Se paraliza la industria limonera de Buenavista y Apatzingán por asesinato de empresario en Michoacán
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En Buenavista, la suspensión se extiende por toda la semana, mientras que en Apatzingán será por dos días
Este lunes, la industria limonera en los municipios de Buenavista y Apatzingán, Michoacán, suspendió sus labores en respuesta al asesinato del empresario José Luis Aguiñaga Escalera. La medida de protesta se alinea con lo anticipado por las autoridades locales y ha tenido un impacto notable en la producción limonera de la región.
Según información proporcionada por productores locales, la suspensión en Buenavista se mantendrá al menos durante el resto de la semana, mientras que en Apatzingán la paralización de actividades será por dos días. La decisión de detener las operaciones se ha tomado como una forma de protesta y también de presión para que se tomen medidas adecuadas en torno al crimen que ha conmocionado a la comunidad.
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BUSCAN MEDIDAS PARA QUE LIMONEROS OBTENGAN PROTECCIÓN
Autoridades estatales han mantenido reuniones con representantes de la industria limonera en Buenavista para discutir posibles formas de apoyo y soluciones a la crisis. En estas reuniones, se ha ofrecido reforzar la seguridad en la zona como una de las medidas para proteger a los productores y sus instalaciones. Sin embargo, la principal demanda del sector es el esclarecimiento del asesinato de Aguiñaga Escalera y la captura de los presuntos responsables.
La Fiscalía General de Michoacán ha indicado que una línea preliminar de investigación en el caso es la extorsión que la víctima habría sufrido anteriormente. Las autoridades están trabajando para determinar todos los factores que llevaron al asesinato y para dar con los culpables lo antes posible.
La industria limonera en Buenavista y Apatzingán es una de las más importantes de la región, con 24 empacadoras en Buenavista y 32 en Apatzingán. En total, estos municipios cuentan con más de 40 mil hectáreas dedicadas al cultivo de limón, que son cruciales para la economía local.
A pesar de la grave situación, los productores limoneros han señalado que hasta el momento no han recibido amenazas directas por parte del crimen organizado, aunque el temor persiste en la comunidad. La paralización de actividades ha generado incertidumbre y preocupación sobre el futuro de la industria en la región.
