Se niega empresa a pagar a víctima de trenazo

Nacional
/ 3 marzo 2016

    Hace tres años el autobús donde viajaba Adrián Martínez fue arrollado por un tren, luego de que el chofer quiso ganarle el paso a la locomotora; la empresa dueña del camión se niega a concluir el pago de la indemnización

    Las heridas de Adrián Martínez Molina aún no sanan. Hace tres años el autobús en que viajaba fue arrollado por el tren y desde entonces su vida cambió totalmente. En ese accidente murieron 22 personas y nueve resultaron con graves lesiones.

    "Estaba bien y completo. Ahora la mano derecha no funciona adecuadamente y tampoco el pie que le queda. Y antes que está vivo", señala María Arroyo Zúñiga, esposa de Martínez Molina.

    La mañana del 28 de diciembre del 2006 Martínez Molina salió de su domicilio en el pueblo de Visitación, Melchor Ocampo, y abordó el autobús 141 de la línea AMMOSA. Iba al Distrito Federal a comprar boletos de avión para viajar a Mérida, Yucatán, en donde laboraba como metrólogo -calibrador de aparatos de medición- en una empresa de bebidas.

    Sobrevivientes del accidente declararon que el chofer del autobús, José Alberto Domínguez Hernández, intentó ganar el paso al tren en Cuautitlán-México. Ese día murieron 22 personas y nueve quedaron con lesiones graves. El conductor sigue recluido en el penal de Cuautitlán.

    Martínez Molina, actualmente de 46 años de edad, sufrió 11 lesiones graves, entre ellas la amputación de su pierna derecha, y estuvo internado 52 días en el hospital del IMSS de Traumatología de Lomas Verdes, en Naucalpan.

    La empresa AMMOSA pagó inicialmente medicamentos y le compró la prótesis de su pierna derecha, aunque la línea dejó de pagar desde el 2007 las medicinas y el material médico que requiere.

    Recientemente le ofrecieron 10 mil pesos como indemnización, cifra que rechazó debido a que quedó imposibilitado para laborar y planteó que el pago fuera de 230 mil pesos, pero representantes de AMMOSA le dijeron que esperarán la resolución del juez y hasta la sugirieron que deposite los comprobantes de sus gastos médicos en el juzgado.

    Martínez Molina vive con su esposa María y sus dos hijos menores, de 17 y 16 años de edad. La mujer tuvo que buscar empleo debido a que la pensión que recibe su esposo no alcanza para los gastos y menos para pagar los estudios de los adolescentes.

    "Le pido amablemente al gobernador Enrique Peña Nieto que verifique si se cumplió lo que él ordenó en su momento, que se brindara apoyo a las víctimas del accidente. No se ha cumplido y le pido que se haga justicia a las personas lesionadas", menciona María Arroyo.

    Martínez Molina destaca que solicitó ayuda a todos los niveles de gobierno, tanto federal, estatal y municipal, aunque sólo lo mandan de un lado a otro y nadie resuelve. Lo único que pide es que AMMOSA pague el tratamiento médico que requiere y asuma su responsabilidad en los daños que le ocasionaron, tanto morales como físicos.

    Añade que en agosto pasado le retiraron una placa del pie izquierdo y apenas le apareció otra fístula en el mismo. La movilidad de la mano derecha es limitada y apenas tiene un mes que puede caminar apoyado con muletas, pues no tenía fuerza en su mano derecha.

    La prótesis que utilizale ocasiona molestias y requiere una nueva de gel, aunque AMMOSA se niega a pagarla, por lo que presentó ante el juzgado las recetas médicas que indican el uso de la nueva prótesis.

    Vecinos de la calle División del Sur, colonia Lázaro Cárdenas, en Cuautitlán-México, rezaron un rosario el pasado 28 de diciembre para recordar a las víctimas del trenazo que ocurrió frente a sus domicilios, en tanto que familiares de una de las víctimas acudieron al lugar a dejar flores en las 11 cruces que están junto a las vías del tren.

    Gregoria Estrada Aguilar dice que su familia reza cada 28 de diciembre un rosario frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe que los vecinos colocaron en el lugar, en donde piden por el descanso de las personas que murieron ahí y porque los lesionados recuperen su salud.

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