¿Y el código de ética apá?
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Hace apenas menos de cuatro meses que se presentó con bombo y platillo la nueva Liga MX del balompié mexicano, en donde se afirmó que: "El Código de ética sería el eje fundamental del desarrollo de la misma para que privara el respeto, la honestidad y la integridad", pero al grito de "más tarde cae un hablador que un cojo", me parece que todo esto, como era predecible, se ha convertido en llamarada de petate.Por poner un ejemplo, el pasado domingo vimos cómo un embustero con pedigree, amo, señor y practicante distinguido del "futbol colmillo", conocido con el mote de El Cubo, se tiró un "clavado" dentro del área enemiga, que lo firmarían al unísono Fernando Platas y Paola Espinosa, para que el silbante Mauricio Morales decretara la pena máxima, que bien pudo darle el triunfo al Rebaño Sagrado, si Luisito Pérez no falla en la ejecución.
¿Se acuerdan de que hace poco tiempo suspendieron a Emanuel Villa (cuando jugaba para Cruz Azul) por meter un gol con la mano? O qué ¿acaso ahora, como el penalti no fue convertido queda exonerado el tramposo? ¿Y el Código de Ética apá?
El colmo es que eso no es todo, pues del mismo modo, con la pena, en estos días fuimos testigos de cómo Nery Castillo arremetió en los medios de comunicación en contra de Jorge Vergara, ofendiéndole y menospreciándole, a lo que el caprino mayor contestó "con toda la categoría que le caracteriza" que lo que dijera Nery le valía "sombrilla" ¡Orale! ¿Y el Código de ética apá?... ¡Dos agujas. no se pican!
¿Quieren más? Pues una de las promesas y cometidos (incumplidos) de la nueva Liga que encabeza Decio de María fue el de -además de brindar un mayor espectáculo- convertir al futbol en un sano esparcimiento familiar; pero dígame usted -estimado lector- si le van a dar ganas de llevar a su familia a un juego de alto riesgo, en donde nadie le garantiza que a la salida del partido no se armará la campal y desgraciadamente, algunas veces, con funestos resultados.
Si bien es cierto que los desmanes han ocurrido afuera de los estadios, también lo es que "El Joven Maravilla" (mejor conocido como Robin) no ha dicho "esta boca es mía".
Por ahí continúa vigente el "pacto de caballeros", la multipropiedad de equipos, los desplegados, los señalamientos (impunes hasta ahora) culpando a los hombres de negro de las derrotas. ¿Y el código de ética apá?