Reacción inolvidable
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"Cuando decimos que nunca olvidaremos, hablamos en serio". Estas fueron las palabras del presidente Barack Obama pronunciadas en Nueva York, días después de que un comando de Navy Seals ingresó a territorio paquistaní, mató a Osama bin Laden (OBL) en su casa, que estaba a cuadras de un cuartel militar, y se llevaron su cuerpo. En el portaaviones le dan el "último adiós": "despiden" al enemigo más buscado por Estados Unidos lanzando el cadáver al mar. La realidad rebasa la ficción ya que ni Hollywood podía imaginarse el drama que fue para EU la persecución del hombre más odiado por ese país.
Hay mucho que aprender de este controversial operativo "Gerónimo" y la forma en que EU enfrenta a sus enemigos. Para empezar, regresemos al comentario de Barack Obama, que señala que los estadounidenses no olvidan. Miles de millones de dólares se invirtieron en perseguir a Osama y, a pesar de que fueron tres presidentes que lo buscaban (durante la administración Clinton ya era un objetivo de ese país), no se perdió la prioridad del gobierno en encontrarlo.
También había un consenso político y de la sociedad civil de que la prioridad del Estado tenía que ser encontrar a Osama y ajusticiarlo, aunque se debatieron aspectos de cómo implementar la estrategia, incluido el uso de la tortura y de juicios militares para los sospechosos, así como el trato a prisioneros de Guantánamo.
Pero este apoyo político y social es fundamental para este tipo de operativos, donde se usan mecanismos excepcionales, violatorios del derecho internacional. Pero el operativo Osama también es un mensaje al mundo: para los más violentos, los que más amenazan la seguridad de EU, no se escatimarán recursos.
Importantísima la operación política como parte de esta estrategia antiterrorismo que, al recibir información que confirmaba la muerte de OBL, de las primeras llamadas que hizo Obama fue el llamar a sus predecesores, los presidentes Bush y Clinton, además de varios líderes mundiales. La Casa Blanca llamó a los líderes de la Cámara Baja y el Senado para informar sobre lo sucedido antes de que Obama lo hiciera público. De hecho, el presidente invitó al ex presidente Bush a que fueran juntos a Nueva York, lo cual George declinó.
Aquí hay que subrayar la importancia de las palabras. El discurso presidencial, que se transmitió casi a medianoche, fue extraordinario. Con un tono mesurado, pero triunfalista, asumió la responsabilidad del operativo y al mismo tiempo agradeció y reconoció a muchos por el éxito. Pero sobre todo resaltó el sufrimiento y la reivindicación de las víctimas.
Los estadounidenses también reconocen a sus héroes. Se hizo público que se condecoró a los participantes en el operativo y, aunque los Navy Seals ya eran famosos en el folclor estadounidense, ahora estas fuerzas especiales están recibiendo un reconocimiento público, casi legendario.
Es importante subrayar la foto que se publicó donde varios secretarios acompañan al presidente y son testigos en vivo del operativo donde matan a Bin Laden. No sólo resalta esta foto la tecnología que se usa para este tipo de situaciones, sino la coordinación interinstitucional del gabinete de seguridad en ese país. Hay que recordar que varios de estos secretarios seguramente tendrán sus propias agendas políticas y personales (la secretaria Clinton en primera línea, quien probablemente quiere reemplazar a su jefe Obama), pero en lo que se refiere a la lucha antiterrorista existe una unidad y coordinación poco vistas en los gabinetes de un país democrático. En cambio, en México las mismas estructuras y legislación promueven la falta de coordinación. ¿Alguien puede explicar por qué la secretaria de Relaciones Exteriores no es parte del gabinete de seguridad?
Esta coordinación se reflejó, según comentarios filtrados por las autoridades, en que se llevara una investigación que duró una década, donde, a pesar de que parte de la información sí se obtuvo de una persona que recibió water boarding (una forma de tortura), la realidad es que el éxito se debió más a una investigación exhaustiva, donde el factor humano era fundamental. Cuando entraron a la habitación no tenían duda de que tenían a OBL. Pero esto se debió al trabajo de investigación que duró años y probablemente ocupó a cientos de personas. Esta coordinación quizá permitió que no se filtrara la información a los medios de comunicación ni a potenciales enemigos.
Creo que hay mucho que entender y analizar de este exitoso operativo. Ahora el gobierno de EU inicia una nueva etapa en su estrategia antidrogas. La batalla contra el fantasma de Osama y asegurar que la desaparición del terrorista no sea el catalizador de más muertes.
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