Un paro nacional en Argentina pone a prueba las propuestas de Milei
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Milei había advertido que esa crisis era de esperarse
Por Jack Nicas and Lucía Cholakian Herrera
Han pasado seis semanas desde que Javier Milei asumió la presidencia en Argentina y, desde entonces, los precios de la gasolina se han duplicado, la inflación se ha disparado y el valor de la moneda nacional se ha desplomado.
Milei había advertido que esa crisis era de esperarse. Arreglar décadas de problemas económicos requeriría primero pasar por más penurias, dijo.
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Pero el miércoles, muchos argentinos salieron a las calles para demostrar que ya están hartos.
Los mayores sindicatos de Argentina convocaron a un paro nacional —que incluirá a los trabajadores del transporte, la construcción, la salud, los servicios de alimentación, la energía y la banca— para protestar contra las medidas propuestas por Milei, con el argumento de que debilitarán las protecciones de los trabajadores y los pobres.
Los bancos y muchas tiendas cerraron, los médicos pospusieron cirugías, se interrumpió la recolección de basura y las compañías aéreas cancelaron cientos de vuelos, mientras miles de personas llenaban las calles en manifestaciones abrumadoramente pacíficas.
“Me preocupa la economía”, dijo Víctor Saragusti, uno de los manifestantes que estaban frente al Congreso. De 78 años y gerente de oficina jubilado, Saragusti recibe la ayuda gubernamental para la jubilación mínima. “El sindicato que es lo único que ayuda y que está con el pueblo, con los obreros, con el trabajo”.
En vísperas de las manifestaciones, Milei dijo que la huelga demuestra que “hay dos Argentinas”, una anclada en el pasado y otra “que nos pone en el camino de ser un país desarrollado, que es el que nosotros proponemos”.
Más argentinos parecen estar de acuerdo con Milei. A pesar del caos económico, el índice de aprobación del presidente se ha mantenido alto, o incluso ha subido junto con los precios. Encuestas recientes muestran que el 58 por ciento de argentinos lo apoyan, dos puntos porcentuales más que el porcentaje de votos que consiguió en las elecciones presidenciales de noviembre.
Milei, economista libertario y comentarista de televisión que llegó a la presidencia con un estilo político osado, ha tratado de sacarle partido a su luna de miel política, cambiando rápidamente todo lo que ha podido en Argentina.
Tras recortar el gasto, despedir a trabajadores públicos y devaluar la moneda, ha enfocado su atención en una amplia legislación que tendría consecuencias para la economía, las elecciones, el trabajo, la seguridad pública, el medioambiente, las artes, la ciencia, la salud e incluso la forma en que los argentinos se divorcian. La ley ómnibus también consolidaría más poder en sus manos.
Esto ha provocado la reacción de los trabajadores. Los sindicatos ya obtuvieron este mes una medida cautelar contra algunos de los intentos de Milei para cambiar la legislación laboral por decreto presidencial, y ahora pretenden demostrar su poder con marchas masivas el miércoles.
Las revueltas sindicales ya han frustrado otros intentos de hacer cambios significativos en Argentina, pero Milei está dando señales de que adoptará una postura más dura contra las protestas que se conviertan en disturbios. Ha propuesto reducir el sueldo de los funcionarios públicos que participen en protestas y aumentar las sanciones contra quienes bloqueen carreteras, de modo que podrían ser condenados a penas de prisión.
También ha actuado rápido. En sus primeros días en el cargo, Milei realizó profundos recortes del gasto federal, despidió a miles de funcionarios públicos y redujo a la mitad el número de ministerios federales, de 18 a nueve. También devaluó oficialmente el peso argentino en más de un 50 por ciento, acercando la tasa de cambio oficial a la cotización de la divisa en el mercado, pero eso también disparó los precios.
De noviembre a diciembre, los precios aumentaron un 25,5 por ciento, frente al 12,8 por ciento del mes anterior.
La tasa de inflación anual de Argentina ahora es del 211, por ciento, lo que sitúa a este país de 46 millones de habitantes a la par con el Líbano en el puesto de la mayor inflación del mundo. En Argentina, los precios están subiendo más rápido que en Venezuela, donde años de colapso económico han hecho que muchos venezolanos emigren a Argentina. Ahora algunos se lo están replanteando.
“Lo que sí he visto es que mucha gente se ha ido”, dijo Andreina Di Giovanni, una migrante venezolana de 35 años y dueña de un local de venta de comida venezolana, refiriéndose a sus compatriotas. “Muchísima gente que se va a Venezuela o para emigrar a otro país”.
Dijo que su negocio está pasando por un momento difícil, con una caída de las ventas y un aumento de los costos, pero que era demasiado pronto como para culpar al nuevo presidente.
Milei confía en que muchos argentinos están dispuestos a darle libertad para solucionar los problemas económicos del país y, por ahora, algunos le siguen la corriente.
Stella Body, de 70 años, dice que está técnicamente jubilada, pero que sigue trabajando a tiempo completo como cosmetóloga para poder afrontar la subida de precios. Para ella, fue un sacrificio digno del plan de Milei. “Va a llevar un año ver resultados positivos”, dijo. “Nada se arregla en un mes”.
Milei también está atrayendo el apoyo de los sectores conservadores en el extranjero. La semana pasada pronunció un discurso en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, en el que argumentó que el capitalismo sin trabas es el único modelo para reducir la pobreza y que el socialismo, el feminismo y el ecologismo amenazan el progreso mundial al impulsar la regulación gubernamental.
“Ustedes son héroes”, dijo a la audiencia de Davos. “Ustedes son los creadores del periodo de prosperidad más extraordinario que jamás hayamos vivido”.
El discurso se hizo viral, promovido por varias voces conservadoras y de derecha, como una clara síntesis de lo que estaba mal en la sociedad moderna.
“Buena explicación de lo que hace a los países más o menos prósperos”, dijo Elon Musk al compartir un video del discurso. Más tarde, el multimillonario publicó una imagen falsificada de un hombre viendo el discurso de Milei mientras mantenía relaciones sexuales, una publicación que fue vista 113 millones de veces.
Una política brasileña publicó más tarde que le puso el discurso al bebé nonato en su vientre, y Donald Trump opinó en su plataforma Truth Social, diciendo que Milei estaba “HACIENDO GRANDES PROGRESOS” en su esfuerzo por “¡HACER A ARGENTINA GRANDE DE NUEVO!”.
El Fondo Monetario Internacional, al que todavía le deben la gran mayoría de un programa de préstamos de 44.000 millones de dólares con Argentina, también ha elogiado a Milei, diciendo que él y su equipo económico se han movido rápidamente para “reconstruir las reservas, corregir los desajustes de precios relativos, fortalecer el balance del banco central y crear una economía más simple, basada en reglas y orientada al mercado”.
En el centro de los esfuerzos de Milei de abordar los problemas económicos se encuentra el proyecto de ley ómnibus que está tratando de impulsar en el Congreso de Argentina.
Con más de 500 secciones, la legislación busca reducir las regulaciones, debilitar a los sindicatos, privatizar la mayoría de las empresas estatales, eliminar las elecciones primarias, además de aumentar los impuestos a las exportaciones y eliminar algunas protecciones medioambientales. Durante al menos un año, la ley también le otorgaría poderes de emergencia al mandatario para llevar a cabo sus planes económicos.
Las medidas radicales son necesarias “para evitar que esta crisis se convierta en una catástrofe social de proporciones bíblicas”, dijo Milei en un discurso a la nación al anunciar la ley. Los miembros del Congreso “tendrán que elegir si quieren ser parte de la solución o si quieren seguir siendo parte del problema”.
Ricardo Gil Lavedra, abogado constitucionalista que ha sido diputado y ministro de Justicia de Argentina, dijo que, sin un apoyo significativo del Congreso, Milei parece estar tratando de actuar con rapidez mientras tiene altos índices de aprobación, sabiendo que la subida de los precios podría darle un breve margen de tiempo para actuar.
Pero la inclusión de tantas disposiciones en un solo proyecto de ley, y la consolidación de más poder en la presidencia, es preocupante, dijo.
“Es imposible para la gente tener idea de la enorme cantidad de proyectos que envió Milei”, dijo. “Abarcan decenas y decenas y decenas de leyes, muchas veces en temas profundos. Por lo cual yo creo que la población no conoce en general qué es lo que se está discutiendo”.
Sin embargo, el rechazo de los sindicatos y el Congreso es una señal de que la democracia funciona, dijo Gil Lavedra. “Hay que cooperar con un nuevo gobierno que enfrenta una situación muy difícil, que cuenta con el apoyo de gran cantidad de argentinos”, dijo. “Pero, a la vez, hay que mantener a Argentina dentro de los carriles de la democracia constitucional”.