Una librería muy especial

Opinión
/ 12 febrero 2011
true

Desde su fundación, en octubre de 1994, la Librería Julio Torri se alojó en un espacio físico que originalmente no fue construido para una librería, pero que con el paso del tiempo vio reformado su uso transformándose en una referencia de la arquitectura saltillense asociada al mundo de los libros. Igual que muchas de las más bellas librerías del mundo asentadas en antiguos edificios de iglesias, conventos y teatros, la Julio Torri, guardadas las debidas proporciones, se transformó en la referencia arquitectónica del antiguo edificio del Hotel Arizpe, ubicado en la muy principal calle de Victoria, en el primer cuadro de la ciudad.

Era este hotel uno de los de más fama y prestigio en el norte del país, cuyas instalaciones alojaron, a partir del segundo tercio del siglo pasado, a los más distinguidos huéspedes nacionales y extranjeros, y cuyo restaurante ofrecía lo mejor de la cocina internacional en Saltillo. Pero no sólo tuvo la mejor cocina.

También servía la mejor bebida en un bar simbólicamente llamado Baco, al que podía accederse desde el portal exterior, sin necesidad de adentrarse al hotel, y que fue el primer ladies bar de la ciudad. Al Baco concurrían algunos asiduos parroquianos saltillenses, damas y caballeros, además de los connotados huéspedes del hotel, y ahí conversaban y bebían frente al mural de piedra que representa, grabada en bajorrelieve, una escena mitológica, especie de bacanal, en la que el dios romano, inventor del vino, es llevado en brazos por otros personajes, mientras que los demás gozan de la música y el producto generoso de la vid. Allí estableció la Librería Julio Torri su fundador, el entonces secretario de Educación Pública Oscar Pimentel González, y ahí permaneció durante 16 años.

Hoy, la librería Julio Torri acarrea su original logo -la bicicleta que remite al escritor saltillense que le dio su nombre, recorriendo las calles y los parques de su barrio en la colonia Cuauhtémoc de la Ciudad de México- y sus inventarios, para alojarse en un nuevo y moderno local comercial. Hoy, la Torri deja atrás el mural de Baco, el parquet, la vieja barra y los ventanales del bar del antiguo Hotel Arizpe, que la caracterizaron y le dieron personalidad en sus primeros 16 años de vida, para emprender una nueva aventura en sus procedimientos comerciales y de difusión del libro y la lectura.

Administrada por la Secretaría de Educación y Cultura y dirigida por Patricia Gutiérrez Manzur en sus primeros 12 años, y posteriormente por Flor Palacios Duque, la Librería Julio Torri estableció desde sus inicios un modelo particular de vinculación permanente con los lectores, basado en un excelente programa de apoyo a la lectura y al libro, dentro del cual inició la ahora Feria Internacional del Libro de Saltillo, y que continúa hasta la fecha.

El nuevo local, a inaugurarse en marzo próximo, contempla mayores espacios para alojar a un mayor número de editoriales y un área especial para venta de libros de los escritores coahuilenses. Y como cereza en el pastel, contará también con un espacio de café-internet y una sala especial de lectura con libros disponibles para sus clientes.

Esperemos que la modernización de la Librería Julio Torri acreciente su prestigio, y que su nueva imagen, bajo la coordinación de Ricardo Aguirre, titular estatal de Bibliotecas, Publicaciones y Librerías, se constituya en uno más de los muchos granos de arena que ha aportado a la cultura local, sin echar por la borda su proyecto inicial de difusión del libro y la lectura, que tanto le ayudó a construirse una personalidad que va más allá de lo que es simplemente un comercio expendedor de libros.

edsota@yahoo.com.mx

Profesora de Lengua y Literatura Española. Dirigió el departamento de Difusión Cultural de la Unidad Saltillo de la UAdeC. En 1995 fue invitada por la Universidad Tecnológica de Coahuila, unidad Ramos Arzipe, para encargarse del área cultural, que incluía la formación del Centro de Información y cuatro años más tarde vendría la fundación del Centro Cultural Vito Alessio Robles, recinto que resguardaría la biblioteca de su padre, y donde hasta hoy labora.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM