Don Vito Alessio Robles

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El Gobierno del Estado tiene una dependencia dedicada a organizar las conmemoraciones cívicas en honor de personajes coahuilenses y fechas importantes para la historia del estado, hoy a cargo del profesor Sergio Reséndiz Boone, y tiene como objetivo el conservar la huella que hombres y mujeres distinguidos han dejado a su paso en la historia coahuilense y hacerla del conocimiento de la población, sobre todo de las generaciones jóvenes, para que conozcan la vida y la obra de quienes han dado lustre a su tierra. El próximo miércoles 14 se cumplirán 134 años del natalicio de don Vito Alessio Robles y se conmemorará, igual que cada año, tanto en la Ciudad de México, su ciudad adoptiva, como en su natal Saltillo. En esta última con un sencillo acto en el Centro Cultural que lleva en su honor su nombre.
Recientemente el Gobierno del Estado publicó las "Memorias y Diario" de don Vito Alessio Robles, en tres volúmenes. Fue brillante alumno del Colegio de San Juan y del Ateneo Fuente. En ellos aprendió el hábito tenaz de la lectura y entendió la Historia como una larga pasión que le duraría la vida entera y que jamás riñó con su vocación militar y política. En el campo de batalla recibió el "bautismo de fuego" en la de Malpaso y participó en la de Casas Grandes en Chihuahua. Durante la presidencia de don Francisco I. Madero fue inspector general de Policía en la Ciudad de México y subdirector de Obras Públicas. Era agregado militar en la legación de México en Roma cuando ocurrió el asesinato de Madero. Regresó al País y no sin dificultad logró licencia para retirarse de la milicia. Perseguido por Victoriano Huerta, fue confinado a las prisiones de la Ciudad de México y San Juan de Ulúa. Al obtener su libertad se incorporó a la revolución en el Ejército Constitucionalista y luchó en San Luis Potosí, luego se integró a la División del Norte con el grado de coronel y participó con Francisco Villa en los combates de Paredón, Coahuila. Fue secretario de la Convención de Aguascalientes y gobernador del Distrito Federal. Dirigió los periódicos capitalinos "El Heraldo" y "El Demócrata"; fue diputado federal y senador. Desempeñó el cargo de enviado extraordinario de México en Suecia. A su regreso, ocupó la presidencia del Partido Nacional Antireeleccionista, y en 1929 participó como candidato por ese partido a la gubernatura de Coahuila, que perdió frente a don Nazario Ortiz Garza.
Su semblanza intelectual reviste diversos ángulos de sumo interés: escritor, periodista, investigador incansable, historiador y maestro en el Heroico Colegio Militar de Chapultepec, la Escuela Preparatoria de Monterrey, el Colegio Civil, la Escuela Militar de Aspirantes, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Escuela Nacional de Música.
A partir de 1950 se dedicó de lleno a sus libros y a sus estudios, nunca abandonados, pero sí limitados por las campañas, las prisiones y las luchas, y a rastrear intelectualmente los caminos de la historia para ahondar en el polvo de los siglos, descubrir los olvidos que el tiempo había arrastrado hasta los linderos de las cosas perdidas y ponerlos en las páginas de sus libros sobre la historia de Coahuila y de Saltillo, las primeras obras historiográficas de Coahuila que muestran el rigor científico de la investigación histórica.
Una vida ejemplar que debe ser divulgada; una obra intelectual que merece reconocimiento constante; una entrega personal a su País que debiera cosechar aplauso interminable; una laudable lucha por desterrar la dictadura y hacer de la patria una nación libre y democrática; un esfuerzo por recoger la verdad de la historia de Coahuila en una obra escrita con el rigor objetivo que trasciende las generaciones y que le dio el más noble de los títulos que pueden darse a un historiador: Padre de la historiografía del noreste.
edsota@yahoo.com.mx