"Todos tenemos una historia linda que contar": Alonso Lujambio

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El funcionario llevó a cabo una exploración genealógica y biográfica para escribir su libro Retratos de familia, del que habló con MILENIO.
Ciudad de México. Durante casi 20 años Alonso Lujambio se propuso recuperar documentos y libros relacionados con tres de sus antepasados: Manuel Eduardo de Gorostiza (1789-1851), tatarabuelo de su padre; Manuel García y Moyeda (1841-1905), su bisabuelo, y Mateo Lujambio Ugarte (1854-1924), su tío bisabuelo. Cada uno de estos personajes estuvo relacionado con la vida política, social y cultural del siglo XVIII, XIX y principios del XX en México. Lujambio se dio un tiempo para escapar de la vida política y poder dedicarse a entrelazar esta genealogía en el libro Retratos de familia. Un dramaturgo liberal, un historiador católico y un espiritista maderista. (Arkhé Ediciones. México, 2011).
La biografía es un género que le interesa practicar al secretario de Educación Pública, hace unos años escribió un libro de biografías sobre panistas. Confiesa que de algún modo siente que se ha acercado a la historia a través de los libros de Enrique Krauze. "He leído su obra de arriba abajo y considero que en cierta forma me ha influido en el modo narrativo, en la manera de acercarme a los personajes".
¿Con quién de estos tres personajes siente más afinidad? Me identifico con los tres por distintas razones, son parte de mi herencia familiar. Los veo como hombres que piensan y que no se conforman con escribir sus ideas, sino que actúan para hacerlas valer. De Gorostiza, en un momento clave de la historia de México, se asume como liberal moderado, es un hombre que dialoga con el conjunto de las fuerzas políticas del momento; era colaborador al mismo tiempo del gobierno liberal de Valentín Gómez Farías que de Anastasio Bustamante o de Nicolás Bravo, incluso en un momento breve pasó por el ministerio de Hacienda con Santa Anna. Por su parte, García y Moyeda era un historiador, católico, que vivió la Guerra de Intervención de los tres años en su máximo momento de polarización ideológica. Y, pese a esas circunstancia, en una carta invita al presidente Lerdo de Tejada a los festejos de los 300 años de la ciudad de León, Guanajuato. Si hubiera sido un católico intolerante nunca lo habría invitado. Y, finalmente, Mateo Lujambio fue un espiritista, maderista, que aboga por la muerte de los dogmas inamovibles y siempre estuvo a favor de la discusión abierta de las ideas.
De Gorostiza fue el primer mexicano que se pronunció a favor de la creación de un poder electoral. Usted trabajó en el IFE. ¿Existe alguna relación con lo que hizo usted y el tatarabuelo de su padre? Se trata de un accidente histórico y de una curiosidad. En su libro Cartilla política, De Gorostiza se refiere a la necesidad de que exista un poder electoral que, separado de otros, garantice la limpieza del sufragio. Él consideraba que hay una tendencia entre las fuerzas políticas a utilizar artimañas en beneficio de las mismas. Me parece significativo en la historia electoral de México que De Gorostiza haya sido el primer mexicano en alegar sobre el poder electoral autónomoen un libro.
García y Moyeda era historiador, contador de historias familiares. Y, en ese sentido, usted también lo es. Era biógrafo de obispos. Debo decir que quizá su estilo narrativo no es el que más celebro porque es claramente decimonónico. Pero sí, en mi familia ha habido, como en muchas otras, esa costumbre de contarnos los domingos la historia de nuestros antepasados. Lo que realizo en estos textos es materializar una tradición muy mexicana. Todos tenemos una historia linda que contar. Creo que es la manera más pedagógica, más potente, de comunicar el concepto de la historia y del pasado.
De Mateo Lujambio señala que no le atrae una faceta que también practicaba Madero, el espiritismo. ¿Por qué? El espiritismo tiene dos facetas: no me interesa la parte esotérica, no creo en que los espíritus reencarnan ni en lo que la ouija pueda comunicarnos. Me llama la atención la parte intelectual de los espiritistas, sus ideas filosóficas.
¿Tiene pensado rescatar la vida de otros personajes de la historia de México? Hay un personaje del PAN que me atrae mucho: Adolfo Christlieb Ibarrola, fue presidente del partido en los años 60. He encontrado documentos que muestran cómo la CIA lo espiaba.