Pese a violencia en Culiacán, jornaleros indígenas de Guerrero van a trabajar al campo en Sinaloa

En medio de una narcoguerra entre dos facciones del crimen organizado, la cual ha dejado más de 250 muertos y decenas de desaparecidos en un mes, más de 200 jornaleros indígenas de la Montaña de Guerrero salieron en autobuses hacia Sinaloa para trabajar en los campos agrícolas.

Los migrantes, mujeres, adultos y niños, partieron desde el municipio de Tlapa con destino a Culiacán, en un recorrido de poco más de mil 500 kilómetros para laborar en la actividad agrícola, donde muchas veces sobreviven en condiciones de explotación.

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Paulino Rodríguez Reyes, coordinador del área de Migrantes del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, informó que los jornaleros serán contratados por la empresa Goldenfields, que se dedica a la siembra de verduras chinas.

Las familias de jornaleros provienen de las comunidades nahuas de Chiepetepec, Tres Caminos, Tlatlaquitepec y Ayotzinapa, en el municipio de Tlapa, donde el 77 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza, de acuerdo con datos del Coneval.

También van migrantes de los pueblos de Cacahuatepec y Cuatololo, del municipio de Copanatoyac; Chimixtla y Chalma, del municipio de Atlixtac; Loma Encino, del municipio de Iliatenco; Tepayoltepec y Colombia de Guadalupe, del municipio de Malinaltepec.

Rodríguez Reyes reconoció que las familias se van a trabajar a los campos agrícolas en la incertidumbre porque seguramente no se les pagará buenos salarios ni tendrán derecho a la salud ni seguro de vida.

”La empresa Goldenfields, que contrata cada año a los jornaleros de la Montaña, por lo menos les asigna una persona que les da clases a los niños durante el tiempo que sus padres están trabajando”, explicó el encargado de migrantes de Tlachinollan.

Los jornaleros que viajaron ayer a Sinaloa tienen previsto regresar a sus pueblos en mayo de 2025.

”La verdad, en estos momentos difíciles que se viven en Sinaloa, es complicado que los jornaleros vayan allá para trabajar; pero no hay de otra ya que aquí, en la Montaña, las condiciones de abandono y pobreza son las mismas”, refirió el activista.

En los primeros días de noviembre próximo, después del Día de Muertos, se prevé que haya un éxodo masivo de jornaleros agrícolas a los estados del norte del país para trabajar en los campos.

Según Rodríguez Reyes, el número de jornaleros que saldrá en las siguientes semanas rebasará los 3 mil.

Las familias bajan de sus comunidades de la Montaña alta a Tlapa, en donde pernoctan en las instalaciones de la Casa del Jornalero y después parten en los autobuses hacia las entidades del norte.

De acuerdo con registro del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, existen 98 empresas agrícolas ubicadas en Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Baja California, Guanajuato y San Luis Potosí.

”Pese al riesgo de que mueran en un accidente o sufran un accidente en su trabajo o fuera de él, los jornaleros se van cada año a los campos agrícolas para traerse un dinero cuando regresan a su comunidad”, expresó Rodríguez Reyes.

Denunció que el Gobierno del estado se niega a intervenir para resolver el problema de la precariedad en que viajan y laboran los jornaleros agrícola de la Montaña en el norte del País.