El Cártel Jalisco Nueva Generación y su lucha por el Bajío

Nacional
/ 31 agosto 2018

El Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) se disputa el control por el robo de hidrocarburo y gas LP en los estados de Guanajuato, Querétaro y Puebla

CIUDAD DE MÉXICO. La estructura económica, la organización, su sicariato y poder de armamento bélico, ha extendido las zonas de influencias del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) hacia el Bajío mexicano y centro del país, principalmente en los estados de Guanajuato, Querétaro y Puebla, donde se disputa el control por el robo de hidrocarburo y gas LP.

Las luchas intricárteles las sostiene con algunas organizaciones locales, como el denominado Cártel de Santa Rosa de Lima La Nueva Familia Michoacana; mientras que en otros estados los enfrentamientos los realiza con células de Los Zetas y Cártel del Golfo.

La disputa por el llamado “huachicol” ha incrementado la violencia en los estados de Guanajuato y Puebla, donde la organización que encabeza Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, se centra en los llamados “Triángulo del Huachicol” y “Triángulo Rojo en Puebla”.

Los constantes enfrentamientos y ejecuciones en Guanajuato, se están centrando en los municipios de Valle de Santiago, Jaral del Progreso, Cortázar, Yuriria, Salamanca, Irapuato, Silao y León, que están dentro del llamado “Triángulo del Huachicol”, entre las células del CJNG y su escisión denominada Santa Rosa de Lima, comandado por José Antonio Yepes “El Marro”.

De acuerdo con la información que ha difundido la Décimo Sexta Zona Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la lucha entre las dos organizaciones es por el robo de combustible y gas LP.

Violencia que se ha trasladado al estado de Querétaro en el corredor que componen los municipios de Palmillas, San Juan del Río, Pedro Escobedo y Corregidora, por donde corre el poliducto Tula-Salamanca.

En el llamado “Triángulo Rojo”, que lo componen los municipios de Acatzingo, Palmar de Bravo, Quecholac, Tecamachalco y Tepeaca, los constantes enfrentamientos se realizan entre las células del CJNG contra los sicarios de Roberto de los Santos de Jesús, alias “El Bukanas”, líder huachicolero al servicio de Los Zetas.

La violencia que genera el CJNG se ha extendido al estado de Michoacán por la disputa por el trasiego de estupefacientes, la elaboración de droga sintética, La Nueva Familia Michoacana y Los Viagras.

En tanto, en Aguascalientes el Cártel del Golfo y Jalisco Nueva Generación, se disputan el estado con una diversidad de delitos que van del secuestro, robo de comercio, extorsión, cobro de piso, trasiego de droga, ejecuciones y levantones.

Mientras que, en San Luis Potosí, se tiene una guerra silenciosa entre el Cártel del Golfo, Los Zetas, La Nueva Familia Michoacana y Nueva Generación.

En Morelos la lucha por la venta y distribución de la droga, los secuestros y cobros de piso tienen en constantes enfrentamientos a las organizaciones delictivas de Los RojosGuerreros Unidos y recientemente con el Cártel de Jalisco.

En el caso del Estado de México, las células del Cártel de Jalisco Nueva Generación y La Nueva Familia Michoacana, ha generado el incremento en la inseguridad en la última década en diversos municipios mexiquenses.

Por su parte, la Ciudad de México, paso de ser una zona de enlaces, negociaciones y alianzas a un campo de batalla entre las organizaciones locales del Cártel de Tláhuac y la Unión Tepito que orilló a renunciar a Hiram Almeida Estrada como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSP-CDMX), en su lugar llegó Raymundo Collins.

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