¿Por qué demonios perdieron?

Opinión
/ 2 octubre 2015

Hice la pregunta a varios priístas ayer y no escuché una respuesta convincente. Estaban azorados por la derrota en Baja California.

Hasta el miércoles, sus encuestas marcaban un triunfo de entre tres y cinco puntos de Fernando Castro Trenti. Cerraron la campaña con la convicción de que habían trabajado bien. La dirigencia nacional fue solidaria y en apariencia eficaz. Invirtieron. Produjeron. Los locales terminaron haciendo equipo. Las figuras tricolores del país pasaron por la península. El candidato rival, el panista Kiko Vega, no era precisamente un Fox, un López Obrador, un Peña Nieto. Sin embargo, perdieron.

¿Por qué? Algunos piensan que hubo "simulación interna, gente que hizo como que trabajaba, pero no trabajó". Pocos ponderan el factor Jorge Hank Rhon, pues más allá de la simbólica adhesión en la última semana, Castro Trenti arrasó por 24 mil en la Tijuana hankista. ¿Entonces?

Quizá perdió un mal candidato. Kiko Vega supera en el PREP a Castro Trenti por unos 25 mil votos. Si se hacen las sumas y restas de votos en el PREP de las cinco elecciones municipales, los candidatos del PRI obtienen unos 28 mil votos más que los de la coalición PAN-PRD. Y en las urnas de diputados, la ventaja para la coalición es de unos 10 mil votos sobre el PRI.

Hubo voto diferenciado. Ganaron los buenos candidatos, perdieron los no tan buenos. Y eso cuenta en Baja California. Castro Trenti, de cualquier forma, levantó los números. Hace seis años, el panista José Guadalupe Osuna, sin coalición, derrotó a Jorge Hank Rhon por 55 mil votos.

Baja California, como sea: serán al menos 30 años de PAN. Con razón el azoro.

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