Tumbos en el solio

Opinión
/ 2 octubre 2015

Parafraseando al popular personaje de una reverdecida serie cómica de televisión, el Gobierno de Coahuila como dice y hace una cosa, dice y hace la otra. Inició con un manotazo impositivo, y éste se difumina rápidamente.

En la anterior Legislatura, la diputación priísta "mayoriteo" la aprobación de aumentos a los impuestos existentes y la creación de nuevos, en porcentajes que rebasan en mucho la moderación que hubieran esperado los contribuyentes de sus autoridades.
Entraron en vigor el 1 de enero, y ya se anunció que se emitirá un decreto para la disminución de varios impuestos y derechos estatales, "el cual es producto de un esfuerzo que se ha hecho en las finanzas y de ajustes en el cinturón". La medida no es electorera, se dijo.

Si se iba a hacer un esfuerzo en las finanzas y habría apretones al cinturón, ¿para que entonces el "madruguete" impositivo? Hay razón cuando se asegura que la decisión nada tiene de electorera porque, ¿en qué le puede ayudar a los candidatos del oficialismo una disminución de impuestos, si la primera intención es lo que cuenta, y la primera intención fue recaudar más dinero?

Los aspirantes a cargos de elección popular cargan losas tan pesadas, que éstas anularían el hipotético beneficio de una reculada tributaria. La megadeuda, la impunidad que gozan los responsables de ella, el repudio a los "chapulines" y, en el caso de exlegisladores, el pecado propio de haber autorizado el descomunal endeudamiento a sabiendas que parte de esa contratación se hizo con documentos falsos, les va a impactar negativamente en los comicios de julio. Al tiempo.

Conviene recordar que, de los incrementos autorizados, destacan el ISN, que pasó del 1 al 2 por ciento, y la permanencia del cobro de la tenencia. El trámite del pasaporte se elevó de 120 a mil pesos; ahora se cobra por entrar a parques y museos y se tiene que pagar más por el plaqueo de bicicletas. Los servicios que presta el Registro Civil aumentaron entre un 200 y un 500 por ciento, etcétera.

Por los dos primeros impuestos, el Gobierno ha sido duramente criticado y hasta amenazado con huelgas de pagos, aunque las inconformidades no habían traspasado los terrenos mediáticos. Sin embargo, la protesta ya salió a la calle, y esto ocurrió en Cuatrociénegas, con motivo de la designación de ese lugar como "Pueblo Mágico".

Ahí, un grupo de lugareños -panistas, dijeron unos tricolores, "guerra sucia", gritaron otros- realizó una airada manifestación en reclamo "por la protección que se brinda a los culpables de la megadeuda", y por el incumplimiento de la promesa de no cobrar la tenencia, principalmente.

Pero no es el primer "chimoltrufiazo". Se había anunciado oficialmente que el Servicio de Administración Tributaria sería fusionado a la reaparecida Secretaría de Finanzas y vigilado por un consejo ciudadano, pero hace unos días se dio a conocer la creación de la Administración Fiscal General, exactamente con las mismas facultades que el tristemente célebre SATEC. ¿Higiene de micifuz o filosofía monjeloquesca?

En materia de seguridad, se presume a esa siniestra corporación denominada Grupo de Armas y Tácticas Especiales, que alguna vez comandó el prófugo Humberto Torres Charles (recuérdese a los Galindo Siller), y que no es otra cosa que la versión autóctona del gringo SWAT, con tantas más cuantas aprehensiones, ejecuciones o decomisos.

Se ignora olímpicamente el trabajo de las fuerzas federales, pero se pide mayor presencia de ellas "porque aquí la inseguridad está a tope". Dicen que se puede caminar a gusto por las calles, sin embargo, llaman a la población a mantener la calma ante las balaceras.

El programa estrella del arranque fue el combate a la obesidad -a nadie de la estructura gubernamental se le nota esbeltez-, pero ni ven ni oyen a coahuilenses que para no morirse de hambre tienen que comer ratas cuando no hay suerte en la caza de conejos o serpientes, y esto ocurre muy cerca de la industriosa y pujante capital del Estado, en el ejido El Salitre, en donde el campesino Juan Domínguez fue fotografiado saboreando su roedor, en pose para un reportaje publicado en la Ciudad de México.

Se desmiente una visita a Cuba para fines que no hayan sido los de asistir a una semana cultural, pero en 2007 la representatividad era partidista y nada tenía que ver con la temática del evento. Se desató la polémica por una foto en la que aparecen el ex y el actual de pie, a un lado de lujosos automóviles Mercedes Benz, flanqueando a una mujer.

Y la lista sigue.

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