Andrea, Fathom, Katrina y Splash, los delfines que buscarán rescatar a la vaquita marina

Nacional
/ 6 octubre 2017

Este 5 de octubre, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, junto con la Marina, inauguraron el santuario para la vaquita marina, en Baja California

Cuatro delfines son la última esperanza para que la vaquita marina sobreviva. Andrea, Fathom, Katrina y Splash, entrenados por la Marina de Estados para intentar rastrear y proteger a los 30 ejemplares de esta marsopa, ya están en México.

Los defines utilizarán su sonar natural para localizar a las vaquitas, luego irán a la superficie y darán aviso a sus manejadores, de acuerdo con Jim Fallin, del Centro de Sistemas Espaciales y de Operaciones Militares Navales de la Marina de Estados Unidos en el Pacífico.

Esta búsqueda forma es el arranque del Proyecto Vaquita CPR (Conservación, Protección y Recuperación), una medida de emergencia para trasladar a algunos de los ejemplares restantes a un santuario temporal con la esperanza de que puedan reproducirse en un lugar seguro, lejos de los peligros de la pesca.

Esta santuario fue inaugurado este jueves 5 de octubre por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, junto con la Marina, en Baja California.

Según el gobierno federal, este proyecto se financiará con tres millones de dólares aportados por organizaciones civiles internacionales y responde a una de las recomendaciones del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA).

La reproducción de la especie, aún tras la creación de este santuario, enfrentaría tres retos, según el profesor investigador del Instituto de Oceanografía de Scripps, Octavio Aburto: la dificultad de localizar a los ejemplares ya se por aire o vía marítima, el poco estrés que pueden soportar al ser manipuladas y perseguidas, así como la baja diversidad genética que poseen por la reducción de ejemplares.

Se presume que la vaquita puede empezar a reproducirse alrededor de los 6 años. La hembra tiene sólo una cría durante la primavera, probablemente cada dos años o más. El ejemplar más viejo encontrado ha sido una hembra con una edad estimada de 21 años. Es decir, una hembra solo podría tener entre 5 y 7 crías en toda su vida reproductiva.

Además de que esta baja tasa reproductiva es un factor en contra para su reproducción, se estima que menos del 20% de los ejemplares vivos son hembras.

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