Entre marionetas y el ‘Diván de Valentina’, niñas y niños regresan a clases en una ‘rara’ normalidad

En el primer día de clases, los canales de televisión –públicos y privados– se convirtieron en aulas virtuales; las marionetas enseñaron a los más pequeños a lavar sus manos; letras, música y álgebra para los medianos; experimentos para los más grandes; deportes con medallistas olímpicos y ‘fritangas’ para el ‘lunch’.

Ayer, desde el amanecer y casi hasta la medianoche, se vio una nutrida barra de programación para los cerca de 30 millones de alumnos mexicanos que se encuentran en sus casas ante el periodo de confinamiento por la pandemia de COVID-19.

Las clases comenzaron con ‘Ajolisto’, una colorida marioneta que emula un ajolote, y quien es el encargado de enseñarles a los menores a lavarse las manos, da consejos e invita a escuchar música, ya sea de Freddie Mercury o de Wolfgang Amadeus Mozart.

En los salones de segundo y tercero de primaria, se les vio a decenas de alumnos mostrando sus instrumentos; una flauta, una tuba o un clarinete. Los menores lucieron también su habilidad para distinguir entre Antonio Vivaldi y Johann Sebastian Bach. Y quienes participaron en las grabaciones, utilizan habilidosamente computadoras, tabletas y celulares.

La mayoría de los contenidos fueron materiales recién creados por la Secretaría de Educación Pública (SEP), otros más de archivo, y algunos hasta de otros países.

Para cuarto de primaria se retomó un tutorial de la televisión pública Argentina y su canal Pakapaka, en el que Julio Luthier explica cómo se elabora un “globinete con un caño”, esto es, un instrumento musical con un tubo de PVC. Además de que algunos padres percibieron fragmentos de series como "El Diván de Valentina".

Las operaciones matemáticas y la división con números decimales se convirtieron en un reto para los de secundaria, lección en la que el profesor amablemente solicita al estudiante dejar en pausa el video, resolver el ejercicio y, posteriormente, corroborar el resultado.

En otra sección, ya para más grandes, se les enseña a fabricar un cubrebocas con una camiseta, unas tijeras, y siempre, con la compañía de un adulto.

No hubo recreo, pero sí activación, con los clavadistas olímpicos Rommel Pacheco y Paola Espinosa, quienes, con flexiones y estiramientos fáciles, invitaron a los alumnos a tener unos minutos de calistenia.

La clavadista, medallista en Juegos Olímpicos, ayudó a los niños a ejercitarse mientras toman clases desde sus hogares. En cambio, Pacheco ya había grabado algunos videos para las llamadas pausas activas, es decir, una forma en la que los alumnos se ponen en movimiento entre cada clase o durante las mismas.

Finalmente, la hora del ‘lunch’ llegó y con él una recomendación desde el pueblo mágico de San José de Gracia, en Aguascalientes, que como parte de la programación se les invita a “amar a México” y a comer unas deliciosas gorditas típicas de la región, que van rellenas con algún guisado y bañadas con manteca.

Alumnos en Tabasco mandarán tareas por correo… y no en línea

La Secretaría de Educación de Tabasco estimó que el 25 por ciento de los estudiantes de educación básica no tiene acceso a internet o a un dispositivo para seguir clases en línea, e incluso carecen de televisor.

Es decir que, de los 520 mil estudiantes de escuelas públicas, 130 mil no cuentan con medios digitales a su alcance, por lo que recibirán cuadernillos de apoyo y entregarán sus tareas a través de buzones.

La secretaria de Educación, Egla Cornelio Landero, explicó que el programa “buzón escolar” consiste en que los mismos maestros dispongan de una caja en los planteles para depositar allí la lista de tareas que será recogida por los padres, que a su vez volverán para hacer la entrega correspondiente.

En tanto, en Morelos, profesores de al menos 12 comunidades lejanas y en la sierra tendrán que adaptar su proceso de enseñanza con guías de estudio que ellos mismos van a elaborar y con libros de texto gratuito que comenzarán a distribuirse.

En Puebla, hay comunidades en zonas serranas, principalmente de la Mixteca, donde se carece de luz o hay apagones constantes.

La Secretaría de Educación en Tamaulipas tiene identificadas mil 795 escuelas en zonas rurales que carecen de electricidad; alrededor de 49 mil niños y jóvenes tendrán que hacer uso de cuadernillos y apoyarse de las visitas de los maestros.

En Querétaro existen 158 planteles de educación pública indígenas: 84 de preescolar y 74 de primaria.

En Veracruz, en los 20 municipios ubicados en zonas de alta y muy alta marginación serán distribuidos 150 mil ejemplares de lectoescritura, además de 37 mil 500 guías de matemáticas y español.

En Yucatán seis de cada 10 alumnos no tienen internet,196 mil yucatecos).

La titular de la Secretaría de Educación de Guanajuato, Yoloxóchitl Bustamante, dijo que para los hogares que no tienen TV, han preparado materiales impresos.

Sin acceso a internet, 3 de 10 estudiantes En México, 44.3 por ciento de los hogares dispone de una computadora, y de ellos, sólo el 56.45 por ciento cuenta con acceso a internet.Un estudio del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM alerta que “al menos a tres de cada 10 alumnos le será imposible el trabajo o la educación a distancia”.

Coordinado por la investigadora Margarita Velázquez, el análisis plantea que “en México la brecha digital –de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de Información en los Hogares (ENDUTIH 2020)– muestra que únicamente el 44.3 por ciento de los hogares dispone de una computadora y sólo el 56.4 por ciento cuenta con acceso a internet”.

Expone que “en países como Corea del Sur, Reino Unido, Alemania y Suecia, nueve de cada 10 personas son usuarias de internet, mientras que en México la proporción es siete de cada 10 personas. Esto implica que al menos a tres de cada 10 mexicanos le será imposible el trabajo o la educación a distancia.

Destaca que “si bien en México el uso de computadoras por hombres y mujeres es muy similar, es necesario dar a las mujeres más habilidades en el manejo de estas tecnologías”, por ser las que se harán cargo, en la mayoría de los casos, de la atención y asesoría de los niños.

Insiste en que “el trabajo a distancia implica tener ciertos conocimientos digitales y acceso a la tecnología, lo cual también puede resultar oneroso para trabajadoras y trabajadores, entre quienes el analfabetismo digital es alto, sobre todo en el caso de las mujeres”.