Iglesia pide al gobierno reconsiderar 'gasolinazo'

Nacional
/ 5 enero 2017

Insistió en que se debe "bajar" el precio de de los combustibles, pues ha generado descontento, actos de protestas e incluso saqueos

Ciudad de México. La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llamó al gobierno, legisladores y partidos políticos a "reconsiderar" el gasolinazo y resolver esta coyuntura de manera "inteligente y creativa".

En conferencia de prensa, Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM, exhortó a las autoridades a ser "sensibles" ante este "golpe radical" a la economía familiar.

Insistió en que se debe "bajar" el precio de de los combustibles, pues ha generado descontento, actos de protestas e incluso saqueos.

Dijo que los obispos son "sensibles ante el momento actual que aqueja a nuestra sociedad".

"Como Conferencia del Episcopado Mexicano hacemos un llamado a todos los actores de la sociedad (gobierno, empresas, sociedad civil, partidos políticos, iglesias e instituciones académicas, entre otros), a recorrer el camino de la paz, la justicia y la solidaridad, resolviendo de manera inteligente y creativa los grandes retos que se nos presentan. La disposición para construir la paz y el bien común entre nosotros, es la mejor forma de fortalecer nuestra unidad".

Apuntó que ante "la disposición del aumento al precio de los combustibles, exhortamos a las autoridades civiles a reconsiderar seriamente -dado el contexto nacional y las variables internacionales-, esta medida que afecta a todo nuestro país, especialmente a los más pobres".

Indicó que "se requiere ser sensibles a las necesidades cotidianas de la gente, y ser conscientes de las consecuencias de esta medida gubernamental. Hacemos un llamado a la autoridad, especialmente al Poder Ejecutivo y Legislativo, a mirar desde abajo y no solamente desde arriba. No es correcto imponer leyes sin tomar en cuenta la realidad y el sentir que vive la gente, sobre todo los más desamparados".

También llamó a los ciudadanos a que "su descontento manifiesto, y su malestar, comprensible, se encaucen a través de medios pacíficos, creativos y respetuosos de la ley", porque "nunca la violencia, el vandalismo, el saqueo o la afectación a las vías de comunicación serán el camino".

Remarcó que "es urgente construir lazos solidarios verdaderos que promuevan el diálogo, la confianza y la certidumbre entre nosotros" y precisó que no es el camino "la confrontación estéril y la anarquía, pues estas conductas no resuelven los grandes problemas del país, sino que dividen aún más a la nación".

Insistió en que "la violencia genera violencia, destrucción. No expongamos, ni atentemos contra la integridad de ninguna persona, ni la paz social. Seamos sensibles con quienes están siendo doblemente afectados: los que no pueden llegar a sus trabajos, hospitales, escuelas, o no pueden abrir sus comercios, o están siendo saqueados".

En tal sentido exhortó "a todos los miembros de la Iglesia Católica a solidarizarnos especialmente con los más afectados" y se  hizo "eco del reciente mensaje del Papa Francisco, el pasado 1 de enero, sobre la Jornada Mundial de la Paz".

Remarcó que el camino ante el repudio a estas medidas "la no violencia activa" y el "dialogo nacional".

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