Asesinan y despedazan en Guerrero a ecologista y protector de la sierra

Nacional
/ 5 abril 2021

Carlos Marques Oyorzábal, campesino ecologista y comisario municipal del poblado Las Conchitas, municipio de San Miguel Totolapan, fue torturado y mutilado por delincuentes

Chilpancingo, Gro. El Observatorio para la Paz y el Desarrollo de la Sierra de Guerrero informó que un grupo de la delincuencia organizada, asesinó y destazó a Carlos Marques Oyorzábal, campesino ecologista y comisario municipal del poblado Las Conchitas, municipio de San Miguel Totolapan, en la Tierra Caliente de Guerrero.

Vía telefónica, uno de los dirigentes del Observatorio para la Paz, que pidió el anonimato, explicó que el comisario bajaba en su cuatrimoto de su comunidad por el camino de El Duraznito con rumbo a la Ciénega de Puerto Alegre, “cuando fue sorprendido por un grupo de delincuentes, presuntamente gente de “El Nencho”, que viajaba en tres camionetas, por lo que se regresaron con él al poblado de Ciénega de Puerto Alegre”.

Ya en la comisaría ejidal “los delincuentes lo torturaron al defensor de los bosques hasta que murió, y procedieron a destazarlo hasta dejarlo en pedazos, lo dejaron bien despedazado en la noche”.

El Observatorio para la Paz, recordó que el comisario Carlos Marques “formaba parte de la policía comunitaria que formaron los Pueblos Unidos, que han apoyado la detención de camiones que sacaban la madera de nuestro ejido, pero ahora vemos con preocupación que se está reforzando la delincuencia, y fortaleciendo porque muchos de los que mataron al comisario municipal no eran de ahí, sino de otros lugares”.

Según el testimonio, la gente se encuentra espantada e inclusive tienen miedo de presentar denuncias pues por radio amenazan a pobladores y ecologistas.

Hay amenazas inminentes en contra de los pueblos defensores de los bosques “ y por eso le preguntamos a Eudocio Barragán, que encabeza a los policías comunitarios del pueblo de Lindavista, qué han hecho hasta ahora, porque se supone que se armaron para defender los bosques, pero pareciera que se armaron con el permiso de “el nencho”, y de “la changa”, pareciera ahora que los Pueblos Unidos están coludidos, con ellos y no con los pueblos que se oponen al saqueo de la madera”.

Nosotros estamos refrendando la demanda “al presidente Andrés Manuel López Obrador, y al gobernador Héctor Astudillo Flores, que intervengan antes de que sea demasiado tarde; además queremos que se instale en el poblado de Agua Escondida, municipio de San Miguel Totolapan, una base de operaciones mixtas con la participación del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, y la Policía Estatal”.

En tanto, campesinos de los pueblos de San Vicente de Benítez, Río Santiago, El Paraíso, y de otros pueblos de la sierra del municipio de Atoyac de Álvarez, en la Costa Grande, denunciaron en redes sociales que todos los días “pasan 6 (camiones) troceros llenos de madera, y sabemos por quien están protegidos, y eso no nos intimida, y también que ejidatarios y comisarios ejidales están con ellos y cuánto les están pagando”.

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