La gran derrota de Calderón

Opinión
/ 2 octubre 2015

Todos saben que la humillante derrota electoral que sufrió el PAN frente al incontenible PRI en julio de 2009, fue un golpe demoledor para Felipe Calderón.

Hoy todos saben que de la casa presidencial salió la estrategia aliancista PAN y PRD. Y todos los indicios muestran que el 4 de julio el Presidente sufrirá otra derrota electoral; acaso más humillante. ¿Por qué?

Porque si la derecha y la izquierda son incapaces de juntos ganarle al PRI en la renovación casi la mitad del país, no sólo habrá sido derrotado el Presidente, no sólo se confirmará el fracaso político y cultural de la derecha y la izquierda, sino que el PRI será incontenible a partir del 5 de julio.

Y es que más allá de las preferencias partidistas, de filias y fobias por azules, amarillos o tricolores, un análisis de las encuestas sobre las preferencias del electorado en las 12 entidades que renovarán gobierno estatal, muestra que el PRI llegará sin competencia en Puebla, Tamaulipas, Chihuahua, Quintana Roo y Veracruz; que tiene todo para recuperar el emblemático Zacatecas, que arrancará con un empate en Oaxaca y Sinaloa y que sin mayor problema aplastará las alianzas PAN-PRD.

Un signo distinguirá la elección del 4 de julio, es la contribución que le hará AMLO al PRI. Y es que hoy finalmente el PT anunciará que sólo va en alianza en Oaxaca y Quintana Roo. En Zacatecas -por cierto-, AMLO hará campaña contra el PRD, y en Hidalgo Fox metió la nariz y AMLO sacó al PT. Y si existen dudas, los números dejarán claro el panorama al arranque de la elección. En dos meses los cambios serán pocos.

Como ya se dijo, en los estados de Chihuahua, Puebla, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz, los candidatos del PRI llevan 10 o más puntos porcentuales de ventaja sobre el PAN o la alianza de azules y amarillos, lo que hace difícil o imposible la derrota del tricolor. En Aguascalientes, Oaxaca, Sinaloa, Tlaxcala y Zacatecas, existe un empate técnico entre los candidatos del PRI y el PAN o PRI-PRD. En esos casos el ganador -o ganadora-, saldrá por la diferencia mínima de entre uno y tres puntos porcentuales. En Durango e Hidalgo la diferencia es de entre seis y ocho puntos porcentuales -entre PRI y PAN-, y la balanza se definirá por la crisis que viven PAN y PRD en las dos entidades. En la primera los azules están fracturados y dejarán solo al ex priísta pintado de azul, y en el segundo los amloístas del PT no apoyarán a Xóchitl.

El PRI tiene todo para arrasar a azules y amarillos, sea solos o en montón. ¿Y quién cargará con la gran derrota? Se llama Calderón.

EN EL CAMINO. Un pillo, de apellido Salomón, se acredita como intermediario entre el Itinerario Político, gobernantes y políticos. Falso, el autor de este espacio y su pluma, no se venden.

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