Oscares sorpresivos

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La premiación se convirtió en nocaut para Cameron.
Sólo le quedaron las estatuillas de los efectos especiales y alguna otra.
La misma dirección fue arrebatada por la directora de "Zona de Miedo". El mundo fantástico de humanoides azulados, que provocó una convocatoria inusitada de espectadores ávidos, no pudo recibir el título de mejor película, a pesar de su taquilla millonaria.
La dirección y el sonido de la película bélica ganadora y la actuación de Jeff inclinaron la balanza en la Academia. Se impuso así el peso político de la contemporaneidad sobre el mundo ilusorio de la ciencia ficción.
Sandra recibe el Oscar por su actuación en película dirigida por Hancock. Los ojos de los espectadores podrán juzgar lo que aún es un secreto de oculta excelencia para la mayoría.
La que sacó la casta de actuación fue la exuberante negrita que llegó a la lista de los nominados por su preciosa actuación en la cinta del mismo nombre. Ahí estaba con su sonrisa solapada y sus lágrimas emotivas.
Por ahí anduvo un documental sobre el problema de los migrantes de Centroamérica y México, con sus arriesgadas travesías en los techos de los trenes. Fue opacada por el documental premiado de delfines, bellos paisajes y cueva misteriosa. Un tema como el de la migración deshumanizada que no encuentra lugar en los tiempos parlamentarios no podía exhibir una estatuilla sin sonar a denucia académica.
El evento televisado siguió los tradicionales cánones de suntuosidad y emotividad, con sus ribetes de evocación y homenaje a los ya idos. Los temas cinematográficos no alcanzaron la calidad de otros años. El lenguaje cinematográfico privilegia nacionalismo y belicosidad o fantasías pseudocientíficas de gran inversión en los efectos espectaculares que ya no necesitan los antiguas escenificaciones artificiales.
Reconocer excelencias en la feminidad y en la negritud hace que la premiación tenga ese matiz de postmodernidad que es ampliamente aplaudido. Queda aún, sin fácil acceso el cine de denuncia social y el de los escenarios humanos y domésticos que perfilan los valores humanos sin levantar ídolos...