La ruralidad cuenta

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Es de alta trascendencia nacional que haya políticas públicas que apoyen a los empresarios de estas zonas
El sábado de la semana pasada estaba conversando con el dueño del restaurante más tradicional en Bustamante, Nuevo León, cuando llegó como cliente el Secretario de Economía del Gobierno de la República y supe que venía de visitar el municipio de Lampazos de Naranjo del que, comentó, su familia es originaria. Iba acompañado de dos hermanas, por cierto, de muy buen carácter y muy norteñas en su manera de ser.
Por supuesto Ildelfonso Guajardo visitaba el municipio en un plan familiar, por ello la interacción de mi parte tuvo que ser prudente. Tuve la oportunidad de hablar de algo más que si la museografía del Museo de Bustamante era mejor que la museografía del museo lampacense, de mi lugar de trabajo o de personas en común de la época en que fuimos estudiantes de la licenciatura en economía en la UANL, en diferentes semestres pero en un contexto de un poco más de cien alumnos en el que todos nos conocíamos y convivíamos en aquella vieja casona de la esquina de Naranjo y Mier. Él destacaba en su generación por su inteligencia. y por su bonita novia.
Fui a mi casa por algunos libros sobre la cultura local que luego le obsequié y le participé la necesidad de que en las micro regiones de la ruralidad haya fuentes de trabajo, pues hay una gran incidencia de robos a casa habitación -algo que era inusual en nuestros pueblos norestenses-, altos niveles de drogadicción entre la población juvenil, embarazos en adolescentes, entre otros indicadores sociales.
En la micro región de la que le hablaba se ubican Anáhuac, Lampazos de Naranjo, Vallecillo, Sabinas Hidalgo, Villaldama y Bustamante, Nuevo León. También Candela y Progreso, Coahuila. Esta micro región representa un corredor donde se placea aún la delincuencia organizada como por su casa. Tierra de pocas oportunidades en la que muchas familias dependen de los dólares que envían sus consanguíneos que trabajan ilegalmente en la Unión Americana.
Los créditos para MIPyMES no están al alcance de la gente que los necesita. Los créditos existentes se ofrecen contra propiedades o bienes. Esto no es fácil para quienes anhelan crear un negocio en el área rural.
Me alegra que Ildelfonso Guajardo tenga la sensibilidad de regresar a la tierra de sus mayores, que es Lampazos de Naranjo, porque eso significa que tiene interés hacia los orígenes de su historia familiar y entonces sabe que es importante no olvidar que las raíces son fundamentales en los constructos sociales.
Unos días después de reencontrarme con Ildelfonso, escuché en la Ciudad de México a Virgilio Andrade, Director General de la COFEMER. Él dijo que la apertura de negocios en municipios pasa por los tres órdenes de gobierno, y que había que conocer los problemas que existen en cada región para que hubiera la oportunidad de que las personas interesadas en ser empresarias lo pudieran lograr más rápido.
Le pregunté sobre el estatus que guardan los municipios del área rural en torno a los emprendimientos productivos, y Andrade comentó que el 70 % de la población vive en 368 municipios del total de 2440 que integran la República Mexicana, explicando con ello la prioridad de los municipios del área urbana.
Considero que es de alta trascendencia nacional que haya políticas públicas que apoyen a los empresarios de la ruralidad porque, de no crearse fuentes de trabajo en la mayor parte de los municipios de México, habrá una migración hacia las ciudades que por una parte elevará el índice de pobreza citadino y las necesidades de servicios de educación, salud, transporte y, desde luego, de infraestructura en las ciudades.
Por otra parte, hay un treinta por ciento de mexicanos que tienen un patrimonio cultural qué salvaguardar y que está en vilo porque los trabajos escasean.
Realmente espero que la mirada de Ildelfonso Guajardo se dirija hacia los municipios rurales. El delegado de la Secretaría de Economía en Nuevo León es Enrique Martínez, coahuilense que mucho podría hacer como gestor desde su plataforma de responsabilidad para la reconversión económica y la redistribución del ingreso en la zona rural nuevoleonesa.