El día en que el papa Francisco sorprendió al llamar a sacerdote mexicano en plena misa

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Una llamada telefónica durante la pandemia se convirtió en una de las anécdotas más emotivas del pontificado de Francisco
La figura del papa Francisco será recordada por su cercanía con los fieles y su estilo pastoral directo y humano. En México, una comunidad lo recuerda con particular cariño por un gesto que rompió los protocolos y tocó los corazones: una llamada telefónica inesperada durante una misa transmitida en vivo.
Era el 19 de mayo de 2020, en plena pandemia de COVID-19. La parroquia Nuestra Señora de la Asunción, en Jalostotitlán, Jalisco, transmitía sus ceremonias por Facebook debido al confinamiento. Mientras el padre Miguel Domínguez leía el Evangelio, su celular comenzó a sonar.
El sacerdote se excusó con los presentes, salió discretamente del altar y respondió en la sacristía. Al volver, traía consigo no solo el teléfono, sino la sorpresa: el papa Francisco estaba al otro lado de la línea. Sin saber que estaba en altavoz, el pontífice saludó con calidez y preguntó por la salud del sacerdote.
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EL PAPA FRANCISCO Y SU ESTILO HUMANO
Durante la breve conversación, el papa Francisco, con su característico acento argentino, respondió con buen humor a las preguntas del padre Domínguez. Al ser cuestionado sobre su salud, dijo: “Creo que todavía aguanto”, y añadió que sus pulmones estaban bien.
Luego, con naturalidad, preguntó: “¿Qué estás haciendo ahora?”, a lo que el sacerdote respondió nervioso: “Estoy celebrando la misa”. Al enterarse, el papa bromeó y pidió que saludara a los presentes.
El padre Domínguez regresó al altar y compartió el audio del Papa con la comunidad, que lo recibió entre aplausos. “Que nos sintamos fortalecidos con eso”, dijo emocionado el sacerdote.
El video rápidamente se hizo viral, mostrando a un Papa que rompía barreras físicas y tecnológicas para estar cerca de su rebaño, incluso en los momentos más difíciles de la pandemia.
UNA AMISTAD QUE TRASPASÓ LOS AÑOS
La relación entre el padre Miguel Domínguez y el papa Francisco no nació ese día. Según ha contado el sacerdote, ambos se conocieron años atrás a través de encuentros y correspondencia. Sin embargo, llevaban casi cinco años sin comunicarse directamente.
La llamada se dio después de que Domínguez enviara una carta al pontífice. “Menos de dos horas después, me estaba marcando”, recordó. En un principio, pensó que podía tratarse de una broma o incluso de una extorsión telefónica. Pero al responder, escuchó la inconfundible voz del Papa.
Este gesto inesperado, en medio de la crisis sanitaria, fue interpretado por la comunidad como un mensaje de esperanza. No era solo una llamada personal, sino un símbolo de que la Iglesia estaba presente, aunque físicamente lejos.
JALOSTOTITLÁN DESPIDE A SU AMIGO
El fallecimiento del papa Francisco el lunes, a los 88 años a causa de un ictus, conmocionó a la comunidad católica mundial. En Jalostotitlán, la Parroquia de la Asunción reaccionó con profunda tristeza, pero también con gratitud por el vínculo especial que los unía al pontífice.
A través de sus redes sociales, la parroquia compartió mensajes de despedida y recordó el momento en que Francisco bendijo una corona destinada a la Virgen de la Asunción. Esa imagen se conserva hoy como símbolo del afecto recíproco.
A las 13:00 horas, las campanas de los templos de la diócesis sonaron al unísono en honor al Santo Padre. En Jalostotitlán, el eco del bronce se sintió como un suspiro de oración colectiva. “Ha partido hacia la Casa del Padre aquel pastor que nos mostró el rostro misericordioso de Dios”, escribieron en sus redes.
DATOS CURIOSOS DEL SUCESO Y SU LEGADO
• El papa Francisco no solía hacer llamadas en público, lo que hizo aún más insólita esta intervención en plena misa.
• La llamada se realizó justo cuando las iglesias en México estaban cerradas por la pandemia, y los fieles seguían las misas desde casa.
• La parroquia conserva una imagen del Papa bendiciendo una corona como parte de un cuadro conmemorativo local.
• Las campanas sonaron en más de 10 templos cercanos como señal de luto y homenaje al pontífice.
• La frase “Dios no se cansa de perdonar”, uno de los lemas más repetidos por Francisco, fue elegida por la parroquia para recordar su legado.
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UN PAPA QUE CRUZÓ FRONTERAS... Y TELÉFONOS
La anécdota del padre Domínguez es solo una de las muchas que reflejan el estilo cercano de Francisco. A diferencia de sus predecesores, optó por un papado sencillo, más humano, más del pueblo. Desde su aparición en el balcón del Vaticano en 2013 pidiendo “recen por mí”, hasta su última llamada inesperada a un rincón de Jalisco, Francisco demostró que su misión era estar con los más cercanos y los más alejados.
El homenaje en Jalostotitlán no fue solo para un Papa, sino para un amigo que, a pesar de la distancia y el poder, hizo sentir su cercanía con un simple: “¿Cómo estás?”. Su legado vivirá en las voces de quienes lo escucharon, en las lágrimas de quienes lo extrañan y en las campanas que, al sonar, recuerdan a un pastor que no temía marcar un número para decir: “Estoy aquí”.