Monsi

Coahuilense bien nacido en la tierra donde el aire se enreda con las ideas, Torreón, Armando Monsiváis Saldaña, alias y mejor conocido como "Monsi", tiene años dictando mordaz cátedra en las páginas de VANGUARDIA, de lo que debe de ser un editorialista, un columnista: crítico, implacable, inmisericorde, sin hálito alguno de piedad.

Los cartones de "Monsi" en la página editorial, son lo primero que busco al abrir el cotidiano diario. Pero en portada, lo primero que leo es el fino epigrama, el famoso "Gatuperio" de Alfredo García: filosofía comprimida en apenas cuatro versos de linaje escogido.
 Si el maestro García Valdez devasta con apenas cuatro líneas, el monero "Monsi" no deja títere con cabeza, agarra parejo y sus cartones lo mismo pinchan y hieren al Presidente de México, Felipe Calderón, que a los miembros del crimen organizado; su afilado lápiz alcanza a Humberto Moreira, a Eduardo Olmos, alcalde de Torreón, a líderes de sindicatos, al Ejército Mexicano.

Tengo años deleitándome con los cartones del maestro "Monsi" y diario, me sigue asombrando su capacidad de captar en una sola imagen, lo que este torpe columnista trata de decir y explicar en decenas de mal medidas palabras. Para fortuna nuestra, Armando Monsiváis tiene ya buen rato colaborando con VANGUARDIA y espero que así siga por la eternidad. Sus punzantes cartones políticos han sido editados en medios de comunicación en Torreón, en el diario El Universal en el Distrito Federal, en diarios regiomontanos y en fin, en todo espacio editorial digno que lo merezca.

Hace pocos días tituló su cartón "Contar lo bueno de México." Claro, en franca alusión a la arenga lacrimógena de Felipe Calderón, para bailar y gritar de gusto, mientras las calles y ciudades arden. En dicho cartón, aparece el famoso Tío Sam vestido de riguroso frac, sosteniendo en su mano izquierda un cartel con la leyenda: "Ley Arizona: detener ante la simple sospecha." Todo, mientras un imponente Tío Sam mira hacia abajo, a un tipo más que bajito, un chaparro con una larga chamarra militar, el cual le espeta al rico potentado gringo: "En México, ante la simple sospecha no detenemos a nadie. ¡sólo disparamos!" sobra decir que el tipo casi a ras del suelo, es el Presidente de México.

La punzante ironía de Armando Monsiváis para todos tiene. Su trabajo entonces le ha valido dos reconocimientos de harto valor: el Premio SIP, que obtuvo en California y el Premio Nacional del Salón del Humorismo, en Morelos, México.

Esquina-bajan

He platicado sólo dos ocasiones con "Monsi" y en una de ellas, compartimos refrescos y ensaladas. Recuerdo que el amigo mutuo que nos presentó, fue don Oscar Wong. Mi sorpresa fue mayúscula, el genial "Monsi" es vegetariano. No come pizca de carne roja alguna, pero eso sí, se bastimenta con sobrada energía de ensaladas verdes y pescado que lo tonifican en el almuerzo.
Hombre de ideas, de lecturas y de buena charla, "Monsi" ha encabezado varios proyectos editoriales que tienen como fin último, crear conciencia sobre la ecología y el medio ambiente, fruto de lo anterior es su revista Nomádica, la cual hace gala de excelentes fotos y buenos textos especializados en la región del desierto que habitamos.

Recuerdo hace pocos días, otro cartón político. En éste se ve corriendo al barbilindo panista de Guillermo Anaya Llamas. El cartón se titula "Capital político" y Anaya dice: "Un compadre, un partido y las delegaciones. ya tengo a quién echarle la culpa si pierdo." Y al parecer sí, con voz de profeta, Anaya como lo afirma "Monsi", se acerca a su primera derrota en las urnas, de ser éste el candidato del PAN a la gubernatura. Se nota pues que el maestro aplasta con más alegría a los panistas.
 
Letras minúsculas

Contra mi vecino de columna, el genial "Monsi", no hay defensa alguna; cuídese de caer en su papel y afilado lápiz.