Te envío este texto, me encantó cuando lo escuché y creo que es muy cierto todo lo que dice.

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QUERIDA ANA:
¡Hola! Primero quiero felicitarte por tu columna. Todos los días la leo pues tus consejos siempre son acertados y en algún momento de mi vida me han servido.
Te mando este texto que me encantó cuando lo escuché, que es muy cierto todo lo que dice. Lo he sacado de una novela extranjera que siempre tiene "voces en off" que me han hecho reflexionar y cambiar mi perspectiva de la vida.
Este texto en particular lo mando porque me pone muy triste todo lo que está pasando en el mundo. Tengo 20 años, si Dios quiere aún tengo mucho por vivir y no quiero que en vez de vivir tenga que sobrevivir la vida. El mundo está mal, sí, pero si todos aportamos algo bueno por mínimo que sea, podemos cambiarlo y volver a tener ese amor y esos valores que se han perdido por la vida, y ese respeto y amor a la naturaleza.
Por mi parte espero que este texto le sirva y ayude aunque sea a una persona. Con eso me doy por servida.
Aquí está el texto:
"GENERACION DESENCANTADA"
Si no podemos encantarlos con la vida estamos fracasando.
La vida no perdió su encanto. Fuimos nosotros lo que perdimos el gusto por la vida.
Perdimos la inocencia, la capacidad de asombro, la fe en el futuro. Perdimos la iniciativa, el hambre de progreso, las ganas de cambiar lo que hay que cambiar.
El desencanto es la mejor arma de los corruptos, de los villanos de la historia. El desencanto nos aísla, nos encierra, nos separa, nos vacía de sueños.
Una generación desencantada es una generación de muertos en vida. Una generación desencantada no se siente útil, siente que al mundo, a la historia, le da lo mismo que ella exista o no. Una generación desencantada se siente sola. Una generación desencantada pide a gritos un milagro, algo que les devuelva la fe en la magia.
Para volver a encantarse, para volver a creer en la magia, esa generación debe saber que no está sola. Debe saber que es necesaria, importante y decisiva para otras generaciones pasadas y futuras. Debe saber que lo que encanta de la vida no es el mundo que se recibió sino el que podemos dejar.
Para encantarse con la vida una generación necesita rebelarse, el desencanto se contagia fácil, pero el encanto es un trabajo de hormiga. El encanto nos necesita a todos haciendo lo que amamos y amando lo que hacemos.
Porque es mentira que las cosas son como son, las cosas son como dejamos que sean. El mundo cambia cuando nosotros cambiamos, y para eso hay que creer que el cambio es posible, es un acto de fe. Un acto de valentía, un acto de compromiso, un acto de amor.
Te pueden decir que no se puede, te pueden decir que no una y otra vez, que esto es lo que hay y que más allá de esto no hay nada, sólo un triste desencanto, y que tú no puedes hacer nada, que hagas lo que hagas no va a cambiar nada. Es mentira, es falso.
Más allá del desencanto está tu vida, tus sueños, y si tú no lo haces realidad alguien los vive por ti, alguien se adueña de tus sueños, de tu vida.
Mientras caen bombas que confirman que nada tiene sentido, mientras bombardean a una generación desencantada, acá hay otra generación, encantada con la vida, y con la realización de sus sueños.
Hay que dejar de tomar parte de la generación desencantada para que México y el mundo puedan salir adelante y superar estos momentos de terror y destrucción entre los humanos como en la naturaleza.
Ana, que Dios te siga llenando de bendiciones y que sigas compartiendo tu sabiduría con nosotros. Saludos.
Atentamente.
A.M.G.
QUERIDA A.M.G.:
¡WOW! Para ser una jovencita de 20 años tienes pensamientos y sentimientos muy nobles y las lecturas que eliges son muy elevadas. Te felicito muy sinceramente pues no es fácil encontrar esas ideas y esos ideales en una "generación desencantada" como la actual.
Sí, te queda mucho por vivir, y me uno a tu deseo de que este mundo cambie, de que este mundo sea mejor que en el que ahora vivimos. Además de orar por ello, todos debemos hacer ese trabajo "de hormiga", como tú lo mencionas, que es destruir el desencanto para que el encanto y la magia regresen a nosotros. Gracias por escribir. Espero que no sea la última vez.
ANA
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