Arrasa Soriana área verde en Cuernavaca

Nacional
/ 29 septiembre 2015

Vecinos de la colonia Las Palmas denuncian que sus viviendas son perjudicadas por la obra

Cuernavaca, Mor. Una vez más, Soriana, "la depredadora comercial más grande de la región", como la llaman los afectados, expande sus tiendas a costa de la seguridad y los derechos de los ciudadanos.

Los vecinos de la privada Vergel recuerdan con indignación que todo comenzó hace cuatro meses. Primero, les llamó la atención el ruido excesivo de la maquinaria; luego, avisaron a las autoridades que las excavadoras arrasaron jacarandas, primaveras, laureles, amates y toda la vegetación del bello lugar. Hoy, viven con la angustia constante de que un alud caiga sobre sus casas.

Nadie les avisó que en el predio, con una superficie total de 5 mil 10 metros y que colinda con sus casas, se construiría una tienda Soriana. Desde el presidente municipal, Jorge Morales Barud, el director general de protección civil, Marco Antonio Manzo Godínez, el secretario de infraestructura urbana, obras y servicios públicos, Martín García Cervantes, hasta la directora general de permisos y licencias del ayuntamiento, Claudia Urbáez Castro, se lavan las manos.

Algunos dicen que "no les toca" o de plano desconocen el asunto. Eso sí, todos recalcan que los permisos para la construcción de esta sucursal de Soriana, ubicada en la avenida Morelos Sur 1202 en la colonia Las Palmas, se entregaron en la administración pasada, del ex alcalde Rogelio Sánchez Gatica.

Trascendió que en reuniones privadas, un alto funcionario del gobierno del estado señala: "Este pedo no es de nosotros". Así, mientras unos y otros se echan la culpa, lo cierto es que las afectaciones a estas familias comenzaron en abril, es decir, en los primeros meses de gobierno de Graco Ramírez y del presidente municipal priísta Jorge Morales Barud.

Los vecinos dieron aviso a las autoridades del municipio sobre la devastación de aquella arboleda, pero cuando éstas atendieron su llamado, un mes más tarde, ya no había un solo árbol en pie.

A esta pérdida se sumó la de la fauna. Las ardillas, los tlacuaches, las iguanas y los tejones huyeron por techos y jardines de las casas vecinas, del espacio que por años fue su hábitat y que era arrasado.

Esto apenas era el preámbulo de lo que vendría en los días posteriores. En abril, recuerdan, en la contrucción de Soriana comenzaron a rellenar el terreno y, a partir de ahí, inició una pesadilla.

La edificación de 2 mil 900 metros cuadrados, una gran mole de concreto y ladrillos, pareciera que se viene encima de las casas de los habitantes de la privada Vergel. La obra ha ocasionado grietas en pisos y techos de las viviendas, ruptura de tuberías de drenaje, humedad en bardas y muros, ríos de lodo e inundaciones en las propiedades de los vecinos.

Sin construir una barda propia, la empresa utilizó las cercas de los habitantes, en las cuales recargó montones de tierra, lo que pone en peligro la estabilidad de las tapias. Lo más grave es que la compañía decidió hacer un compactado de tierra -que parece literalmente un monte- sin poner un muro de contención para evitar que se desborde sobre las casas de estas familias.

En un reporte de fecha 15 de mayo, la dirección de rescate y urgencias médicas de la dirección de protección civil del ayuntamiento advirtió: "Se verifican las condiciones de tres viviendas colindantes a un predio en construcción, donde se observó que en éste, los niveles de tierra están a ocho o nueve metros arriba de las tres casas afectadas, así mismo no se observó barda del proyecto, lo que sí causará daño estructural a las viviendas, se hace mención que en este predio, existe un canal de aguas negras" que, a su vez, atraviesa por una de las viviendas.

Ante la presión de los habitantes de la privada, la cadena comercial levantó el muro de contención, aunque su extensión no es la adecuada para la cantidad de tierra acumulada. Por ello los vecinos temen que "el muro o una buena parte de él, caiga sobre nosotros".

De lunes a sábado, desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche, los vecinos escuchan el insoportable ruido de la obra. Los canceles y vidrios de las casas comienzan a vibrar y, es de tal magnitud el movimiento ocasionado por la maquinaria, que una alberca tiene profundas fisuras.

La construcción no sólo ha dañado el patrimonio y provocado pérdidas económicas a los vecinos; también ha transgredido su privacidad. La edificación está casi encima de sus techos y la cercanía es tal que desde el predio se observan las habitaciones de las casas. "Todo el tiempo nos están mirando", dice uno de los afectados, quien pronto dejará de rentar el hogar que tanto ha disfrutado, por las molestias y averías que no cesan.

Hace unas semanas, los representantes de Soriana y las familias afectadas sostuvieron una reunión en la que los primeros se comprometieron a reparar los desperfectos generados hasta ese momento.

La tienda hizo un listado de las reparaciones que proponía realizar y los vecinos enviaron una contrapropuesta, ya que en el planteamiento de la empresa no se consideraron aspectos importantes como el pago de los gastos, la falta de seguridad y las reparaciones presentes y futuras. Hasta el momento, los afectados no han recibido respuesta alguna.

De igual modo, presentaron sus quejas por escrito ante el secretario de Desarrollo Sustentable del municipio, Juan Cristóbal Echeverría, "y tampoco nos hace caso".

Sin embargo, Claudia Urbáez Castro afirma que "a los vecinos se les atendió en tiempo y forma" y "no podemos quitarle la licencia (a Soriana) simplemente por una denuncia". Para ello, se tendría que iniciar un procedimiento legal ante un tribunal contencioso administrativo, que es el encargado de determinar si los permisos siguen o no vigentes, detalla.

El presidente municipal y ex gobernador sustituto del estado el priísta Jorge Morales Barud confiesa que no sabía del asunto: "Yo me estoy enterando en este momento". Afirma que solicitará un informe pormenorizado de las denuncias e investigará "si la construcción se ajusta a los requerimientos que establecen nuestras normas".

Desesperados por la falta de respuesta, el pasado 7 de junio los vecinos de la privada Vergel, en la colonia Chipitlán, interpusieron una querella ante el Ministerio Público por el delito de daño en contra de Soriana, de la constructora y de la Secretaría de Desarrollo Sustentable.

"Yo no fui"

Sin prever los riesgos y daños ocasionados a las viviencias circunvencias -los cuales reconoce la propia dirección de protección civil del ayuntamiento- en el gobierno del ex alcalde priísta, Rogelio Sánchez Gatica, hoy acusado de fraude, uso indebido del ejercicio público y de ser uno de los corresponsables de un quebranto financiero de más de 147 millones de pesos, se otorga el permiso para construir esta tienda que se suma a las más de 606 que opera la compañía en el país.

Tanto el gobierno del estado, como las autoridades municipales insisten en que la empresa Soriana -la cual ha sido centro de controversia luego de que sus monederos electrónicos fueron utilizados para la compra de votos a favor del entonces candidato del PRI, Enrique Peña Nieto -tiene todo en regla.

A su decir, la cadena de autoservicio acredita el uso de suelo, tiene factibilidad de agua, cuenta con el estudio estructural, así como con el dictamen de impacto vial y ambiental. Éste último fue otorgado por las autoridades estatales.

Aún así, la directora general de permisos y licencias del ayuntamiento, Claudia Urbáez Castro, exime de cualquier responsabilidad a la presente gestión al recalcar que la licencia de uso de suelo de esta tienda fue emitida el 2 de diciembre de 2012 y, el permiso de construcción, se expidió nueve días después.

Es decir, insiste, son documentos entregados en la pasada administración de Rogelio Sánchez Gatica, el ex alcalde que recientemente fue acusado de fraude, específico y procesal, por realizar sin autorización del cabildo contratos de arrendamiento para instalar luminarias por la cantidad antes citada.

Para el director general de protección civil de Cuernavaca, Marco Antonio Manzo Godínez, las afectaciones ocasionadas a los vecinos no son suficientes para suspender esta obra, porque "no está en riesgo la vida" de las familias que ahí habitan, según considera.

No obstante, en el reporte de la dirección de rescate y urgencias médicas de protección civil de fecha 6 de mayo, el cual fue realizado durante una inspección a las casas afectadas, se establece que "al momento de la visita se observaron fisuras en áreas de recámara, terraza y la ruptura del sistema del drenaje, el cual está inundando una bodega de esta misma vivienda; asimismo, se observa que el predio en construcción (Soriana) no cuenta con su contrabarda y los niveles de la plancha de tierra están a unos dos o tres metros, por lo que se considera un factor de riesgo para las viviendas colindantes a este proyecto".

Incluso, el personal de esa dirección recomendó turnar estas observaciones a "obras públicas de manera urgente, ya que como se observan los daños, son considerables y de riesgo".

Sin embargo, el secretario de infraestructura urbana, obras y servicios públicos, Martín García Cervantes, dice que a esa entidad "no le toca" el asunto, ya que lo que "sí tiene que ver con nosotros" es lo relativo a parques, jardines y demás cuestiones de infraestructura de la ciudad.

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