Estudio revela la estigmatización que padecen los más de 100 mil desaparecidos y sus familias en México
COMPARTIR
Las más de 100,000 personas desaparecidas y sus familias son estigmatizadas por las autoridades mexicanas que están encargadas de buscarlas, concluyó un estudio hecho en Jalisco por el ITESO.
“Por una parte, es una forma de eludir su responsabilidad en tener políticas de seguridad que impidan y prevengan las desapariciones. Por otra, es la mejor forma de excluirlos y justificar su incapacidad, su negligencia”, explicó Alejandra Nuño, directora del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez de la Universidad ITESO.
Nuño quien colaboró en el diagnóstico “Nadie merece desaparecer”, que fue presentado en el ITESO y que tuvo el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
En este estudio cuenta entrevistas con familiares de personas desaparecidas en Jalisco, siendo estado que ocupa el primer lugar en desapariciones en el país con más de 13,400 casos.
TE PUEDE INTERESAR: ‘Sin certezas de la muerte de estudiantes de Ayotzinapa’
En estudio llevado a cabo por el ITESO, las víctimas manifestaron la estigmatización que viven tanto por parte de policías así como de las autoridades de la fiscalía estatal y por la misma sociedad.
“Quisieron tipificar a mi hija como la bailarina de ‘pole’ (tubo). No te equivoques: mi hija es licenciada. Es maestra. Es empresaria. Y desde un principio puse mis reglas: a mi hija la respetan y a mí me respetan”, expresó en el estudio Leticia Vázquez, madre de Erika, desaparecida en Puerto Vallarta.
Los resultados del estudio se presentaron en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, que se conmemora hoy 30 de agosto, en donde en México hay más de 100,000 personas sin localizar desde 1964.
TE PUEDE INTERESAR: Tampoco confío en ustedes: titular de Segob a madres de desaparecidos
Así también, Nuño aseveró que esta confrontación la viven los colectivos de familiares de desaparecidos en todo el país, ya que criminalizarlos y etiquetarlos es un discurso que viene desde los gobernadores o los presidentes municipales y desde el Gobierno federal.
“(Dicen) que estas personas como en algo andaban, por cómo se vestían y actuaban se merecían que esto sucediera. ¿Cuántas veces hemos escuchado a las y los funcionarios que dicen: se abatieron entre ellos mismos? Como si eso fuera una justificación de que no tuviéramos un país seguro”, explicó Nuño.
Así mismo, este discurso también tiene el propósito finalidad crear una falsa sensación de normalidad entre los ciudadanos, que suelen pensar que las personas “buenas” no pueden desaparecer, añadió Nuño.
“Es el inconsciente de pensar: a mí no me va a pasar, le pasa a otras personas que están en situaciones infortunadas, es pensar que esa realidad le pasa a otras personas”, expresó Nuño.
También en el diagnóstico están incluidas reflexiones con representantes de organizaciones civiles quienes acompañan a los colectivos, notas publicadas por medios de comunicación, un abordaje teórico con especialistas y recomendaciones.
Con información de la Agencia EFE.