Sexenio de Duarte, un martirio: periodistas

Nacional
/ 18 abril 2017

Ley nunca los protegió, y revelan que recibieron amenazas; buscaron protección en medios nacionales

Periodistas del estado de Veracruz, informaron que recibieron amenazas y despidos por parte de la función pública y del crimen organizado luego de tomar líneas incómodas que afectaban la imagen del gobierno de Javier Duarte, 

Así lo dieron a conocer Víctor Arteaga, colaborador de Animal Político, Reynaldo Márquez ex director de Imagen de Veracruz, y Eduardo Rojas, consultor y periodista, quienes relataron que la censura y los usos excesivos del poder, los llevaron a denunciar en sus redes sociales lo que no se podía decir ante los propios medios; sin embargo, la ley nunca los protegió. 

Toman otra línea

Eduardo Rojas, compartió que la situación en dicho estado empeoró luego del crimen de la periodista Regina Martínez, corresponsal de la Revista Proceso, debido que a partir de ahí, los periodistas tomaron otra línea y optaron por crear pequeños medios independientes o hacer trabajos para medios nacionales para hacer evidente la situación.
“Me tocó entrevistar a dos aspirantes a reporteros, jóvenes, que no pudieron ser contratados por presupuesto. Días después los encontraron asesinados en el Puerto de Veracruz”, contó.

 

Buscando protección

Por su parte, Víctor Arteaga, uno de los autores principales de “El caso de las empresas fantasma en Veracruz” donde se destinaron más de 640 millones de pesos, publicado en Animal Político, coincide en que los reporteros que laboraban para medios nacionales, encontraban protección, pero no estaban exentos de acosos y amenazas. 

“Las amenazas siempre provinieron por parte del gobierno. A mí nunca me tocó que provinieran del crimen organizado, puesto que sería muy peligroso para los medios nacionales por tener mayor presencia y voz”, relató Víctor.

Informó que fue víctima de censura en dos ocasiones por parte de radiodifusoras locales de Veracruz, que aunque agradecían su trabajo y la línea editorial, se vieron obligados a silenciar su voz por las exhibiciones y las entrevistas que eran aplicados a la función pública. 

Reynaldo Márquez, de Imagen de Veracruz, comentó que los ataques no sólo provenían por parte del Gobierno del Estado e informó que el crimen organizado también jugó el papel más importante del silencio mediático en Veracruz. 

Quienes trabajaban para la nota roja, al mismo tiempo se dedicaban a traer mensajes que enviaban líderes del narcotráfico a los editores y directores editoriales con la intención de que no se publicaran cosas que pudieran reflejar los nexos que existían en el poder, ni los numerosos asesinatos que se atentaban contra civiles. “Eran mensajes muy claros de que no publicáramos ciertas cosas, o ciertos ataques que se realizaban”, dijo.

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