Hay de Clásicos a Clásicos

Opinión
/ 2 octubre 2015

Después de un vuelo de cerca de 12 hora, el domingo pasado, llegué por la mañana a Madrid, España. Durante el trayecto me preguntaba constantemente que estaría ocurriendo durante el partido, el Clásico Chivas-América.

Al conectarme a internet, la noticia acaparaba las páginas de deportes, resaltando la victoria de las Chivas, un triunfo que según leí no habría resultado sencillo. Un evento similar pero de proporciones épicas es justamente lo que me ha traído al viejo continente. Este sábado se llevará a cabo el derby español entre Real Madrid y Barcelona en el histórico Estadio Bernabéu en la capital ibérica.

Este encuentro tiene una de las más altas expectativas de los últimos años, no solamente en el contexto local, pues el mundo entero tiene los ojos puestos en el partido que tiene el potencial de ser el mejor partido del año, década y, aventurándome un poco, de la historia de la liga española.

Así que aunque el jet-lag se ha hecho presente todo el día, he logrado aguantar el sueño y aprovechar la jornada para ultimar los detalles de la semana de cobertura que tendré previo al clásico del próximo sábado.

El ambiente en la ciudad ya se siente diferente, en los alrededores del estadio rondan los revendedores que ahora no venden sino que compran cualquier tipo de entrada para el partido más esperado de la temporada. Y no es para menos, contar con entradas para el partido es como oro molido en las manos. Pese al valor de los mismos, ni los abonados con menos recursos (que compra las entradas por toda la temporada a un precio respetado de poco más de 1000 euros por año y que según los pronósticos podrían sacar el costo anual del mismo con la venta de este boleto) están dispuestos a cederlo y perder así su oportunidad de disfrutar en el efímero, pero sublime tiempo de 90 minutos, una de las grandes experiencias de sus vidas.

Y qué hace tan especial este partido, pues evidentemente las circunstancias que rodean al mismo no podrían resultar más atractivas. Ninguno de los dos ha querido ceder o vencerse ante la presión de seguir en la punta y de esta forma aferrarse a la esperanza viva de alzarse con el título de liga. Y lógicamente la gran rivalidad de los dos mejores jugadores del mundo: Leo Messi y Cristiano Ronaldo que estarán cara a cara en el campo.

Sin embargo, no debemos dejarnos engañar con la idea de que la Liga se define esta semana, porque aunque sería un gran paso para el ganador, aún restan siete jornadas, en las cuales ambos conjuntos tendrán compromisos importantes.

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