‘Quisiera que fuéramos la última dinastía de las madres buscadoras’: Cecilia Flores
Tras nueve años de andar por desiertos y fincas abandonadas, la fundadora de las Madres Buscadoras de Sonora se ha convertido en símbolo de resistencia y de crítica institucional.
Bahía de Kino. Jueves 27 de junio. 20:37 horas. Cecilia Flores camina al frente de un grupo de veinte mujeres. Todas son madres y todas buscan indicios de restos humanos en las orillas del pueblo. Cecilia se siente deshidratada a pesar de que ha bebido suero y agua desde la mañana. La atmósfera es sofocante aun en el ocaso, con más de 46 grados centígrados. El calor intenso se ha mezclado con un ataque de pánico. En vez de ropa o huesos se han topado con un enjambre de serpientes. La fundadora de las Madres Buscadoras de Sonora se excusa. No puede hablar porque se siente mal, y porque la señal telefónica es deficiente. Lo hará al día siguiente, al inicio de una segunda jornada por el desierto. Esta vez irá acompañada por otra decena de mujeres que se ha unido a la búsqueda de sus hijas o de sus hijos. “El peligro al que nos enfrentamos cada día es demasiado, dice. Es mucho el miedo que enfrentamos. En mi caso, le tengo pavor a las víboras. Pero cada día nos enfrentamos a las amenazas, a los calores extremos, en donde caminas sintiendo que ahí se te van a quedar los zapatos, sintiendo que si das un paso no vas a poder soportar el siguiente. El dolor es físico y es emocional en extremo. Tener que lidiar con todo esto es algo que no alcanzo a describir con palabras. Y a eso hay que añadirle la apatía y falta de sensibilidad de las autoridades”.
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Cecilia lleva nueve años como madre buscadora. En 2015, Alejandro, entonces de 21 años, fue privado de su libertad en Sinaloa. Nunca espero respuesta de las autoridades. Supo que había otras mujeres en su misma condición y las buscó. Con ellas se lanzó a un rastreo sin descanso que le hizo perder la vida tal y como la conoció hasta entonces. El 4 de mayo de 2019, otros dos de sus hijos fueron igualmente privados de su libertad. Esta vez Cecilia pudo identificar al grupo criminal que se los llevó. Los días posteriores regresaron con vida a Jesús Adrián, el menor de todos, de 15 años. De Marco Antonio, el mayor, (32) no ha vuelto a saber. Ambos fueron interceptados en las inmediaciones de Bahía de Kino. Por eso concentra allí sus caminatas los días finales de junio. Hace cinco años no existía un colectivo sólido que indagara sobre el paradero de nadie. Solo había una página en facebook, creada por otra madre con un hijo desaparecido. Pero el mecanismo de seguridad federal la sustrajo de la entidad, ante las amenazas que recibía constantemente. Cecilia fundó entonces el grupo de búsqueda en Sonora, que hoy tiene un listado con más de nueve mil casos.
PREGUNTA: Tienes dos hijos desaparecidos, en dos períodos de gobierno diferentes. ¿Qué ha cambiado en estos nueve años en las acciones de búsqueda institucional?
RESPUESTA: Mira, del gobierno anterior no te voy a decir que tuve el apoyo, porque jamás lo pedí. Jamás pedí el apoyo del gobierno porque había un grupo de madres apoyándome, un grupo de madres que, aunque no me apoyaron económicamente porque no necesitaba, estuvieron ahí. Gracias a Dios tenía un esposo que tenía dinero para solventar todos los gastos de la búsqueda de mi hijo. No ocupe nunca al gobierno anterior. Busqué a mi hijo acompañada por las Madres Buscadoras en Sinaloa. Ahí había un colectivo de búsqueda cuando desaparece Alejandro, y yo me uní con ellas. Yo pagaba mis búsquedas. No me faltaba nada para buscar a mi hijo. Tenía el amor que tengo por mis hijos, los recursos para buscarlo y el apoyo de las madres buscadoras de El Fuerte. Cuando llega a la presidencia Andrés Manuel López Obrador, yo ya tenía dos hijos desaparecidos, y ahora no tenía los recursos porque ya se me habían acabado en tanta lucha que tenía por Alejandro, y tuve el nulo apoyo por parte de madres buscadoras, porque en Sonora no había madres buscadoras cuando desaparecieron mis hijos. En Sonora desapareció Marco Antonio y desaparecieron Jesús Adrián. Por eso organicé a otras madres y fundamos el colectivo.
P. A qué atribuyes el abandono institucional que señalan los colectivos de búsqueda que existen en el país.
R. Creo que todo esto es ocasionado por la apatía, por la burocracia, por la impunidad con la que se está tratando el tema de los desaparecidos. Hay una total negligencia de las autoridades, insensibilidad. No tengo dudas de que si hubiera realmente algo de sensibilidad en este tema tan doloroso para todos, las cosas serían distintas. Esto debería tocar el corazón de todo el mundo, pero no es así. Por increíble que parezca, ha llegado a tocar el corazón de los propios delincuentes, más que el de las autoridades. ¿Quién crees que nos da los avisos anónimos para hallar cincuenta o sesenta cuerpos, o el lugar exacto en donde encontramos tres o cuatro personas? ¡Los mismos perpetradores! Creemos que se sensibilizan ante el dolor que cargamos, porque tener que caminar como lo hacemos las madres buscadoras, es durísimo.
P. En dos sexenios, la respuesta ha sido parecida, de acuerdo con lo que viven las madres buscadoras. ¿Esperan un cambio ante el arribo de una mujer a la Presidencia de la República?
R. No lo creo, y te diré por qué. Cuando Claudia Sheinbaum buscaba el voto no se acercó con nosotras. Ella sabía que iba a tener todo el poder, así que no necesitaba andarse reuniendo con nosotras. Ella sentía nuestra movimiento igual que el presidente: como un acto de politiquería. Sentía que hasta manchaba su investidura si se reunía con las madres buscadoras. Demostró una apatía enorme para el tema de los desaparecidos. Nunca quiso tocar el tema. Cada vez que le preguntaban había evasivas. En ningún momento me he puesto a pensar que habrá un cambio con ella. Pero igual le vamos a dar el beneficio de la duda, porque todos tenemos derecho a una nueva oportunidad. Yo veo las cosas así, y espero que de verdad ella tenga esa preocupación, que de ella salga un cambio, no para las víctimas, no para las madres buscadoras, porque sabemos que nos tienen atravesadas porque hemos visibilizado que no hay un gobierno sensible. Madres buscadoras hay en todo el país y sabemos lo que sufren. Si no se reúne conmigo a mí no me importa. Yo voy a seguir buscando a mis hijos de todas maneras. En Sonora tengo todo el apoyo por parte del gobierno. Creo que si llega otro gobernador y si todavía sigo en esta lucha, espero que tenga la sensibilidad que tiene la actual y que siga apoyando. Pero las madres de otras partes del país también ocupan el apoyo por parte del gobierno. Hay lugares donde ni siquiera tienen una camioneta para buscarlos, como en Jalisco.
P. ¿Cuáles serían para ustedes las señales de un cambio?
R. Que la Comisión Nacional de Búsqueda investigue con todas las comisiones estatales. Que la Fiscalía Especializada en Materia de Desaparición Forzada trabaje en coordinación con la Comisión Nacional de Búsqueda. Que hicieron la investigación, la búsqueda y localización de nuestros desaparecidos. Ese sería el verdadero cambio. Yo quisiera que nosotros fuéramos la última dinastía de las madres buscadoras, que ya no tuviera que haber otra madre buscadora.
P. ¿Cuáles son las grandes deudas que deja el gobierno de López Obrador en materia de seguridad?
R. En materia de seguridad lo que estamos viviendo las víctimas, las madres, los huérfanos del cártel, es el resultado de esta política de abrazos, no balazos. Ante ello, los delincuentes sienten que tienen derechos, cuando a nosotras se nos ha negado el derecho de sepultar a nuestros hijos desaparecidos. En lo personal -y tú sabes que yo siempre lo he dicho y se lo he dicho de frente el presidente, y lo he puesto en mi Facebook- en lo personal puedo decir que López Obrador nos queda a deber muchísimo a las víctimas, porque en su campaña prometió el apoyo, búsqueda, investigación y localización inmediata a los desaparecidos, y ayuda a las madres buscadoras para que no hubiera límite en la búsqueda. Todos eso nos quedó a deber de ver López Obrador.
P. El presidente ha dicho que muchas de ustedes se prestaron al movimiento político de sus adversarios.
R. Siento que es un odio a las madres buscadoras. Sí, él me desprestigio en redes sociales por el hecho de reunirme con Xóchitl Gálvez. Pero ella fue la única persona de los postulantes a la presidencia que se dignó a tomar en cuenta el tema de los desaparecidos. Y no solamente lo hizo en campaña, lo sigue haciendo ahorita, porque a mí, desde el día que caí en cama, ella fue la primera que se preocupó por mandarme un mensaje y decirme: ‘Cecy, aquí estoy, no me fui para siempre. Aquí estoy presente, cualquier cosa que se ofrezca para las víctimas, para los huérfanos y yo pueda apoyar, van a contar con mi apoyo’. Ese es un mensaje de aliento para nosotras las madres. Nos hace pensar que no estamos solas, que si se nos ofrece algo podemos recurrir a ella para preguntar si tiene amigos, amistades en caso de que necesitemos ayuda. Eso es lo que queríamos tener del Presidente de la República, que dijera que no hay límites para buscar a tus hijos. Yo no los he podido encontrar. Pero lo he podido hacer porque el gobernador de Sonora lo ha hecho. El gobernador de Sonora nos ha dado herramientas para que busquemos. Alfonso Durazo (Morena) nos ha dicho: ‘Yo quisiera decirte que tú no busques, que ya va a haber una fiscalía, una autoridad que va a hacer la búsqueda y ellos van a hacer todo lo que ustedes hacen. Pero no puedo porque no tengo esa autoridad todavía, pero por lo pronto aquí están los camionetas, herramientas, gasolina, lo que ocupen para que ustedes sigan buscando, que no haya carencia en la búsqueda, que no haya límites para buscar a los desaparecidos, porque todavía las autoridades no lo hacen’. Eso quisiéramos que el presidente lo hubiera hecho, pero nunca lo hizo.
P. Describes los hechos como si se tratara de una posición personal del presidente.
R. Exactamente. Es personal conmigo porque yo caminé por una parte del país visibilizando la verdad que se vive, al estar sacando crematorios, al estar sacando osamentas, al estar encontrando a personas en indigencia, sin apoyo, que estaban viviendo en la calle. He visibilizado el mal gobierno que hubo por parte de él. Entonces ,el coraje es conmigo y es personal porque destapé una cloaca y no lo tolera, aunque hayan triunfado en las elecciones.
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