‘No soy un experto en seguridad, pero sé escuchar’: Javo Torres, alcalde electo de Fresnillo
El municipio en el que la gente vive con más miedo, se votó por Claudia Sheinbaum pero se castigó al clan de los Monreal, que sufren en su cuna una derrota por 17 puntos
En plena recta final de las campañas, Fresnillo no dejó de reportar cuadros de horror criminal. El 7 de mayo, los restos de nueve cuerpos desmembrados fueron esparcidos en distintos puntos del municipio, que lleva años registrando el mayor índice de percepción de inseguridad pública en el país. Esa fue la razón por la que Xóchitl Gálvez lo eligió para iniciar su campaña presidencial, cuyo centro discursivo quiso centrarse en el tema de la violencia. Fresnillo es también cuna de los Monreal, el clan familiar con mayor poder e influencia local. El más notable de ellos es el senador Ricardo Monreal, quien ya gobernó la entidad entre 1998 y 2004. Le sigue David, el actual gobernador, y Saúl, el alcalde con licencia, quien aseguró un asiento en la misma Cámara de Senadores sin hacer campaña en las calles, presa del miedo. A ellos les siguen otros seis miembros que ocupan o han ocupado cargos públicos en Zacatecas, Sinaloa, Aguascalientes y Ciudad de México. Andar por las calles en busca del voto no fue fácil. A la misma Gálvez le significó un gran esfuerzo reunir a una pequeña multitud en su acto de despegue. Y si bien perdió con estrépito la disputa del voto frente a Claudia Sheibaum, los pobladores decidieron que era hora de quitar el mandato a los Monreal y han apostado por Javier Torres Rodríguez, el candidato del PRI, PAN y PRD.
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Torres, que ha sido diputado local, ocupó momentáneamente la alcaldía en 2018. Mientras lo hacía, su hermano menor fue acribillado a bordo de su camioneta. Convencido de que podría regresar algo de tranquilidad a sus conciudadanos, se postuló en 2021 a la presidencia de Fresnillo. Perdió justo frente a Saúl Monreal. Además de la derrota, el proceso le dejó otro acto de agresión criminal. El 26 de abril retornaba al centro de la ciudad tras haber realizado actos de proselitismo en una comunidad apartada, cuando la caravana que encabezada fue interceptada por cuatro sujetos armados. Su esposa y su madre iban en una camioneta detrás de la suya. Fue a ellas a quienes amagaron con armas para quitarles el vehículo. La escena fue contemplada por el candidato, a quien también mantuvieron encañado mientras duró el asalto. Para esta segunda postulación, dice Torres, debió conversar con su esposa, sus dos hijas, su hijo y sus padres, antes de comprometerse en una campaña que se antojaba igual de intimidante. “Siempre, las decisiones que he tomado para el futuro, en el plan de vida y de carrera, lo he platicado con ellos. Y por supuesto con los amigos, con la gente que toda la vida me ha acompañado, que me ha dicho ‘estamos contigo en las buenas y en las malas’, y que me lo ha demostrado en estos episodios de inseguridad”.
P-¿Por qué decides aceptar la candidatura en un contexto como el de Fresnillo?
R-En muchas ocasiones escuché que las fuerzas vivas del partido me estaban impulsando. La verdad es que desde que terminó la campaña en el 2021 seguí recorriendo comunidades, seguí sentándome a platicar con sectores productivos de Fresnillo para hacer lo mismo: escuchar, ver qué es lo que queríamos para el municipio y que ojalá pudiéramos armar, no en la figura de Javo Torres como candidato, sino que alguien pudiera abanderar esa causa. Sin embargo, algunas personas de partidos políticos hicieron el favor de invitarme. Me dijeron que tenían los números, que creían que estaba bien calificado, y entonces empecé a explorar la posibilidad de participar nuevamente para la alcaldía. Platiqué con el equipo que me ha hecho el favor de acompañarme desde 2013, cuando fui diputado local. Me dijeron que sí, y ahí está el resultado: casi 60 por ciento de fresnillenses salió a votar, y saqué una votación de las más históricas, con cerca de 50 mil votos, un 17 por ciento de margen entre el primero y segundo lugar.
P-¿Hay una idea clara para gobernar un municipio con esos niveles de inseguridad y de miedo social?
R-Lo que voy a hacer es lo que no se hizo en casi seis años, que es atender la causa, ver el origen del problema que tenemos en Fresnillo. Creo que el día de hoy tenemos una condición para poder lograrlo porque está sumado el sector empresarial, el sector económico. Somos el municipio que más aporta en materia de Producto Interno Bruto, quien más aporta en contribuciones tanto del tema vehicular como del Impuesto Sobre Nómina, y del resto impuestos que se pagan como cualquier ciudadano, como cualquier empresario y comerciante.
Tengo que generar una condición diferente, fincada en una estrategia delineada por los fresnillenses y no en Zacatecas, ni en la Ciudad de México. Yo no soy experto en seguridad, te lo digo con mucha franqueza, pero también puedo decirte cuáles son los puntos rojos y claves que hay que atacar en Fresnillo, y uno de ellos es el tema de la prevención. Me voy a meter muchísimo en esa parte. Sé de la incidencia, sé de la repercusión y del alcance que tiene la Policía Municipal Preventiva, pero también sé lo que se ha dejado de hacer por no tener una buena relación entre el Estado y la Federación.
P-¿Más allá del miedo ciudadano, existieron otras claves para arrebatar el municipio a los Monreal?
R-Sí. Ofrecerle a los fresnillenses atención, cosa que no se hizo en esta administración que está a punto de concluir, y que duró dos trienios. Fueron seis años en donde no hubo seguimiento, en donde no hubo atención, en donde no hubo solución, en donde la parafernalia reinó. El alcalde con licencia, que hoy es senador de la República, prefirió cantar en sus Jueves de rolitas en lugar de sentarse a platicar con el propio gobernador, que es su hermano. Prefirió hacer cosas que la verdad no llevaban a ningún buen puerto. Decidí hablar con los fresnillenses, decirles que tomáramos el toro por los cuernos. Saúl Monreal buscó ser un tema de redes sociales para ganar simpatía y adeptos, y no le funcionó. Lo único que generó fue malestar, porque mientras él estaba haciendo ese tipo de cuestiones había muchas personas que estaban buscando a un familiar, o velando algún cuerpo en alguna agencia funeraria.
P-La violencia ha tocado también a los Monreal. ¿Cómo se llegó a este nivel de crimen?
R-Aquí no cabe ni siquiera consentir la posibilidad de que si tienes una posición política o te apellidas como te apellides no te trastoca el tema de la inseguridad. Aquí nos ha pegado absolutamente a todos. Yo lo comenté en la campaña. Antes, todo mundo decía: ‘Tengo un familiar migrante o tengo un familiar minero’. Hoy desafortunadamente todos tenemos una historia común, porque hemos sido víctimas colaterales del tema de la inseguridad, y todos tenemos algo qué contar y qué padecer, esa parte de decir que tenemos un familiar, un vecino, alguien que se llevaron o que nos arrebataron de la vida.
P-El día de la elección fuiste amagado. ¿Qué pasó, exactamente?
R-Sucedió en dos ocasiones, el jueves previo a la elección y el domingo de las elecciones, cuando fuimos a visitar las casillas para ver qué tanta concurrencia había de ciudadanos. En ambas fueron elementos de la policía estatal. Aparentemente había un reporte en el 911 de que yo traía gente armada y que también estaba yo armado y escoltado, repartiendo dinero. La verdad es que cuando me hacen la inspección del vehículo la primera ocasión, iba yo solo, completamente solo. La persona que me hace favor de asistirme en el volante me pidió permiso ese día por la mañana para hacer un trámite bancario. Se iba a tardar, así que le dije que iría a lavar la camioneta. Fue en ese intervalo que me detienen y me revisan la camioneta, por esta supuesta denuncia de que yo iba armado, con gente armada. No encontraron absolutamente nada. Y el día de las elecciones, en un rondín normal, como cualquier ciudadano en vehículo propio, exactamente sucede lo mismo.
El común denominador de estos dos casos es que va una camioneta insignia, una Suburban en el caso particular del jueves, y una GMC en el caso del domingo, con dos escoltas atrás de la Policía Estatal. Las personas que van manejando hacen el señalamiento de que detenga la camioneta. Exactamente el mismo episodio, haz de cuenta que fue un déjà vu. Me hacen la seña de detenerme, me detienen. El domingo iba con mi hijo Javier y con otro amigo, y hacen la misma observación: ‘Vamos a revisarlo porque nos dicen que usted trae gente armada’. La verdad es que no fue tal. Pepe Haro, expresidente municipal que me hizo favor de coordinar la campaña, hizo un en vivo, que fue lo que mitigó a las fuerzas estatales para dejarnos ir. Ningún ciudadano contamos con una prerrogativa para conducirnos con dos camionetas escoltas. Creo que es incorrecto que un funcionario, quien haya sido -porque desconozco quién iba en las camionetas en esas dos ocasiones- vaya con escoltas y que únicamente sea para revisar un vehículo de alguien que está aspirando y que se convierte en un enemigo político en este momento para ellos. Creo que eso fue también un factor de incidencia para que nosotros pudiéramos de alguna manera subir otro número de votos, y que ese hartazgo que había de la gente de Fresnillo, fuera de definitorio para la elección.
P-¿Qué tanto pesa la corrupción en este fenómeno de violencia e impunidad?
R-Quiero ser muy responsable en esa parte, que es un tema de omisión. Tú sabes que cuando eres omiso, cuando estás en la función pública, formas parte de la complicidad. [...] Lo que hemos visto es que ha habido por completo un abandono en esa parte. La gente siente que hay mucha permisión en esa parte, y desafortunadamente lo traduce exactamente como un tema de complicidad y un tema de corrupción. No estoy diciendo que las cosas sean así, pero obviamente será cuestión del estado y la federación que delimiten y que finquen responsabilidad.
P-El voto ciudadano estableció una diferencia entre gestiones: votan por Claudia Sheinbaum, pero Morena pierde Fresnillo. ¿Ocurrió por esta percepción de omisión?
R-Yo creo que sí tuvo un factor de incidencia. Pero tengo que ser también muy claro en esa parte, porque la verdad es que yo te lo digo con responsabilidad y te lo digo con conocimiento de causa: estaba volcado el gobierno federal, el gobierno estatal y el gobierno municipal a favor de Morena. La verdad es que vimos mucho dinero circulando por nuestras calles, por nuestras comunidades, y en particular a favor de la candidata. Sin embargo, no alcanzó esa parte y la fórmula entre el ciudadano y entre lo que queremos para Fresnillo funcionó bien.
P-¿En un contexto así, cómo pueden tenderse puentes con el gobernador?
R-El propio David Monreal ha entendido de una manera muy clara -porque él buscó en tres ocasiones la gubernatura y en esta tercera es cuando la gente le da su voto y confianza- que ya no son tiempos de todo y nada, que son tiempos de sumar, de multiplicar, y yo no soy un hombre al que le guste dividir. Voy a tocar las puertas en próximos días del propio gobernador, del secretario general de gobierno Rodrigo Reyes, para decirles que aquí están las manos de los fresnillenses para ponernos a trabajar. Sé que me toca hasta el mes de septiembre, pero me gusta anticiparme a las cosas, me gusta ir un paso adelante y lo haré a través del diálogo franco, a través del acuerdo, del consenso, pero sobre todo de la misma idea, de la misma altura de miras que tenemos todos, que es que le vaya bien a Fresnillo y que le vaya bien a Zacatecas.
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