La pesadilla de la incertidumbre
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Fue un evento en el patio de Palacio de Gobierno, iniciando marzo.
A manera de arranque de un programa que solucionaría (dicen) el problema de predios irregulares, el Gobernador entregó unas doscientas escrituras a vecinos de Ramos Arizpe, Arteaga y Saltillo. Entre su discurso dijo: "debemos hacer a un lado las políticas populistas para acercarnos a otras políticas que son populares. Hoy nos hemos decidido a hacer cosas de profundidad, de fondo. De nada nos sirve avanzar en otras cosas si no tenemos seguridad jurídica. Debemos terminar con la pesadilla de la incertidumbre". Al término del evento, los presentes habrán aplaudido y los agraciados, ya con el título de propiedad en la mano, se habrán ido muy contentos.
Pero ¿seguridad jurídica, certeza? Vamos viendo.
La presente administración, encabezada por profesionales con amplia experiencia en sus ramos según lo decía hace unos seis meses el entonces Gobernador Electo, está ejecutando el programa de los predios irregulares a través de una "innovación": la Secretaría de Gestión Urbana, Agua y Ordenamiento Territorial. A esta Secretaría le han adscrito, entre otros organismos, el Instituto Estatal de la Vivienda Popular (IEVP) y la Comisión Estatal para la Regularización de la Tenencia de la Tierra Urbana y Rústica de Coahuila (CERTTURC). Este último organismo y en voz de su titular, incluso ha presentado el denominado "Programa Integral de la Regularización de la Tenencia de la Tierra" que iría sobre unas 959 colonias.
¿El detallito? Pues resulta que, legalmente hablando, ni el IEVP ni la CERTTURC existen.
En nuestro Estado, el establecimiento y regulación de la política pública en materia de vivienda y lo relacionado con la promoción de tenencia legal de la tierra así como de la seguridad jurídica del patrimonio familiar inmobiliario está regulado por la Ley de Vivienda, vigente desde diciembre de 2010. Y, ahí, en sus artículos transitorios, se decretó la extinción de estos dos organismos: del IEVP, que existía desde diciembre de 1975 y la CERTTURC, que nos acompañaba desde 1995.
De no ser por lo serio de las implicaciones, el asunto hasta cómico sería: La de la Vivienda del Estado de Coahuila fue una de las últimas leyes enviadas al Congreso para su aprobación por aquél que se fue para dirigir, por unos meses, un partido político. Por alguna razón, quien cuidó el changarro, no le dio seguimiento a lo que la Ley decía y a todos se les olvidó: suele suceder, imagino.
Con toda seguridad, cuando le entregaron al actual Gobernador la administración no hubo quien se acordara de que había (además de lo de la deuda) una serie de leyes ya vigentes sin estrenar y que, entre otras cosas, decretaban la extinción (desde el último mes del 2010, insisto) de dos dependencias. Y nadie cercano al él le habrá podido escribir una tarjeta para decirle que la materia prima con la que estaría edificando una de sus nuevas Secretarías, sencillamente no existía. Ungobierno de profesionales, como puede verse.
Seguridad jurídica y certeza. ¿Dónde? Luego, el camino fácil: "las cosas se están haciendo bien, pero la Ley puede interpretarse de otra manera" dirán aquéllos cuya única gracia es preservar el pellejo propio. Pero el asunto de fondo es ¿cómo abonar a la certeza jurídica cuando se está instrumentando una política pública con organismos legalmente inexistentes?
¿Quién pudo darse cuenta de este asunto? Por supuesto quienes ocupaban los lugares importantes de los organismos resucitados de hecho, no de derecho. O algún flamante asesor del círculo rojo. El actual Asesor Jurídico del Gobierno del Estado trabajaba en el Congreso cuando la Ley de Vivienda fue aprobada. pero la casa ya estaba tirada cuando él llegó. De acuerdo con la Ley que todo mundo olvidó, debiera existir una Comisión Estatal de Vivienda adscrita a la Secretaría de Desarrollo Social. pero como para ver que le falta un organismo, esta instancia estará muy ocupada arrancando programas sociales, a falta de reglas de operación, con fichas técnicas publicadas en internet.
Otra vez leyes que se ignoran, sea por desconocimiento o por voluntad. Ambas alternativas, igualmente preocupantes.
Hacer cosas de profundidad, de fondo. avanzar en la seguridad jurídica. terminar con la pesadilla de la incertidumbre. Tantas otras cosas se han dicho.
@victorspena
www.victorspena.com