AMLO es "el señor de los mercados"
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Antonio Navalón describe al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador como ‘el señor de los mercados’ y aborda la cuarta transformación, y la revolución en redes sociales que han hecho posibles los cambios de gobierno, además de los costes políticos, económicos y morales en la nación.
Antonio Navalón describe al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador como ‘el señor de los mercados’ y aborda la cuarta transformación, y la revolución en redes sociales que han hecho posibles los cambios de gobierno.
Desde el punto de vista de Antonio es AMLO, Bolsonaro, Trump, Duarte, Orbán y Morawiecki el anunciante de los nuevos tiempos mismos que, todas sus revoluciones sociopolíticas tuvieron su ariete desde el Internet, pero ahora se caracterizan por los mismo, todos olvidan que las redes sociales continúan.
En ese sentido, la lógica económica, social y política seguirá teniendo vigencia en esta misma era. Según Navalón, seguimos creyendo que la democracia, por sí misma y sin consecuencias, arreglará las cosas.
Sin embargo, la democracia se encuentra en crisis. Y se debe a que la gente, no sólo se ha unido como sociedad internacional, sino que además han visto que los ejercicios democráticos lo único que han beneficiado son los bolsillos de algunos cuantos, repercutiendo en la moral a la sociedad.
Los pueblos, en este caso no son los culpables porque el fin de las instituciones es servirles a ellos y no viceversa.
Haciendo referencia a Montesquieu, la separación de poderes se refiere a la división del poder legislativo, ejecutivo y judicial por órganos de gobierno distintos, autónomos e independientes entre sí. Esta es la cualidad principal de la democracia.
Montesquieu argumentaba que “todo hombre que tiene poder se inclina a abusar del mismo; él va hasta que encuentra límites. Para que no se pueda abusar del poder hace falta que, por la disposición de las cosas, el poder detenga al poder”.
Pero cuando se tienen más de 30 millones de votos detrás de sí y mayoría en el Senado, el Congreso y en la mayoría de los congresos estatales, no existe margen de actuación política, porque lo que se dice y lo que se piensa, se convierte en ley.
“Y es que cuando Andrés Manuel López Obrador busca mandar un mensaje, que ni siquiera Lenin se atrevió a dar en sus primeros momentos, los mercados reaccionan motu proprio, no por la lógica del poder político. Lenin, para poder mantenerse en el poder, tuvo que hacer un acuerdo: instaurar la Nueva Política Económica y gobernar durante una serie de años con los burgueses. Años después, Stalin dio su merecido a los burgueses por haber abusado del pueblo” explica Antonio Navalón.
AMLO al fijar su mirada en la cámara y explicar que había llegado la hora de saber de verdad quién manda, “comprendí que se estaba levantando un muro. Comprendí que se trataba de un muro verdadero, no como los que usan en los bancos y que se saltan continuamente, sino un muro moral entre el poder político y el poder económico.” añadió.
Para Obrador, los mercados pretenden limitar la soberanía política y regir los países, por esto han dejado de ser un condicionante en la toma de decisiones.
La cuestión presente desde el primero de julio, tras la pacífica y emotiva revolución en los resultados de las elecciones, recae en saber cuánto le costará a México el hecho de que AMLO sea “el señor de los mercados”.