Taxis piratas toman el control del aeropuerto de Monterrey

México
/ 13 enero 2025

Hombres ofrecen a gritos sus servicios sin que alguna autoridad intervenga, ni siquiera la Guardia Nacional, cuyas oficinas están a sólo unos 100 metros

En el Aeropuerto Internacional de Monterrey, donde sólo se permite el servicio de taxis bajo un modelo de monopolio y se impide la operación de aquéllos de aplicación, como Uber y Didi, los autos de alquiler pirata tienen vía libre.

Un periodista de Grupo REFORMA constató como a la entrada de la terminal principal, la A, hombres ofrecen a gritos sus servicios sin que alguna autoridad intervenga, ni siquiera la Guardia Nacional, cuyas oficinas están a sólo unos 100 metros.

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A diferencia de otros taxistas, los pirata trasladan a sus pasajeros en vehículos sin logotipos que los identifiquen ni placas federales, sino con láminas de otros Estados, como Tlaxcala y Durango.

Así, al menos 10 hombres ofrecen diariamente sus vehículos de alquiler en esa terminal, a sólo unos metros de donde están los empleados de empresas concesionadas para dar ahí el servicio de taxi: Contaxy, Ecofy, Ejecutivo, Golden, Mundoverde, Suburban, Timovil, Titsa, TPA, y TPlus, que han monopolizado el servicio desde hace años.

¿Cuánto me cobra a Contry?, se le preguntó a un taxista pirata.

”Trescientos pesos”, respondió. Ese monto está por debajo de lo que marca el tabulador de los taxistas oficiales para esa zona, que es la 4, por la que se cobra entre 450 y 720 pesos en los vehículos autorizados.

“Los oficiales son muy caros. Vámonos mejor en éste, y hasta comemos”, comentó un trabajador de una empresa de ingeniería que llegó de la Ciudad de México a su compañero, con quien abordó un taxi pirata con placas de Tlaxcala.

A diferencia de lo que sucede con otros taxistas, como aquellos que trabajan con plataformas, como Uber y Didi, ninguna autoridad fue vista interviniendo contra los pirata.

”La Guardia Nacional no les hace nada, ni les dicen nada”, dijo un empleado de una empresa autorizada para dar ahí el servicio.

”No sabemos quién está detrás de ellos, pero no les dicen nada y sí ganan clientes”, añadió otro.

Los taxis pirata operan sólo en la Terminal A, a menos de 100 metros de las oficinas de la Guardia Nacional, mientras que en las terminales B y C se les ve bajando pasajeros, pero no estacionados “de base”.

Incluso, algunos fueron vistos esperando sobre la Carretera a Miguel Alemán, para después salir a despachar en torno al aeropuerto.

Pilotos, sobrecargos, maleteros y empleados de negocios de las terminales dijeron que han recurrido a los taxis pirata para ahorrar.

”Es mucho más barato”, explicó uno de ellos, “y, como ya andan seguido, aquí ya los conocemos y te da más seguridad”.

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