Mi hermano me alojó en su casa y aunque mi cuñada me corrió, ahora se lo agradezco...

QUERIDA ANA:

Soy un hombre de 50 años. Hace poco pasé por un divorcio bastante complicado. Estuve muy afectado y sin dinero, sin casa y hasta sin auto. Mi único hermano me dijo que podía quedarme en su casa y me aseguró que estaba de acuerdo en que permaneciera allí hasta que yo me sintiera recuperado emocionalmente y también económicamente, que a él y a su familia no les molestaba mi presencia en su casa. Yo me sentí feliz y muy agradecido con mi hermano y me mudé a una recámara de invitados.

Pasé un poco más de tres meses viviendo ahí, volviéndome cada vez más ensimismado en el proceso de olvidar y de sentirme algo aliviado en todos sentidos. Llegaba del trabajo y me ponía a jugar con mis sobrinos. Ayudaba a algo en el trabajo de la casa, lavaba el carro de él y el de mi cuñada, pero realmente no era muy útil.

Un día mi hermano tuvo que salir fuera de la ciudad en un viaje de negocios. Al siguiente día que él andaba de viaje, mi cuñada me dijo que deseaba hablar conmigo. Y me dijo que quería que me fuera. Yo le aseguré que lo haría pronto, tan pronto consiguiera un departamento. Entonces ella me dijo: "No, quiero que te vayas hoy".

Me quedé helado, y debo confesar que enojado, pero subí a la recámara, empaqué mis pocas pertenencias, me despedí de los muchachos y me fui después de hablar con un amigo que está viudo y vive solo, a quien le rogué que me recibiera por unos días en su casa. Al siguiente día comencé a buscar y tres días después ya tenía rentado un departamento.

Mi hermano nunca ha sabido por qué me fui, lo único que le he dicho es que había decidido mudarme y que le estaré eternamente agradecido por su ayuda. Él se mostró un poco extrañado, pero no me dijo nada. Lo que mi cuñada hizo ese día fue lo mejor que pudo haberme sucedido. Si no lo hubiera hecho aún estaría ahí de "gorrón". Yo le agradezco, y somos buenos amigos. Muchos necesitamos un empujón para avanzar. Ojala le sirva mi experiencia a alguien de sus lectores. Reciba un saludo afectuoso.
EMPUJADO

QUERIDO EMPUJADO:
Sí, a veces una patada en el trasero puede ser un empujón en la dirección correcta. Gracias por su saludo y por esa valiosa lección.
ANA

QUERIDA ANA:

Estoy metido en muchos problemas. No sé si decir que afortunadamente son problemas económicos. Tengo buena salud, soy soltero, tengo un empleo, que aunque no está excelentemente remunerado, me da para vivir sencillamente. Sin embargo, últimamente me ha dado por pedirle prestado a varios amigos, a parientes y a mi madre. Yo vivo en un departamento aparte de mis padres.

Esas deudas me están ahogando emocionalmente. Algunos amigos me cobran, mis parientes y mi madre no, pero algunos de los otros no dejan de buscarme día a día.

Quisiera pedir un préstamo en un banco para liquidar todos los préstamos, pero no me decido porque me dicen que es peor por los altos intereses y que me voy a endeudar para toda la vida con el banco. Y si voy con algún prestamista va a ser peor. Necesito salir de esta bronca, pero ¿cómo? Si puede ayudarme con un consejo, se lo voy a agradecer mucho. ENDEUDADO

QUERIDO ENDEUDADO:

Nadie te ayudó a meterte en esos problemas, tú solito lo hiciste y seguramente no saldrás de ellos en uno o dos meses, tal vez ni en un año, así que más vale que te tranquilices. Por lo pronto y después de hacerte el propósito de arreglar bien el asunto, habla con tus acreedores y diles que les ruegas que te esperen, que vas a pagarles hasta el último centavo, pero que te tengan paciencia.

Y en el propósito de arreglar tu problema, está el de cambiar tu sistema de vida. Seguramente te van a extrañar en el bar o en los restaurantes, en las tiendas de ropa y en las reuniones con amigos, pero la única solución es que dejes de gastar dinero de inmediato.

Haz un presupuesto que incluya diversiones que te satisfagan, pero que no cuesten. Si tienes novia, inclúyela en las diversiones que no cuestan o cuestan poco. Si ella no soportara esa situación, más vale que te quedes sin novia.

Una mujer que no es capaz de entender la situación de un hombre sin dinero, nunca será una buena esposa. Que no quede todo en propósito, porque si no sales de tu problema, ni esa muchacha ni ninguna otra van a aguantarte.Buena suerte.
ANA