Buscando a Don Joaquín

Opinión
/ 2 octubre 2015

El último reporte público sobre él es del 21 de marzo de 2012. Esa mañana, el septuagenario Joaquín Ponce de León Andrade asistió en Morelia, en su calidad de presidente de la Unión Ganadera Regional de Michoacán, a la inauguración del IV Congreso Internacional de Sistemas Silvopastoriles Intensivos. Dijo que la caída de 15 por ciento de la producción de leche en la entidad obedecía, principalmente, a la sequía.

Ya no se supo más. En septiembre, incluso, el juzgado penal de Zinapécuaro sobreseyó a un señor Mauricio Medina Martínez, acusado por Don Joaquín de "daño a las cosas", porque no se presentó a apelar la decisión judicial.

En Morelia no tienen muchas ganas de hablar sobre su paradero. Hay coincidencia, eso sí, de que se trata de un buen hombre de una de las familias más tradicionales, trabajadoras y respetables de la ciudad.

 "Joaquín era el único que no se dejaba de las extorsiones de los Templarios", cuentan también por Morelia. "Con todo y amenazas, defendió a la Unión y en votación secreta le ganó una elección al candidato de los Templarios, que tienen sometidos a los alcaldes, aguacateros, limoneros, ganaderos".

Hay dos versiones sobre la suerte de Don Joaquín. Una, "los Templarios se llevaron al viejo y se lo cargaron por necio". Otra, consciente de que iban a caerle encima, se adelantó y "está escondido en Estados Unidos, donde tiene familia".

Ahora que el presidente Peña Nieto ha tomado el discurso de Javier Sicilia y pedido restaurar el tejido social en Michoacán, no estorbaría que las autoridades dieran una pista sobre Joaquín Ponce de León Andrade.

Ayer domingo, no sabían, pero iban a averiguar.



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