trasladaron a unos 100 metros de ahí para que no alertaran a sus compañeros.
Unas horas después, se escuchó la imitación del sonido de un ave: “¡Uy! ¡uy!”, un mensaje encubierto entre los taladores que sirve para alertar de la presencia de autoridades. Uno de los militares respondió: “¡Uy! ¡uy!” y minutos después aparecieron otros cinco taladores.
Al ver a las autoridades, dos de los taladores corrieron; sin embargo, los alcanzaron. Después de seis horas de operación, lograron capturar a un total de siete, la mayoría de ellos del estado de Campeche.