`La quiero, pero su adicción al alcohol nos está alejando'...

Opinión
/ 2 octubre 2015

QUERIDA ANA:

Soy un hombre viudo de 53 años de edad. Tengo dos hijos, una mujer y un hombre, que ya van a casarse, él este año y ella a principios del año próximo. Llevamos una vida bastante tranquila y armoniosa mis hijos y yo. Fui muy feliz con mi esposa fallecida y tengo recuerdos hermosos de ella. Pero me siento solo desde hace cuatro años que ella se fue. Y cuando se casen mis hijos esa soledad puede hacerse más fuerte. Tengo un negocio muy bueno, vivimos muy bien, tengo varias propiedades y nuestra casa está en una colonia muy buena.

He tenido una relación durante un año y ocho meses con una mujer divorciada de 43 años que tiene una hija que está estudiando en la universidad. Esa mujer es muy hermosa, educada, elegante, amable, pero. le gusta beber. Nuestros hijos, los míos y la de ella, ven bien nuestra relación (pero mis hijos desconocen su afición a la bebida) y hasta han dicho que cuando ponemos fecha para la boda. En una ocasión ella y yo hablamos sobre ese asunto y yo, tentativamente puse una fecha, pero terminé por postergarlo.

Ella me ha estado presionando para que nos casemos pero a mí eso de la boda no me anima mucho y le pienso bastante por el problema que tiene ella con el alcohol. Ha ido a terapia a instancias mías pero creo que todavía le queda un largo camino por recorrer para llegar a dominar el problema.

Anoche me llamó para presionarme y le dije que eso lo teníamos que tratarlo en persona y no por teléfono y me colgó. Había bebido. Lo hace dos o tres veces por semana y es una persona diferente cuando bebe. Yo se los he ocultado a mis hijos y cuando han estado con ella porque la he llevado a mi casa, siempre he procurado que vaya sobria.

No estoy seguro de lo que deba hacer, creo que no he manejado bien este asunto. La quiero y me quiere pero no quiero pasar el resto de mi vida lidiando con una alcohólica, cuando yo solamente bebo una o dos copas de vino de mesa a la hora de la comida y no todos los días.

¿Qué me aconseja?

WINE AND ROSES

QUERIDO WINE AND ROSES:

Si yo estuviera en su lugar no fijaría una fecha para la boda mientras el problema del alcoholismo de su novia esté presente. Mi sugerencia es que cuando ella haya estado sobria al menos durante seis meses o un año, usted no se case con ella.

Anímela a que asista a las sesiones de Alcohólicos Anónimos y usted puede asistir a las de Al-Anon, un programa para familiares y amigos de alcohólicos. En la guía telefónica va a encontrar el lugar más cercano a ustedes. Le aseguro que si ella acepta asistir y toma en serio su propósito, va a dejar el alcohol a un lado.

El alcoholismo es una enfermedad y yo espero que su novia gane la batalla, pero si no, usted no se sienta culpable si decide continuar su vida sin ella.

ANA

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QUERIDA ANA:

Estoy casada con un hombre bastante obeso. Antes de conocernos pesaba 109 kilos. Yo lo conocí cuando estaba bastante bien, pues pesaba 89 kilos, se veía algo pesado pero no tanto porque es muy alto, y es muy guapo, pero a la fecha pesa 128 kilos y estoy muy preocupada.

Le he traído libros de dietas, le copio cuanta dieta me recomiendan, le regalé en la Navidad del 2009 un aparato de ejercicio bastante caro y también tenemos caminadora, pero no los usa y ni siquiera lee los libros. Tal vez mi insistencia haya influido en su tozudez. Me da miedo que pueda enfermar de diabetes o que se vaya a morir sin poder ver a nuestros hijos convertidos en profesionistas o casados.

Constantemente le pregunto cómo se siente y que si no está deprimido y siempre me contesta que está bien y que se siente bien. En ratos se enoja conmigo porque no dejo de insistirle. Gracias a Dios no fuma ni bebe, pero también debo reconocer que no come hasta hartarse. ¿Qué más puedo hacer por él?

MUJER DEL OBESO

QUERIDA MUJER DEL OBESO:

Si tu esposo no ha hecho nada por corregir su sobre peso a pesar de tu insistencia, una posible salida que le veo al problema es que hables con el médico de la familia y le expliques tu preocupación y convenzas a tu esposo para que vaya a consulta con él y el médico le hable de todas las consecuencias que puede acarrearle la obesidad y pedirle que el mismo doctor les recomiende un buen nutriólogo o nutrióloga. Seguramente, escuchando cuanto puedan decirle los doctores, él hará algo en favor de su salud. Mientras, prepárale comidas bajas en calorías, nutritivas y bajas en grasa y que no haya tentaciones de golosinas en la casa y anímalo a que te acompañe a un gimnasio o utilice los aparatos de la casa.

ANA

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