Se rajó el PRI
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Colocada en la mesa como el antídoto frente a lo que se ubicó como ofensiva antisindical del Partido Acción Nacional, ahora resulta que la propuesta priísta de reforma laboral se pintó de un azul cielo tan intenso, que provocó la envidia del partido en el poder
De hecho, a la luz del giro de 180 grados, el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, soslayó gritos, portazos y retobos cruzados con el líder cetemista, Joaquín Gamboa Pascoe, al fundirse en un largo abrazo con éste, tras hacer un panegírico de la "gran aportación al país de la Confederación de Trabajadores de México en sus 75 años de fructífera existencia".
Naturalmente, la bancada panista ya garantizó su voto, en tanto en las cúpulas empresariales hay fiesta. México se prepara a escalar varios pares de peldaños en materia de competitividad.
Congelada en diciembre del año pasado por los propios panistas, bajo acusaciones de favorecer al sindicalismo tradicional al preservarse privilegios como la cláusula de exclusión contra disidentes, o el escalafón ciego que permitía el ascenso sin méritos de los incondicionales, ahora resulta que la alternativa priísta permitirá la existencia de dos o tres sindicatos en una empresa, por más que sólo uno de ellos "administraría" el contrato colectivo de trabajo.
En la empanizada general, a título de crear un híbrido al gusto de todos, la retocada soslayó el compromiso de combatir a fondo los abusos de las empresas outsourcing o tercerías que le ofrecen servicios a otras compañías de mayor tamaño, escatimando las prestaciones mínimas de los trabajadores, al cancelarse la exigencia de inspecciones permanentes de las autoridades laborales.
Textualmente, se señalaba que los inspectores tendrían las más amplias facultades para revisar libros, registros y demás etcéteras. Se les dejará, pues, al albedrío de su propio Código de Ética.
Peor aún, bajo la nueva legislación se excluye la exigencia de hacer responsable solidario a las empresas contratistas de las tropelías de las subcontratadas, lo que deja en el aire una reforma a la Ley del Seguro Social, que ordena lo contrario.
Seguirá, pues, viva, la explotación laboral que por lustros se ha realizado al amparo de la figura, en cuyo marco se acumulan centenares de procesos abiertos por el propio IMSS, la Secretaría de Hacienda y los trabajadores en lo individual.
¿Se acuerda usted que tras la explosión en la mina Pasta de Conchos de Coahuila, propiedad del Grupo Minero México, se descubrió que la empresa outsourcing contratada para realizar trabajos de explotación de carbón, no había inscrito a la mayoría de los 65 trabajadores muertos al Seguro Social?
Desde otro ángulo, la propuesta priísta planteaba que, instaurada la semana laboral de 40 horas como otro de los puntos torales de la reforma, quienes trabajen sábado y/o domingo tendrían derecho a una prima laboral de 25 por ciento.
El arreglo en los sótanos con los panistas, ¿a cambio de dejar pasar la propuesta fiscal que impulsa el tricolor desde el Senado?, canceló la alternativa.
Y si le seguimos, se proveía que en el caso de despido de un trabajador se calcularía la prima de antigüedad sobre la base del escalafón de la empresa, y en caso de no existir éste se tomaría como punto de partida el salario efectivo, cuota-diaria del trabajador. La opción también se fue a la coladera.
Desde otro ángulo, se fue al caño una propuesta para exigir a los patrones de las empresas industriales-agrícolas que se otorguen a los trabajadores del campo transporte gratuito, agua potable, guarderías y, naturalmente, servicio médico público.
Como usted sabe, el IMSS maneja programas especiales en los que se prevén menos cuotas para trabajadores de ciclos agrícolas que a veces deben trasladarse del sureste al norte del país.
La propuesta priísta que apunta a modificar un millar de artículos de la Ley Federal del Trabajo, señalaba que si el patrón incumple con tener controles idóneos de asistencia, en caso de juicio laboral se tendrían por ciertos los reclamos en los trabajadores de tiempo extra. La goma la dejó fuera.
Más allá, se perdió la exigencia de que el reparto de utilidades alcanzara a todos los trabajadores, así tuvieran sólo una semana laboral. Y no le seguimos por falta de espacio.
Naturalmente, al margen de posibles arreglos obscuros con el gobierno, los priístas se cuidaron de no dañar su relación con las empresas gigantes en la antesala del pase de charola para el proceso electoral del 2012. Total, los trabajadores aguantan.
Se rajó el PRI.
Balance general
Colocada en el banquillo la Telefónica México por una supuesta colusión con Telcel para imponer una tarifa de interconexión de 95 centavos por minuto, que se reduciría a 64 centavos en el 2014, hete aquí que la orden de aceptar la convocatoria de la filial de Teléfonos de México llegó de España.
El asunto, que sienta en la misma mesa al magnate Carlos Slim y al exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, hoy director general de la filial de la Telefónica Española, había llamado la atención dado el añejo antagonismo entre ambos.
Como funcionario, Gil Díaz le había colocado a Telmex el primer obstáculo para acceder al servicio de video en su canasta, al exigirle el pago de una contraprestación para modificar el título de concesión con que opera. Naturalmente, al aceptar la Telefónica México, léase Movistar, las condiciones de Telcel, se protegía para imponer una tarifa idéntica frente al resto de las firmas en el mercado.
Como usted sabe, la empresa litiga una resolución de la Comisión Federal de Telecomunicaciones que le obliga a reducir a 42 centavos la tarifa de interconexión que le cobra a Axtel. El asunto llegó ya a la Suprema Corte.
Otra para Televisa
Pendiente el sí o no de la Comisión Federal de Competencia a las denuncias cruzadas contra Telcel por parte de 24 firmas del ramo y contra Televisa y Televisión Azteca, además de media docena de cableras, por parte de Telcel, la instancia encabezada por Eduardo Pérez Motta acaba de autorizar a la firma presidida por Emilio Azcárraga Jean capitalizar y fusionar a su causa a Cablemás. Televisa tenía el 58.3 por ciento de la compañía de televisión por cable.
Con la operación, el gigante televisivo suma ya tres operadoras en el ramo, dado que tiene mayoría en Cablevisión y en Televisión Internacional, con operaciones en Monterrey.
Pregunta en el aire
Más de dos meses después de que Interjet presentó formalmente una petición ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para transparentar el monto de capital extranjero de tres líneas aéreas: Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus, la dependencia mantiene un espeso silencio.
Como usted sabe, la Ley de Inversiones Extranjeras sólo permite una participación total de capital foráneo de 25 por ciento.
La primera de las firmas en entredicho tiene una participación de Banamex, filial del Citigroup de Estados Unidos; la segunda de un fondo estadounidense y una firma aérea centroamericana, y la tercera de la inglesa Ryanar.
albertobach@yahoo.com.mx
barrancoalberto@prodigy.net.mx