Maniqueísmo

Opinión
/ 4 marzo 2011


         Jean Cusset, ateo con excepción de cuando sufre, dio un nuevo sorbo a su martini -con dos aceitunas, como siempre-, y continuó:

         -El persa Manes, que vivió en el siglo tercero de nuestra era, inventó la doctrina de su nombre: maniqueísmo, según la cual la materia es el mal y el espíritu es el bien, y nunca jamás podrán reconciliarse.

         -Hace mucho tiempo -siguió diciendo Jean Cusset- Manes murió crucificado, como Cristo. Y sin embargo hemos vivido siempre entre maniqueísmos. Fueron maniqueos los antiguos teólogos que sostuvieron durante siglos que todas las cosas del cuerpo -como el sexo- son malas, y buenas todas las del alma. Son maniqueos los modernos teólogos de la liberación. Ellos afirman que todos los pobres son buenos y todos los ricos son malos. Al postular eso olvidan el supremo mandamiento de unir a todos los hombres en el amor.

         En eso pasó junto a Cusset una mujer hermosa.

         -¡Qué cuerpo, mi alma! -dijo él.

         Y dio el último sorbo a su martini. Con dos aceitunas, como siempre.

         ¡Hasta mañana!...

Escritor y Periodista mexicano nacido en Saltillo, Coahuila Su labor periodística se extiende a más de 150 diarios mexicanos, destacando Reforma, El Norte y Mural, donde publica sus columnas “Mirador”, “De política y cosas peores”.

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