`Falling Skies' y los retos de la ciencia ficción

Opinión
/ 26 junio 2012

Identificar la trascendencia de la ciencia ficción requiere mucho más que comprender una historia de extraterrestres o imaginar a detalle un mundo futurista.

Gracias a un buen amigo, comencé a leer hace poco "Crónicas Marcianas", del recién fallecido Ray Bradbury (sí, hace poco, ni qué decir). La magnífica recopilación de cuentos incluye un prólogo de Jorge Luis Borges, en el que contradice, con argumentos, las desestimaciones hacia la ciencia ficción. Uno de los párrafos alumbró mis desordenados pensamientos: "¿Qué ha hecho este hombre de Illinois me pregunto, al cerrar las páginas de su libro, para que episodios de la conquista de otro planeta me pueblen de terror y de soledad? ¿Cómo pueden tocarme estas fantasías, y de una manera tan íntima? Toda literatura (me atrevo a contestar) es simbólica; hay unas pocas experiencias fundamentales y es indiferente que un escritor, para transmitirlas, recurra a lo `fantástico' o a lo `real', a Macbeth o a Raskolnikov, a la invasión de Bélgica en agosto de 1914 o a una invasión de Marte".

Ese texto me permitió identificar "eso" que no me cuadraba en "Falling Skies". Ahora, que recién inicia la segunda temporada (TNT, viernes 22:00 horas), comprendo muy bien cuál es la acentuada carencia de la serie protagonizada por Noah Wyle, que trata sobre la resistencia de un grupo de sobrevivientes en la Tierra después de una devastadora invasión alienígena.

Lo que a "Falling Skies" le sobra de efectos visuales, le falta de profundidad, de urgencia, de desesperanza. Exhibe grandiosas escenas de ciudades grises y destruidas, mas no existen destellos de una historia que, como dijo Borges, te permita experimentar sensaciones de terror, soledad e intimidad.

La ciencia ficción, queda claro, no se mide por los efectos especiales. Tampoco, y coincido con Borges, por la verosimilitud con la que se detalle un escenario futuro (al fin, éste es incierto). La ciencia ficción permite profundizar en la esencia del ser humano a través de metáforas. En sus pavores, ilusiones y engaños. En sus frustraciones, afectos y motivaciones.

Instinto vs raciocinio. Sobrevivencia vs ideales. Destino vs decisiones. Estos conceptos se disputan un sitio en la nave que, como siempre, se introduce en la misma aventura: el miedo a lo desconocido, el temor al cambio. ¿Cuáles son las consecuencias? ¿Cuáles los costos de las limitaciones autoimpuestas?

"Falling Skies" sigue siendo un producto de buen caparazón, pero sin el contenido necesario para hacernos temblar. No son sencillos los retos que demanda la mejor ciencia ficción. Comentarios: calladita_y_bonita@hotmail.com

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