“Quinto autobús” de Ayotzinapa no fue asegurado ni revisado por peritos

Nacional
/ 26 octubre 2015

La revisión de toda la versión pública del caso Ayotzinapa confirma que el autobús Estrella Roja, que según expertos independientes pudo ser utilizado para transporte de drogas, desapareció desde las primeras fases de la indagatoria. El autobús de los Avispones también se “perdió” varias horas.

Por Arturo Angel (@arturoangel20) para Animal Político

El quinto autobús que salió de la central de Iguala la noche del 26 de septiembre, y que expertos independientes señalan como un eslabón faltante en la investigación del caso y posiblemente vinculado con tráfico de drogas, no fue revisado oficialmente por peritos ni de la Fiscalía de Guerrero ni de la PGR luego del ataque y ni siquiera hay constancia de que el mismo fuera asegurado.

En las averiguaciones que la Procuraduría General de la República (PGR) consignó a finales del año pasado por el ataque a los normalistas de Ayotzinapa, se incluyeron los peritajes practicados a 32 vehículos relacionados en los hechos.

Los dictámenes corresponden a distintos autobuses, decenas de patrullas, taxis y autos involucrados y recuperados, pero el autobús Estrella Roja número económico 3276 simplemente no aparece en ninguna de las constancias.

En septiembre pasado, los especialistas del Grupo Independiente de Expertos Interdisciplinario (GIEI) destacaron en su informe que la PGR no había dado seguimiento de este quinto autobús que salió de la terminal y plantearon la hipótesis de que pudo haber sido usado para transportar drogas. Las autoridades respondieron que el autobús si fue parte de las averiguaciones.

La revisión hecha por Animal Político de los 83 tomos de la versión pública del expediente Ayotzinapa confirma que el vehículo de Estrella Roja y la ruta que siguió aparecen en las declaraciones. Sin embargo, no se le incluyó luego entre los vehículos asegurados e inspeccionados.

En septiembre de este año, tras del anuncio de los expertos del GIEI, la PGR realizó una diligencia en las instalaciones de la línea Estrella Roja del Sur en el Distrito Federal relacionada con la investigación de los normalistas, en donde aseguró dos autobuses de esa línea lo que derivó en un amparo interpuesto por la empresa.

Por otro lado, el expediente del caso también revela que otro de los autobuses involucrados, en el que viajaba el equipo de futbol Avispones atacado en la noche de Iguala, fue trasladado sin que la PGR lo supiera desde Guerrero hasta el Distrito Federal. Los agentes encontraron el vehículo literalmente estacionado afuera de SEIDO, antes de que las evidencias del ataque que sufrió fueran borradas en un taller de hojalatería.

¿El quinto malo? En diciembre de 2014 la PGR consignó la averiguación previa PGR/SEIDO/UEIDMS/1017/2014 en la que incluyó todas las indagatorias abiertas previamente por el caso Iguala, y que sirvió para imputar cargos en contra de más de 70 personas, entre ellos ex funcionarios municipales y presuntos delincuentes.

Dicha averiguación incluye varias declaraciones que hacen referencia al autobús Estrella Roja saliendo de la terminal de autobuses de Iguala. Una de ellas es la de un testigo protegido que se puede ubicar en la página 472 del tomo 81 de la versión pública del caso.

“Abordamos dos autobuses Costa Line y otro autobús más de la Línea Estrella Roja, sumado a los dos autobuses de Estrella de Oro que ya traíamos para sumar cinco autobuses (…) salimos de la central circulando por la calle Juan Álvarez, a excepción del autobús Estrella Roja mejor conocido como TER (Transportes Estrella Roja) quien salió por la calle Ignacio Manuel Altamirano dirigiéndose sobre la avenida periférico Sur” indica la declaración.

El expediente, como lo señaló también en su informe el GIEI, cuenta con al menos ocho testimonios, entre ellos los de los testigos protegidos MANC, CEAT y ATP que confirman la salida de la referida unidad de la terminal, además de una cámara de circuito cerrado en la que se aprecia el momento.

Las declaraciones de testigos y normalistas indican que el autobús consiguió avanzar separado de las otras unidades varias cuadras hasta que fue interceptado por elementos de la policía municipal y federal en las inmediaciones del Palacio de Justicia

Al llegar a ese punto los estudiantes narraron que descendieron del camión y escaparon en diversas direcciones para huir de la persecución de los policías. Esta acción permitió que ninguno de ellos resultara detenido y luego desaparecido.

En cuanto al chofer de dicho autobús, este ha rendido dos versiones sobre lo sucedido ante las autoridades. En su declaración hablada dijo que la unidad fue dañada al salir de la terminal mientras que en una versión manuscrita, revisada por el GIEI, refiere que avanzaron tal como lo señalaron los estudiantes.

Autobús fantasma La revisión hecha por este medio de toda la averiguación previa consignada a finales del 2014 permitió descubrir que no existe una sola constancia de su aseguramiento ni de su revisión por peritos de Guerrero o la PGR.

Entre las pruebas que se aportaron al juez la PGR describe32 vehículos involucrados en los incidentes los cuales fueron trasladados al depósito “Grúas Mejía”, en el Boulevar de Ciudad Iguala. Dicha información está en la página 1038 del Tomo 81 de la versión pública.

Ahí se resumen los peritajes practicados a cada unidad involucrada. Entre dichas unidades están cinco autobuses, cuatro utilizados por los normalistas y uno por el equipo de futbol Avispones, además de múltiples patrullas de las policías municipales de Iguala y Cocula. El que no aparece es el autobús 3278 de Estrella Roja.

En el tomo 83 de la versión pública están los documentos de los peritajes originales de balística practicados por la Fiscalía de Guerrero a todas las unidades aseguradas en Iguala y llevadas al referido depósito. El documento tiene fecha del 30 de septiembre. Ahí tampoco aparece el autobús de Estrella Roja.

Los peritajes se practicaron a todos los vehículos asegurados la noche del incidente y en los días posteriores. Pero en la averiguación no hay constancia del decomiso del Estrella Roja ni en el Palacio de Justicia ni en inmediaciones de la central de autobuses o en algún otro sitio.

De acuerdo con algunos artículos publicados, la PGR descartó que existiera droga en el autobús como sugirieron los expertos independientes luego de que se hiciera una revisión del mismo, pero por lo menos en el expediente del caso Ayotzinapa no hay constancia de esa verificación.

En su informe sobre el caso, el GIEI dijo que en abril de este año se acudió junto con la PGR a talleres de Estrella Roja en la Ciudad de México para fotografiar el autobús 3278 aunque, mediante una comparación fotográfica, se establecieron dudas de que se tratara del mismo.

El pasado 10 de septiembre, unos días después de que se diera a conocer el informe del GIEI, la PGR realizó una nueva diligencia en los talleres de Estrella Roja con el objetivo de asegurar el autobús 3278. La dependencia decomisó dos unidades pero con números económicos 2012 y 2510 lo que originó la inconformidad de la empresa que interpuso un amparo para su devolución.

Hasta ahora no se conoce el objetivo ni resultados de dichos decomisos

Avispón perdido El expediente del caso Ayotzinapa revela que otro de los autobuses involucrados en los ataques en Iguala, el de la empresa Castro Tours en el que viajaba el equipo de futbol Avispones, fue trasladado de Guerrero hasta el Distrito Federal sin que la PGR se diera cuenta de ello. El hecho se descubrió gracias que la unidad fue estacionada casualmente afuera de la SEIDO.

El incidente se encuentra detallado en el tomo 44 de la versión pública del caso. En su declaración un chofer de la referida compañía explicó que el 5 de noviembre acudió a un corralón de Guerrero donde había sido trasladada la unidad con la instrucción de que la trasladara a la Ciudad de México para reparaciones.

Para poder sacar el autobús el chofer recibió un oficio de “liberación” de la Fiscalía de Guerrero aunque, para ese momento, la averiguación ya estaba a cargo de la PGR.

El operador dijo que aproximadamente a las 10 de la mañana llegó a la Ciudad de México y llevó el autobús a un taller de hojalatería y pintura en la colonia Guerrero, donde le serían reparados los daños causados por el ataque a tiros de la noche del 26 de septiembre.

De forma fortuita, el chofer no encontró lugar frente al taller así que dejó el autobús estacionado en la “Glorieta de Violeta” justo frente a la sede de la SEIDO, donde al poco rato curiosos comenzaron a tomarle a fotos y a identificar que se trataba de una unidad relacionada con los hechos de Iguala.

En el informe de investigación PGR/DGIPAM/IT/14614/2014 agentes de la Policía Federal Ministerial de la PGR reportaron la forma en que descubrieron el autobús afuera de la SEIDO.

“Los suscritos policías recibimos el reporte que en inmediaciones de la SEIDO se encontraba un autobús con impacto de armas de fuego (…) al acercarnos varios jóvenes nos refirieron que ese era el autobús al que le dispararon Policías Municipales de Iguala” explicaron los agentes federales.

Finalmente, señala el informe, el autobús fue llevado al interior de la Subprocuraduría donde se tomó la declaración al chofer que lo trajo y se le explicó que el autobús seguía siendo parte de una investigación. Fueron casi 12 horas las que el autobús aun baleado, circuló libremente hasta que lo dejaron literalmente en las puertas de la SEIDO.

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