¿Como cuates?

Opinión
/ 2 octubre 2015

Mientras la venta total de aceites y lubricantes de Pemex alcanza los 600 millones de litros al año, las gasolineras sólo facturan 18

Diez años después de planteada una resolución de la CFC que obligaba a Pemex a desmantelar la exclusividad concedida a Mexicana de Lubricantes para vender sus productos en su red de gasolineras, el asunto permanece en litigio

Solicitado un amparo por la firma afectada, y de pasadita otro por la paraestatal hacia la misma vía, la posibilidad se ha diluido en los espesos laberintos de la justicia a la mexicana.

Litigio

De acuerdo al alegato de la matriz de la firma fabricante de aceites y lubricantes que se comercializan bajo las marcas Mex Lub y Akron, la instancia en lucha contra los monopolios no tomó en cuenta el mercado relevante, es decir se fue sólo hacia un fragmento de un universo que alcanza 120 mil puntos de venta.

Las estaciones de servicio o gasolineras sólo tienen ocho mil.

Más aún, mientras la venta total de aceites y lubricantes en el país alcanza 600 millones de litros al año, las gasolineras sólo facturan 18.

De hecho, dice en su alegato la firma que surgió a la privatización parcial de las plantas de Petróleos Mexicanos, si se desmantelara la exclusividad la posibilidad de ventas de las ventas de las firmas del ramo sería mínima, al prorratearse el pastel.

Según Mexicana de Lubricantes, ante lo pírrico del botín ya no pelean las denunciantes originales.

Lo cierto es que la empresa Bardhal, propietaria original de la marca Mex Lub, a quien Pemex le hizo manita de puerco para cederla a título gratuito, ganó un litigio que le permitiría vender sus productos en la red. con la novedad de que las gasolineras han soslayado la orden, según ello para no enemistarse con la empresa pública.

Se diría, pues, que ésta juega con doble cachucha: por un lado ha entablado un pleito frontal contra su socio en exigencia de transparentar las cuentas, al punto de acusarlo de "administración fraudulenta", además de rescindirle contratos de coinversión de maquila de aceites y grasas y de licencias de uso de marcas, y por otro lado lo defiende férreamente.

Amor apache

El caso es que la coyuntura de la dualidad amor-odio, Mexicana de Lubricantes está buscando desesperadamente la reconciliación. Haga de cuenta dos bravucones de barriada que se dan un "tirito" y luego quedan como cuates.

De hecho, el escenario estaba listo hace unos días para realizar una asamblea de accionistas en que se repartirían dividendos de los años 1998, 1999 y 2000, con la novedad de que Pemex pidió un espacio mayor para analizar a fondo el asunto.

Prevista para el 4 de marzo pasado, la asamblea no tiene aún fecha para celebrarse, dada la cautela de los funcionarios de la paraestatal de avalar un eventual borrón y cuenta nueva en agravio del artículo 201 de la Ley General de Sociedades Mercantiles.

Por lo pronto, la Impulsora Jalisciense, o si lo prefiere Mexicana de Lubricantes, lanza explicaciones en ruptura del ayuno de 10 años a la opinión pública. y a su socio.

De entrada, jura tener copias de los cheques con que se pagó la contraprestación para asumir la propiedad de las plantas de Pemex, además de contratos de maquila, exclusividad y uso de marcas, a contrapelo de un informe del contralor interno de la paraestatal en que se afirma que el dinero no entró a las arcas de la empresa pública.

El monto total fue de 508.4 millones de pesos, de los cuales 483.4 correspondían a bienes intangibles.

Pérdidas

Más allá, se aduce que las pérdidas registradas en 1994 y 95, es decir los primeros dos años posteriores a la privatización, cuyo monto ascendió a 341 y 126 millones de pesos respectivamente, las provocó un aumento en el precio de sus productos de ¡80%!.

La razón se inscribe en que Petróleos Mexicanos subsidiaba los aceites y lubricantes que comercializaba.
Mexicana de Lubricantes, pues, les dio su dimensión real.
Sin embargo, durante 1997 la firma regresó a los números rojos con 107 millones.

Ahora que en 1998 y hasta el 2000 alcanzó ganancias de sólo 11, 8 y 6 millones, justo las que se quieren repartir. con la novedad de que del otro lado de la mesa faltaría amortizar las pérdidas acumuladas por 504 millones de pesos.
Según ello las utilidades estuvieron a disposición de Pemex, por más que ningún funcionario quiso tomar los cheques.
Sin embargo, Mexicana de Lubricantes alega que de los últimos 10 años sólo en uno tuvo pérdidas, llegando a una marca de ganancias al año pasado de 141 millones de pesos, tras incrementar cinco por ciento su facturación, para alcanzar dos mil 100 millones de pesos.

La década de silencio sobre los estados financieros, al punto de ventilarse un litigio por violaciones al artículo 172 de la Ley de Sociedades Mercantiles, fue, según ello, muy fructífera para la firma.
albertobach@yahoo.com.mx
barrancoalberto@prodigy.net.mx

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