En México la radiactividad no tiene control
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Los riesgos son cada mes más grandes. A las empresas que manejan materiales les falta trabajar más en protocolos de seguridad, opinan especialistas
MÉXICO.- En el bullicioso centro de Salamanca, Guanajuato, Candelaria vende antojitos a sólo seis metros de distancia de una casa habilitada como “laboratorio de pruebas no destructivas”, que guarda en la zotehuela cinco equipos de radiología industrial que actúan con iridio 192, un isótopo radiactivo cuya tenencia está regulada por la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) de la Secretaría de Energía.
Como única advertencia de seguridad para los transeúntes, el pequeño negocio tiene un símbolo del trébol radiactivo pintado sobre la fachada. El logo es el único señalamiento de riesgo que llevan rotulado las camionetas con las que la empresa transporta sus equipos, mismas que se estacionan en la calle, al no contar el inmueble con cochera.
En esta industrializada ciudad, el Reglamento de Protección Civil prohíbe el uso de la vía pública para cargar productos peligrosos, mientras que la Norma Oficial Mexicana NOM-025/2, cuyo cumplimiento corresponde a la CNSNS, dicta obligaciones a los dueños de estas unidades: “En caso de pernoctar fuera del almacén, deben estacionarse en lugar seguro y nunca en la calle.
Cuando se estacionen en la calle, en todo momento deben estar vigiladas por el personal ocupacionalmente expuesto”.
Mantenimiento Industrial del Centro (MICSA) es el nombre del referido taller, mismo que el pasado 28 de febrero adquirió notoriedad al saberse que uno de sus vehículos transportadores de iridio 192 fue robado en la ciudad de San Juan del Río, Querétaro, una unidad radiológica que también en ese caso fue estacionada y dejada en la vía pública por sus operarios.
El contenedor portátil de iridio 192 presuntamente robado en San Juan del Río y que días después fue encontrado (“sin incidentes por lamentar”) en el municipio mexiquense de Ixtlahuaca es el octavo que se reporta en México dentro de los últimos 26 meses, de acuerdo con
Los más comunes
Dedicado a brindar “servicios de identificación radiológica de fallas en ductos, equipos industriales y soldaduras en general”, MICSA es uno de los cinco “laboratorios” que operan con iridio 192 en la ciudad de Salamanca y uno de los casi 173 permisionarios para el manejo de toda clase de productos radiactivos que actúan en México, de acuerdo con datos actualizados hasta abril pasado por la CNSNS.
Al igual que Guanajuato, los estados de México, Querétaro, Hidalgo, Veracruz, Tabasco, Oaxaca, Baja California y la Ciudad de México son las entidades donde se concentra 90% de las empresas del ramo.
El iridio 192 es el isótopo artificial que mayormente se emplea en México, además del cesio 137, iterbio 179 y tulio 170, para uso industrial. Asimismo, para fines de radiología médica los más utilizados son el cobalto 60, yodo 129/131 y tecnecio 99.
Los riesgos para la salud que implica la exposición (inclusive instantánea) a estos compuestos llegan a ser letales, razón por la cual los protocolos de seguridad exigen su resguardo dentro de contenedores sellados, así como mantener “un perímetro de seguridad con radio mínimo de 30 metros” de distancia de las personas no capacitadas para su manejo.
Ve mejoras
Bonifacio Alanís, ingeniero capacitador de técnicos radiólogos, asegura: “Gracias a la presencia en México de industrias extranjeras hemos avanzado bastante en el ramo de la seguridad industrial. Tendría que recordarse lo que era este ambiente hace unos 20 años: una verdadera pena”.
Sin embargo, Alanís acepta que sí existe un “área de oportunidad” para mejorar el ramo: certificar a todas las empresas y técnicos radiólogos, una meta que aún es remota. “Los riesgos para la salud pública son grandes, de modo que a nuestra industria le conviene tomar los ejemplos buenos y malos que tenemos a la vista y certificarse”, comentó.
Ocho robos
> Cada uno de los ochos extravíos en los dos últimos años, de material radiactivo ha originado la emisión de alertas por parte de las autoridades municipales y estatales afectadas.
> Así como por las federales de la CNSNS, de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, de Seguridad Pública e inclusive de las consulares.
> Quedan obligadas a girar avisos internacionales debido a los convenios que nuestro país tiene firmados en materia de seguridad nuclear.
> En ninguno de los casos reportados la CNSNS ha hecho pública la imposición de algún tipo de sanción para las empresas involucradas.
> A raíz del caso San Juan del Río, el reportero solicitó al área de Transparencia de la Secretaría de Energía dicha información, la cual se encuentra “en trámite”.
‘Somos negligentes’
Jesús Gurría, ingeniero independiente con experiencia de 40 años en consultoría industrial, es contundente para descalificar a todo el mercado de servicios de “pruebas no destructivas”, el cual, asegura, “consta de pocas empresas porque entre todas se disputan a sus dos principales clientes: Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad”.
“Nunca he conocido un servicio de radiología del que yo pueda decir ‘este sí es completamente profesional’. Ninguno de esos negocios tiene el cuidado necesario con la radiactividad ni menos aún aportan el equipo, los uniformes o el adiestramiento suficiente para su personal técnico. Nos falta disciplina y conocimiento del manejo de materiales radiactivos. No es que estemos en pañales ni que no conozcamos de riesgos, sino que simplemente así somos de negligentes. Así actuamos en México: a la mexicana, precisamente”, afirmó.