De Eric Rohemer y Jesús Duran

Opinión
/ 2 octubre 2015
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Hace una semana con exactitud el mundo se cubrió de luto por los miles de muertos habidos en Haití a raíz del devastador terremoto de 7 grados Richter que azotó todo el país.

Pues las noticias lamentables en lo que a muertes de creadores cinematográficos se refiere, luego del tributo a la filmografía de la actriz mexicana Blanca Sánchez que hicimos en este mismo espacio el martes pasado, tan sólo ese mismo día nos enteramos del fallecimiento de dos igualmente prolíficos creativos en su caso detrás de las cámaras tanto en Francia como en nuestro país.

El primero de ellos es un nombre que no es desconocido para los conocedores de la historia del cine ya que correspondió a Eric Rohmer, uno de los últimos sobrevivientes del célebre movimiento de "La Nueva Ola", a través del cual varios críticos cinematográficos, entre ellos, el que era además profesor de literatura, hartos de la falta de propuestas interesantes en la cinematografía mundial decidieron no quedarse como el chinito "nomás milando" y hacer crítica destructiva de todo lo que veían sino más bien ser propositivos y ahora sí que "predicando con el ejemplo" y tomando así una cámara de cine para contar lo que ellos creían que era la siguiente tendencia del celuloiude.

No se equivocaron, y aunque no llegó a tener un reconocimiento similar al de sus colegas y contemporáneos como Jean Luc Godard o Francois Truffaut con su ópera prima titulada "El Signo de Leo", también de 1959, a esta le siguieron su serie de seis películas girando alrededor de dilemas morales y filosóficos sobre la habilidad de no caer en las tentaciones mundanas. Esa serie tuvo sus puntos más altos a partir de la tercera cinta en 1969 titulada "Mi Noche en Maud", un drama donde sus protagonistas lidiaban con ética, religión e hipocresía, la cual además de convertirse en un inesperado éxito de taquilla dio a Rohmer una no menos sorpresiva nominación al Oscar al Mejor Guión en 1970.

A mediados de los 80 otra película de la serie titulada "El Rayo Verde", se alzó con el igualmente prestigiado León de Oro del Festival de Cine de Venecia de 1986, y en esta nuevo milenio fue de los realizadores que no dudaron en adaptarse a las nuevas tecnologías y el vidoe digital en el cual grabaron obras como "La Dama y el Duque", de 2001; un drama de época titulado "Triple Agente", de 2004 y "Los Amores de Astré de Celedonia", de 2007. Murió el pasado lunes 11 de enero a los 79 años de edad.

Por otro lado, en México el mismo día que murió Blanca Sánchez dejó de exitir uno de lo más reconocidos técnicos en efectos especiales Jesús Durán en cuya filmografía se destaca su trabajo junto a grandes como Costa Gavras en "Desaparecido", de 1982; John Huston en "Bajo el Volcán", de 1984 o John Schlesinger en "La Traición del Halcón", de 1985, así como en el clásico de ciencia ficción "Depredador", de 1987, entre otras más. Descansen en paz.

Comentarios a: tesse_25@hotmail. com

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