Sacerdote gastó dinero de la Iglesia en drogas y fiestas sexuales
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El cura italiano Francesco Spagnesi fue detenido tras ser acusado de celebrar orgías en las que se usaba la droga GBL y en las que participaban médicos, enfermeras, gerentes bancarios y empresarios
El sacerdote italiano Francesco Spagnesi, de 40 años, fue aprehendido por la policía por tráfico de drogas en Prato, Florencia, como parte de una investigación policial sobre cocaína y fiestas de GBL, variante de la llamada “droga de violación”, y orgías organizadas por él y su pareja, Alessio Regina.
En estas fiestas participaron médicos, enfermeras, gerentes bancarios y empresarios, reclutados por Spagnesi por internet, informó Il Tirreno. Al parecer, en las orgías sexuales participaron alrededor de 200 personas.
El expárroco de la Anunciación en Castellina cumple arresto domiciliario por la jueza de instrucción Francesca Scarlatti, quien aceptó esta medida cautelar, de acuerdo con la Agenzia Nazionale Stampa Associata (ANSA), una organización noticiosa de Italia.
De acuerdo con dagospia.com, el 27 de agosto, los agentes investigaron el apartamento donde Spagnesi llevaba años viviendo con Alessio Regina, de 40 años, a quien arrestaron en agosto pasado con medio y un litro de GBL, droga importada desde Holanda.
Spagnesi fue quien confesó que él y Regina consumían y vendían esta droga y cada semana y organizaban fiestas mirando aplicaciones de drogadictos homosexuales. También encontraron “dos botellas de agua modificadas” que se usan para fumar crack, signo inequívoco del consumo frecuente de cocaína.
En dos meses, el sacerdote retiró 40 mil euros de la cuenta de la curia en solo dos meses para drogas y pagos por 75 mil euros”, los que se suman a un déficit de 20 mil euros investigado por la Misericordia Pratese, de los cuales el exsacerdote era Corrector.
Las drogas, según la policía, se pagaban con las ofrendas de los feligreses a personas contactadas mediante sitios web de citas sexuales o buscaban cada siete días a personas “preferiblemente homosexuales y propensas al consumo de drogas” para que participaran en esas fiestas.
“Son noticias que un padre y un párroco no querrían tener nunca y que afectan a toda la diócesis. En este momento quiero estar especialmente cerca de la comunidad parroquial de Castellina, compartiendo su sufrimiento e incomodidad”, señaló el obispo de Patro, Giovanni Nerbini.
La diócesis informó que él conocía desde hace tiempo “el fuerte estado de sufrimiento físico y psicológico del sacerdote”, pero nadie hubiera imaginado jamás que tuviera problemas de adicción de las drogas. “Durante mucho tiempo fue un malestar personal”, aseguró Nerbini.
El perfil del sacerdote es, según la policía, “es de drogadicto más que de un traficante de drogas”, ya que pedía a sus invitados un reembolso para gasolina, lo cual los implicó en la compra de medicamentos.
En abril, cuando Spagnesi reveló su uso de drogas, el obispo le impuso un proceso de rehabilitación psicoterapéutica con un especialista.
“Cuando recibimos noticias de movimientos sospechosos en las cuentas parroquiales, procedí a retirar el poder exclusivo de firma del párroco, para poder proceder a la verificación de la situación”, indicó Nerbini.
Cuando le pidió a Spagnesi que contabilizara esas operaciones bancarias siempre le dijo que era para ayuda de los necesitados de la parroquia.
Spagnesi utilizó al menos cien mil euros de fondos de la Iglesia de la Anunciación de Castellina para comprar las drogas que eran suministradas por narcotraficantes y consumirlas junto a sus invitados, indicó Pio Noticias. El 1 de septiembre fue apartado de la Diócesis.