"Hablé con mi hijo por varios minutos": Martí
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El padre del joven asesinado, Alejandro Martí declaró ante el MP detalles del plagio y narró detalles.
"¿A cuál quieres enterrar primero, al chamaco o al viejo?", amenazó el secuestrador por teléfono a la familia de Fernando Martí para obligarla a entregar 3 millones de dólares de rescate.
Su padre, Alejandro Martí, contrató al mediador privado Ernesto Mendieta para que se hiciera cargo de las negociaciones.
En la declaración ministerial de Alejandro Martí García, a la que EL UNIVERSAL tuvo acceso, se detalla cómo "Mendieta" -de quien no se proporciona el nombre-, es mencionado en reiteradas ocasiones por diversos testigos del caso.
Mendieta instruyó al empresario para que evitara a toda costa que los policías judiciales se involucraran en la negociación.
Fue entonces cuando "se llamó a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal para que se abstuviera de acercarse al domicilio, ya que se decidió que una empresa privada manejara el caso", dijo Martí en su declaración.
Precisó que la primera llamada para notificar del secuestro la recibió su hija, quien le llamó para informarle que pedían 3 millones de dólares por liberar a su hermano.
La familia Martí se reunió para analizar cómo enfrentarían la situación. Los secuestradores seguían llamando desde los celulares del chofer, Jorge Palma Lemus, y del escolta, Cristian Salmones Flores, quienes habían sido levantados con Fernando.
Se hizo la primera oferta: un millón 960 mil pesos, y la reacción de los plagiarios fue inmediata: "(El secuestrador) le dijo a mi yerno que se quedara con ese dinero y que lo utilizara para enterrar al primero", según la declaración de Alejandro Martí.
Apenas habían transcurrido las primeras horas desde el secuestro de Fernando, y su familia ya era sometida a presión sicológica de los plagiarios.
Por teléfono, los secuestradores bombardeaban a Alejandro Martí con preguntas muy específicas de aspectos personales de la familia; por ejemplo, cuántos perros tenía y de qué había enfermado su hija antes de casarse, entre otras.
El 5 de junio apareció el chofer Jorge Palma, muerto, y el escolta Cristian Salmones Flores, quien aún estaba vivo.
Según relató Alejandro Martí ante el Ministerio Público de la Fiscalía para la Seguridad de las Personas e Instituciones, el 9 de junio recibió otra llamada en su casa: los secuestradores le permitieron hablar con Fernando como una prueba de vida.
"Hablé con mi hijo por varios minutos", relató el empresario.
Después de esa conversación se acordó que se entregarían 5 millones 135 mil pesos el 12 de junio, a cambio de la libertad del menor.
En todo momento el negociador privado Mendieta planeó los detalles de la entrega del dinero en efectivo, dentro de una maleta, por el rumbo de Churubusco, en la delegación Coyoacán.
El 12 de junio se entregó el dinero como se pactó, pero Fernando no regresó a su casa.
La noche del 31 de julio, su cuerpo apareció sin vida en el interior de un vehículo Corsa, en la colonia Villa Panamericana de la delegación Coyocán.