Oliver Kahn se despide del futbol

Múnich, Alemania.- Oliver Kahn, el mítico portero del Bayern Múnich retirado a fines de la temporada pasada, tiene un único deseo para el partido oficial de homenaje-despedida del martes, un amistoso entre su antiguo club y la selección alemana: el de "sobrevivir los 75 minutos" que le toquen jugar.

Pero con una indisimulada sonrisa irónica dirigida a Jürgen Klinsmann, su ex entrenador que lo defenestró como titular de la selección y actual responsable del Bayern Múnich, agregó un segundo deseo: "Y que 'Klinsi' me deje jugar".

Hacía referencia a la gran pelea que tuvieron los dos cuando Klinsmann impidió que Kahn se despidiera de la selección jugando el Mundial de Alemania 2006, designando en su lugar nada menos que a su archirrival Jens Lehmann.

Y al final de una rueda de prensa celebrada hoy, Kahn expresó un tercer y último deseo en su partido de homenaje: "Que sea muy emotivo".

Ya había anunciado que en el encuentro que se celebrará el martes en el estadio mundialista de Múnich ante un lleno total de 69.000 espectadores y que será transmitido en vivo por la televisión, no piensa alternar la portería. "No jugaré la primera parte en la selección y la otra para el Bayern Múnich. Sólo lo haré defendiendo al club", en una típica muestra del particular individualismo del arquero.

Kahn marcó todo un hito con su trayectroia de dos décadas como profesional en la Bundesliga, jugando 86 partidos para la selección, 140 encuentros por torneos europeos y 557 partidos de primera división. Ganó ocho títulos de liga, seis de la Copa, la Copa Intercontinental, la Champions League y la Copa UEFA.

Lo único que no ganó, y le generó una frustración mayúscula, fue un Mundial con la selección. Pero en contraposición fue elegido tres veces "Mejor arquero del mundo".

Todo el mundo le había pronosticado que le iba a costar despedirse del profesionalismo. Hoy dice: "Los tres primeros meses sin fútbol fueron fantásticos". Pasó mucho tiempo con su familia, se reconcilió con su ex esposa, navegó por el Mediterráneo, jugó al golf. "Lo único que falta, de vez en cuando, es el equipo, las bromas, la diversión, la alegría".

Pero lo que sí tiene muy claro es que "a pesar de que hubo ofertas, no habrá una vuelta al profesionalismo". "Llega un momento en la vida en el que ya no hay ganas de ponerse los cortos", razona.

Volverá ahora al fútbol, pero de otro modo. Una semana después del partido homenaje debutará como comentarista de televisión, en el partido Finlandia-Alemania, por las eliminatorias mundialistas.