Apuntes de una jornada electoral

Opinión
/ 2 octubre 2015

Para mí, la semana pasada fue un tiempo saturado de política estadounidense. Pude vivir de cerca la jornada electoral que concluyó con la reelección del Presidente Barack Obama.

Gran entusiasmo de sus seguidores. Lamentos e incomprensión entre los republicanos frente al resultado. Lo que se veía como una competencia sumamente cerrada, tanto en el voto popular, como en el Colegio Electoral, resultó una contienda muy cómoda para el demócrata.

Prácticamente ningún analista fue capaz de prever el resultado. Unicamente el matemático Nate Silver logró predecir con exactitud matemática quién resultaría ganador. Después de recibir críticas por su predicción, hoy gana fama mundial.

Independientemente del resultado, es de admirarse el respeto que políticos y ciudadanos tienen a las reglas del juego. La noche del martes, Mitt Romney, no obstante que llevaba la delantera en el voto popular, salió a los medios para reconocer, con generosidad y madurez, su derrota.

Esta es una de las grandezas de la añeja democracia estadounidense. Después de una competencia polarizada al extremo, en la que, por momentos, menudearon los insultos, terminada la contienda lo primero es el país y para seguir adelante se deja atrás el encono y todo mundo a trabajar.

Los republicanos conservarán la mayoría en la Cámara de Representantes y los demócratas la tendrán en el Senado. Está claro que la superpotencia sólo podrá definir su futuro mediante acuerdos bipartidistas y que el hombre más poderoso del mundo deberá compartir su poder y negociar, una a una, sus decisiones.

Para los estadounidenses la reelección de Obama tiene muchas consecuencias. A mi parecer fue un acierto que el primer presidente afroamericano en la Historia de esa nación fuera electo para dos periodos; de lo contrario, se habría sentado un muy mal precedente.

Algunas minorías, como los hispanos, los homosexuales y los ecologistas festejan noche y día el triunfo demócrata, a pesar de que durante su primer cuatrienio de gobierno, Obama no les cumplió en lo más mínimo.

De cara al futuro, todo mundo coincide en la urgente necesidad de dar rumbo económico al país. Hacia dónde van los estadounidenses y qué sigue para ellos. Empleos es la palabra clave, la pregunta es cómo lograrlos.

Obama podrá tener una idea precisa de lo que quiere hacer, pero sólo podrá lograrlo de la mano de los republicanos en el Congreso y armonizando las más variadas y a veces contrapuestas necesidades de la ciudadanía. Estas necesidades son muy particulares y diversas en cada distrito o estado y, en virtud de la reelección y la carrera legislativa, los diputados y senadores las defienden y promueven por encima del interés de sus respectivos partidos.

Tan pronto como terminó la contienda, arrancó la campaña electoral de 2016. La supuesta declinación de Hillary Clinton y la avanzada edad del Vicepresidente Biden, abren la baraja de opciones en el Partido Demócrata.

Veremos nuevos valores entre los cuales podrá colarse algún hispano, como el alcalde de San Antonio, Julián Castro. Su exitoso mensaje en la Convención Nacional del Partido Demócrata le dio proyección nacional, tal como sucedió con Obama en 2004.

No recuerdo ningún otro alcalde que haya dado ese salto tan enorme, pero sería la única alternativa que tuviera el demócrata más exitoso de un estado mayoritariamente republicano.

Esta dificultad dejaría la puerta semiabierta a Antonio Villaraigosa, Alcalde de Los Angeles, mucho más maduro que el de San Antonio y de un estado ampliamente demócrata.

En el campo republicano está claro que se requiere a una persona centrista, alejado de los radicales y amigable hacia los hispanos. Así vuelve a escucharse el apellido Bush. Jeb Bush, casado con mexicana, padre de méxico-americanos y exgobernador de Florida. Su única encrucijada sería si apoyo o no a su discípulo, el joven Senador Marco Rubio, también de Florida y con obvias raíces hispanas. Veremos qué sucede, lo cierto es que la competencia ya arrancó y Obama tiene ante sí, muchas promesas por cumplir.

Facebook: Chuy Ramirez

Twitter: @chuyramirezr

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