4 de junio, la batalla decisiva del PRI antes de 2018

Nacional
/ 1 junio 2017

Además del Estado de México, que sólo elige gobernador, para el PRI están en riesgo Coahuila y Nayarit, que votan gobernador, diputados locales y alcaldes. En Veracruz sólo se renovarán alcaldías.

En México se librará el domingo la última batalla electoral antes de las presidenciales de 2018. Cuatro estados elegirán autoridades, pero uno solo vale por todos: el Estado de México, cuna del presidente Enrique Peña Nieto.

Hay una sigla que resume estos comicios: AMLO. Son las iniciales del político nacionalista de izquierda Andrés Manuel López Obrador, que sin ser candidato fue la figura y estuvo en la mayor parte de los actos de campaña de su partido, Morena. Su meta es la Presidencia.

"Si Morena triunfa en el Estado de México, la madre de todas las batallas, el camino hacia el 2018 se considerará despejado para Andrés Manuel López Obrador", escribió el analista Roberto Zamarripa en el diario "Reforma". O al menos se lo haría más sencillo.

Su candidata, la maestra y ex alcaldesa Delfina Gómez, de 54 años, puede arrebatarle al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Peña Nieto, según las encuestas, el enclave más preciado, donde gobierna desde 1929. Para Morena sería su primera gobernación.

Además del Estado de México, que sólo elige gobernador, para el PRI están en riesgo Coahuila y Nayarit, que votan gobernador, diputados locales y alcaldes. En Veracruz sólo se renovarán alcaldías. La disputa en Coahuila es con el Partido Acción Nacional (PAN, conservador) y en Nayarit con una coalición opositora encabezada por el PAN y el Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda).

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Pero las miradas están puestas en el Estado de México. Esa región del centro del país, que limita con la capital, tiene 16 millones de habitantes, un 13 por ciento del padrón nacional y aporta el 9,5 por ciento del PIB. Es el tesoro del PRI.

El candidato priista, Alfredo del Mazo Maza, de 41 años, representa a la estirpe política de más tradición en el Estado de México.

Ya fueron gobernadores su padre Alfredo del Mazo González (1981-1986) y su abuelo Alfredo del Mazo Vélez (1945-1951), mientras que él formó parte del equipo de Peña Nieto cuando el actual presidente gobernaba el estado (2005-2011) y fue alcalde y diputado.

Prometió mano dura para combatir la inseguridad, en un estado con un alto número de feminicidios, y otorgar un "salario rosa" a las amas de casa, una propuesta destinada a captar al voto femenino en sectores de bajos ingresos.

El logotipo de Del Mazo dice "Fuerte y con todo" y un puño cerrado se interpone entre las dos palabras de su apellido.

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"Todo lo que somos, todo lo que hemos trabajado, que hemos construido durante tantos años está en juego en esta elección. De nuestro triunfo depende el futuro del priismo, el futuro de este país", señaló.

Para Delfina Gómez es hora de que el PRI se vaya. "Ya nos cansamos", dice. Y prometió acabar con "la fiesta de la corrupción" con un Gobierno honesto y austero que atienda las necesidades de la gente generando más oportunidades de desarrollo.

Entre los cinco candidatos que compiten en el Estado de México está la ex candidata presidencial del PAN en 2012, Josefina Vázquez Mota, que fue ministra de Desarrollo Social y de Educación y diputada federal.

A pesar de ser la candidata con más trayectoria en la administración pública, no pudo con el desafío, según los pronósticos, que la ubican en tercero e incluso cuarto sitio después de Juan Zepeda, candidato del PRD. La otra competidora es la independiente Teresa Castell.

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El analista Leo Zuckermann afirmó que la victoria de Gómez fomentaría "la formación de una amplia alianza anti-lopezobradorista para el 2018. Y previsiblemente, por todos los frentes, se van a ir con todo en contra del candidato de Morena”.

López Obrador, que quedó segundo en las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, acusó al gobierno de Peña Nieto de haber orquestado una "elección de Estado" y de tener "a todo el gabinete metido en el Estado de México" para imponer a Del Mazo.

"Quieren generar un ambiente de conflicto poselectoral", dijo el presidente del PRI, Enrique Ochoa. "Esa ha sido la marca de la casa de López Obrador, que cuando pierde elecciones, y las pierde muy frecuentemente, no reconoce los resultados", afirmó.

El historiador mexicano Enrique Krauze, autor de obras como "La presidencia imperial" y "El poder y el delirio", dijo en una entrevista con el diario español "El País" que la disputa seguirá en el Tribunal Electoral con una "judicialización" de las elecciones.

"La campaña presidencial de 2018 empezará el día después de la decisión del Estado de México con la batalla jurídica que se desatará, a menos de que los resultados sean abrumadores para algunas de las fuerzas. Pero no lo veo así", afirmó.

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